Diego Romero: "Cuando se cobraba algo de plata, se lo dábamos al compañero que más la necesitaba"

Diego Romero charló con 0223 tras la victoria de Quilmes ante Peñarol que permitió asegurar la categoría. El pivot analizó la temporada y criticó a los dirigentes: "jugadores y cuerpo técnico estuvimos muy solos".

2 de Mayo de 2016 09:55

Quilmes pudo finalizar con una sonrisa de mueca no tan ancha la temporada 2015/2016 de la Liga Nacional de Básquetbol. El "Cervecero" se sacó la espina ante Peñarol, y además evitó tener que jugar el play off de permanencia. Diego Romero es uno de los jugadores más experimentados del básquetbol nacional. Acaba de culminar su cuarto año en el club marplatense, entre sus dos ciclos. El pivot misionero dialogó con 0223 tras el clásico, realizó un rápido balance de la temporada ("este grupo merecía un poquito más"), y en el final, casi con necesidad de expresarse, se desahogó sin pelos en la lengua al recordar las falencias dirigenciales y económicas que el plantel padeció y todavía padece (una deuda salarial que promedia los cuatro meses).

Primero, lo deportivo: "Fue lo que nos quedó para la última fecha, tratar de ganar el clásico y asegurar la categoría para Quilmes. Es una alegría, pero no era lo que nos habíamos planteado como equipo en la previa. Creo que a pesar de todos los problemas que tuvimos, el grupo se mantuvo unido y se merecía un poquito más. Pero la Liga no va por merecimientos sino por lo que hacés. De visitantes no jugamos bien en todo el año, por ejemplo", comenzó.

-Se pagó muy caro el inicio de la temporada, con malos resultados y lesiones...

-Sí, sí. Fue muy duro. En un momento eramos cinco mayores y cuatro juveniles. Después nos pusimos bien en diciembre y en enero tras el receso nos enteramos que Junior (Cequeira) estaba desgarrado, que Luca (Vildoza) otra vez tenía mal el pie, y arrancamos a remarla de atrás. Siempre digo que hay que sacarse el sombrero con "Chule" (Bruno Sansimoni) porque hizo un trabajo fenomenal, se bancó solo varios partidos y hasta ganó algunos partidos él, ante Instituto lo ganó el. Qué va a ser. A veces se dan temporadas duras, donde las lesiones no te perdonan. En esta Liga nueva, una lesión de dos semanas te saca siete partidos, cuando antes eran solo cuatro. Hay que adaptarse a eso también. Por lo menos nos vamos con una sonrisa.

-Fue un partido duro hasta el final, pero lo cerraron bien. ¿Por qué les costó al comienzo?

-Erramos muchos tiros abiertos al comienzo. Nos costó acomodarnos al partido pero atrás estábamos bien, y eso nos sostuvo todo el partido. Con el último triple de Massarelli antes del descanso llegaron a 31 puntos, entonces habíamos defendido bien. Pero al principio nos costó mucho. Si vos defendés en un momento te acomodás y eso fue la clave.

-Tenían una presión importante, jugar el clásico con el riesgo de caer al play off de permanencia, ¿cómo lo manejaron psicológicamente?

-En la previa estábamos tranquilos. Pero más que pensar en tener que jugar por el descenso, teníamos la espina clavada del clásico anterior, que habíamos hecho un gran partido. Eso fue bueno para nosotros porque no pensamos tanto en el riesgo de caer al play off con Sionista. En un momento del último cuarto los asistentes corrían para todos lados pero yo me enteré que había perdido Lanús cuando terminó el partido. ¡Me hubiesen dicho antes así no sufría tanto! (risas). Pero teníamos esa espina como grupo, habíamos cerrado muy mal el anterior clásico.

La deuda interna

Cuenta Diego Romero que se vuelve a Comodoro Rivadavia para disfrutar de la familia. Y que su hermano, Sergio, alias "Chiquito" (arquero de la Selección argentina y Manchester United), quiere que viaje a verlo a la Copa América Centenario en Estados Unidos. "Pará que no tengo un mango", cuenta que le dice. Y que el "1" lo retó: "Sos un boludo vos, no cobrás y jugás igual". A lo que el pivot razona: "él se piensa que esto es fútbol profesional, y es Liga Nacional de Básquet".

El plantel de Quilmes jugó esta temporada con una situación económica sumamente crítica. Deudas permanentes con el plantel, problemas de logística, y una "soledad" en la que el jugador hace hincapié en esta entrevista.

-Es prematuro, pero ¿te gustaría seguir en el club?

-A ver...con mi primer ciclo, este fue mi cuarto año en Quilmes y me encanta la ciudad, el club. Pero dirigencialmente hay muchas cosas que corregir. Mucho tiempo los jugadores y el cuerpo técnico estuvimos solos. Hay muchas deudas de plata con los jugadores. Entonces hay mucho que corregir como institución. Pero a mí me gusta jugar en Quilmes. Es temprano para hablar. Falta mucho. Hay que ver qué pasa con Leandro (Ramella), si me quieren. Por más que el presidente me diga "yo te quiero", si el entrenador no te quiere no hay solución. Pero ahora dejame descansar porque fue un año muy duro.

-Ese aspecto externo, ¿afectó de alguna forma el rendimiento del equipo?

-Claro. Siempre lo dije y se lo remarqué a los dirigentes, que tenían un grupo muy bueno, que agachaba la cabeza e iba para adelante, con dos extranjeros de lujo, porque ellos también estaban atrasados con los cobros y nunca dijeron nada. A veces se quejan más que nosotros y algún que otro entrenamiento tratan de esquivarlo, pero nunca públicamente.

-¿Y cómo hicieron para salir adelante? Deportivamente encima las cosas se complicaban...

-Es que jugás por el orgullo. Querés ganar, jugar play off, ir para adelante. El grupo te empuja a eso. Y te digo que temprano, dijimos: "Miren muchachos, no vamos a cobrar más. Vamos a terminar el año bien". Y te estoy hablando de febrero. Y vamos a hacer lo mejor por nosotros. Repito: estuvimos mucho tiempo solos. No sabíamos si íbamos a tener micro para viajar muchas veces, complicaciones que no se dicen porque sino critican que son excusas. Nosotros preferimos agachar la cabeza, juntarnos, ir para adelante, y cuando iba algo de plata, que se la lleve el que más la necesitaba. Nosotros fuimos muy honestos todos. El que llevó adelante este año malo fueron los jugadores y el cuerpo técnico. Fue duro, muy duro. Qué va a ser.