¿Para atrás o para adelante?

Las terminales 2 y 3 estuvieron bloqueadas por un reclamo injustificado de estibadores eventuales. La solución fue tan precaria como el sistema de contratación. En paralelo, Escollera Norte operativa y diversificación de exportaciones.

28 de Abril de 2016 08:23

Un grupo de estibadores eventuales agrupados en el Centro de Contrataciones del puerto marplatense bloquearon el paso en la Terminal 2 y 3 durante más de 30 horas entre el lunes y el martes de esta semana.

Pedían que las empresas de servicios de estibaje completen la plantilla que descarga un barco congelador con un 30% de eventuales. La zafra de calamar está en un pico de productividad más allá de la mala temporada y son días donde los poteros hacen fila en los muelles del puerto.

Pero los eventuales pedían algo que no existe ni está homologado en ningún papel oficial. La lista rotativa para llegar al 30% fue sepultada hace unos años por los propios trabajadores mediante una asamblea.

A esta altura hay que aclarar que los estibadores que terminaron con esa lista que ahora enarbolaron los eventuales son en realidad asociados de las cooperativas habilitadas por el Consorcio Portuario. La mayoría de los afiliados del SUPA son monotributistas.

Hacía más de tres años que una terminal portuaria no permanecía cerrada por un reclamo laboral. La foto despertó inquietud entre los actores portuarios y los retrotrajo a viejas postales que parecían olvidadas.

Los eventuales paralizaron la actividad del congelado por más de un día. No permitieron que ingresen contenedores consolidados a la plazoleta de la Terminal lo que terminó retrasando el Tabago Bay de la naviera MSC, que finalmente entrará este jueves a la tarde.

Si un logro tuvo la intervención de Machinandiarena y la presidencia en soledad de Hidalgo después fue que lograron una paz social que mantuvo al acceso de la Terminal ajena a cualquier conflicto.

Desde el Centro de Contrataciones donde se agrupan los eventuales a la espera de ser llamados a trabajar, denunciaron que en la gestión Hidalgo algunas cooperativas obtuvieron habilitaciones irregulares que les permiten para hacer ingresar a “socios” con mayor prioridad que los eventuales.

“Conformaron una lista interna paralela y cuando necesitan gente la sacan de ahí”, dijo Julio Rúa, referente del grupo que bloqueó las terminales. Explica que la protesta ocurrió en el pico de la zafra. “Hay seis barcos afuera esperando entrar a descargar. Si no aprovechamos ahora, perdemos la temporada”, precisó un compañero, enfundado en un mameluco azul oscuro.

Desde las empresas de estibaje aducen que un grupo de los eventuales son particularmente sensibles a la hora del esfuerzo y acuden rápido a los beneficios de la aseguradora de riesgo de trabajo. De esta forma logran un ingreso asegurado por un tiempo que muchas veces excede a la duración de la zafra.

“Hay muchachos que se abusan y viven en el seguro, por eso no los llaman”, cuenta un monotributista del esfuerzo a temperaturas inferiores a los 20 grados bajo cero. “Pagamos una siniestralidad altísima por culpa de diez vivos”, agrega un dirigente cooperativo. “Ellos también se abusan y hacen entrar a gente sin habilitación y les pagan lo que quieren”, responden desde el lado de los eventuales.

El rol del SUPA que representa a los de una y otra vereda ha sido un misterio en esta novela. Las empresas aseguraban que “jugaba” para ellos y desconocía la medida de fuerza. Los eventuales aseguraban que contaban con el apoyo del sindicato para interrumpir la actividad.

Carlos Mezzamico, el secretario General habrá pasado horas difíciles siendo presionado desde ambas trincheras. Por ahora se maneja en la delgada línea del equilibrio pero no logra que dejen de insultarlo desde ambos sectores.

Ayudó a que la sangre no llegue al río la sudestada tremenda que azotó la ciudad en las últimas horas. El puerto se mantuvo cerrado y los poteros no pudieron ingresar a descargar ni el lunes y mucho menos el martes.

A última hora de ese día las partes llegaron a un acuerdo como los que se suelen celebrar entre estibadores. De palabra. “Hubo buena voluntad de todos los sectores y la mayoría de las cooperativas respetarán el 30%”, dijo Martin Merlini, el flamante presidente del Consorcio.

Mezzamico sigue sin dar señales. Su silencio es una muestra de la endeblez del compromiso de las cooperativas por tomar eventuales y de estos por no volver a cortar el puerto. Cuando ocurra el próximo pico de demanda laboral y no ayude la sudestada, en los muelles del puerto pueden proyectar una peli del lejano oeste.

“Los escuché como vengo haciendo con todos los sectores. Vamos a revisar todos los estibadores habilitados y registrados por el Consorcio”, agregó la autoridad portuaria que destacó la necesidad de mantener el puerto operativo, cosa que no pudo garantizar él ni la Prefectura durante 30 horas.

Pero así como algunas cosas parecen retroceder, hay otras noticias que generan optimismo en un puerto más desarrollado. Merlini está cerca de anunciar la habilitación de la descarga de barcos poteros en la Escollera Norte, en el muelle de la Terminal de Cruceros.

Apenas falta resolver el puesto de control de Aduana y SENASA ya dio el aval para que puedan descargar los barcos antes que termine la temporada. Esto permitiría descomprimir los muelles interiores donde opera el resto de la flota pesquera.

A primera hora de mañana el Tabago Bay comienza a levantar carga pesquera y algo más. Por primera vez luego de 10 años la multinacional McCain exportará papa pre frita congelada por Mar del Plata.

Serán unos pocos contenedores que luego de hacer trasbordo en Uruguay, suben a otro barco para viajar hasta el norte de Brasil. Pero McCain genera 150 contenedores por semana y muchos podrían comenzar a salir por Mar del Plata. Hasta ahora muchos viajan en camión y otros la naviera los saca por el puerto de Buenos Aires.

“Hay otras empresas interesadas en exportar por Mar del Plata pero necesitamos el acompañamiento de las navieras para subir la carga y no llevarla por camión hasta Buenos Aires”, confiesa Emilio Bustamante, director de la Terminal de Contenedores Dos (TC2) que recibe la carga en la plazoleta y la sube al buque con estibadores de Hipocoop, una de las empresas cooperativas renuentes a sumar eventuales.

El directivo ya les avisó a las navieras que si solo vienen al puerto a buscar la carga más rentable, están decididos a operar con un barco propio para bajar el flete que pagan los exportadores marplatenses.
Por ahora las compañías vienen todas las semanas a buscar calamar como lo hizo Maersk el sábado pasado y lo hará el próximo. Pero hay mucha carga que se queda afuera porque eligen no subirla o porque prefieren que haga otro recorrido.

Un ejemplo concreto es la harina de pescado, que asoma ajena al crecimiento de las exportaciones desde Mar del Plata y sigue viajando en camión por la Autovía para salir por Buenos Aires.

Un despropósito igual al bloqueo de los eventuales en la Terminal y a la solución que se encontró para emparchar sus demandas.