Aldosivi da más de lo que tiene, y es un mérito

El escenario fue el mismo, el contexto bien diferente. Once meses atrás, Aldosivi festejaba un triunfo histórico. Esta vez, fue el "Xeneize" el que festejó y también con goleada, 4 a 1. El fútbol es tan amplio y hermoso, tan dinámicamente impensado como definió el maestro Dante Panzeri, que estos dos partidos en menos de un año tienen similitudes y diferencias.

En mayo del 2015 un Aldosivi con todo su potencial en cancha (Lugüercio, Sand, Roger) le ganó 3 a 0 a un Boca completo (Gago, Lodeiro, "Cata" Díaz) pero golpeado por la eliminación reciente de la Libertadores ante River. Contundente, y con una cuota de fortuna siempre necesaria, el "Tiburón" contó con un Campodónico que fue gigante figura en su mejor noche. Además, Daniel Osvaldo erró un penal y su equipo falló mucho en la definición. Y el contraataque marplatense fue efectivo. La Bombonera, vacía. ¿Ganó bien? Claro, hizo los goles. ¿Lo mereció? Y, tal vez no. Al menos la diferencia ante el entonces equipo de Arruabarrena no fue de tres goles en el trámite.

Casi un año después, un Boca alternativo fue el que goleó 4 a 1 ante un Aldosivi con ausencias de peso en su formación (Gastón Díaz, Lugüercio, Cristian Llama). Clasificado en la Copa, lejos en el torneo, el presente "Xeneize" ha mejorado. Campodónico, en el banco. Daniel Osvaldo, en la tribuna. El estadio, lleno. Y ahí fue el conjunto de Quiroz, humilde, con sus armas a plantarse firme en el sur de la Capital Federal. Defensa concentrada, líneas juntas, mediocampo rápido para cortar el juego, y un ataque por las bandas que lastimaba al "Xeneize". Y de golpe, gol de un tal Neri Bandiera, que viene de jugar en todas las categorías del ascenso. Los hinchas de Boca cantaban por River, pero veían cómo el equipo de Mar del Plata guapeaba. Galván anticipaba, Lamberti se embarraba para quitar, Rivero pasaba bien la pelota a sus compañeros, Rosales gambeteaba entre charcos. La primera etapa merecía el 1 a 0. Pero una jugada comenzó de derecha al centro, todos fueron a marcar a Meli, que metió un gran pase a Chávez, Galván quedó "enganchado" y el delantero marcó el 1 a 1, fuera de contexto.

Comenzó el segundo tiempo y todo se derrumbó rápidamente. Un gol del ingresado Lodeiro a los 23 segundos para el 2-1. Aldosivi siguió yendo, y mereció el descuento. Pero falló en la definición, como no había fallado el año pasado en el mismo escenario. Luego, la contundencia del equipo de Barros Schelotto hizo el resto. ¿Ganó bien? Claro, hizo los goles. ¿Lo mereció? Sí. Aunque la diferencia en la cancha no fue de tres goles.

"No alcanza. La mentalidad nuestra es ganar. Teníamos una posibilidad porque el partido se presentó favorable para nosotros. Pero por cuestión propia lo torcimos para el otro lado. Rescato lo que hay que rescatar pero no me voy conforme con nada", expresó sin medias tintas Fernando Quiroz a 0223. Muy crítico por las desconcentraciones que permitieron la victoria de Boca en un partido que sí, se le había presentado favorable al menos para no perderlo. 

Pero seguramente, ya en frío, Quiroz valora lo jugado en La Bombonera. Las falencias defensivas, en definitiva, vienen desde hace varios partidos en el actual campeonato. Debió cambiar al histórico arquero y capitán, los laterales no están rindiendo defensivamente como el año pasado, también el DT modificó la zaga central, que alterna buenas y malas.

Aldosivi dio ante Racing y Boca, más de lo que tiene. Con lesiones, suspensiones, dos o tres juveniles obligadamente en el banco de suplentes para completar la nómina por el limitado plantel, se repuso de una seguidilla de siete fechas sin victorias. Y es un mérito. Ante los grandes, donde se siente cómodo, dio la talla. Les jugó de igual a igual, con su potencial notoriamente disminuído. Mérito de Quiroz, que supo acomodar las piezas ante las ausencias. Mérito de cada jugador, que al ingresar, entendió que tenía su oportunidad para demostrar. El caso más significativo es el de Neri Bandiera, autor de tres goles en estos tres últimos partidos.

Quedan solo cinco fechas. El promedio no es una preocupación pero llegar a los 20 puntos es el objetivo (tiene 13) para estar el torneo próximo más cómodo. Aldosivi, completo en su potencial, seguramente estaría mejor como insinuó al inicio del torneo. Pero se acomodó a sus limitaciones y de todas formas, da lucha.