La ciudad precisa otra oportunidad

Analizar estos seis meses de la gestión del Dr. Arroyo no llevaría ni mucho tiempo ni tampoco se precisaría del auxilio de politólogos expertos, porque no hay gestión para analizar. Solo hay un montón de escandaletes y desencuentros propios de culebrones mexicanos.

Hay que reconocer que tuvo un comienzo auspicioso, como convocar al Sindicato de Luz y Fuerza Mar del Plata para interiorizarse sobre la crisis energética de la ciudad y apartar de la conducción de la Municipalidad al empresario Florencio Aldrey, pero hoy, nada de esto existe.

La administración Arroyo que constantemente trastabilla con su sombra, que ha sido incapaz de conformar un gabinete de gobierno, busca salidas en caminos trillados que la ciudadanía ya repudió en las últimas elecciones, manteniendo en su puesto a funcionarios de la gestión anterior que tanto criticó y funcionarios de la propia fuerza que se fueron disconformes o envueltos en escándalos y peor aún, de funcionarios que continúan y la verdad es que deberían irse.

Otro fracaso fue la incorporación de funcionarios importados de CABA, que con su coqueto “Tablero de Control” se sumergieron en el mar de las intranscendencias luego de su presentación y por otra parte, para Arroyo, le va a ser imposible convocar y encontrar apoyos fuera del círculo de amigos y familiares, ya que en estos tiempos se ha ganado la fama de ser un hombre sin palabra.

La propia incapacidad de gestión de Arroyo, lo ha llevado a claudicar frente a los intereses del empresario Florencio Aldrey, en quien el Pro de la Provincia y la Ciudad buscan lograr algo de gobernabilidad.

Del desembarco a Normandía, que prometió el actual Intendente, tan solo quedó el ingreso en masa de familiares y entenados como “Directores Coordinadores”, que tanto se criticó a las gestiones anteriores y que Arroyo sigue repitiendo, a manera de “hagamos caja mientras nos podamos mantener”.

El saldo final que dejaron los gobiernos anteriores fue calamitoso: primeros en desempleo, crisis energética, Salud y Educación públicas en estado calamitoso, puerto parado, temporada veraniega para el olvido, inseguridad, no tenemos tren después de 130 años de servicio ininterrumpido, etc.etc.

Muy lejos del cambio, Arroyo está profundizando la crisis en la ciudad y por imperio de la realidad insoslayable, Arroyo debería darle a la Ciudad la posibilidad de elegir nuevo Intendente en las elecciones del 2017.