Belén Casetta, una atleta que no le teme a los obstáculos

A los 21 años, viene de clasificar a los Juegos Olímpicos de Río en los 3.000 metros con obstáculos. Charla de 0223 con esta joven para repasar un presente de ensueño, no sin antes recordar el sacrificio del camino recorrido.

28 de Mayo de 2016 12:49

Obstáculos. Una palabra que encaja a la perfección para la marplatense Belén Casetta. Obstáculos de la vida, para superarse, no vencerse y lograr el sueño máximo de cualquier deportista. Obstáculos en la prueba de los 3.000 metros de cualquier pista atlética, la del Justo Román donde aprendió todo, o la del estadio Olímpico "Engenhâo" de Río de Janeiro al que volverá en agosto luego de alcanzar allí mismo la clasificación a los Juegos Olímpicos. 

Hace exactamente dos semanas, esta guerrera de apenas 21 años y estudiante de tercer año de la carrera de medicina, se lució en el Campeonato Iberoamericano de Río de Janeiro con un tiempo de 9m42s43/100 que le dio la medalla de oro y le dio nada menos que la clasificación a los Juegos Olímpicos. Así, se convirtió en la cuarta deportista de la ciudad en confirmar su presencia en la cita máxima del deporte mundial, junto al remero Brian Rosso y los maratonistas -y amigos personales- Mariano Mastromarino y María Peralta. "Cuando crucé la meta no lo podía creer", le dice Belén a 0223 en las primeras palabras de esta entrevista donde la intención es que el lector conozca un poco más de esta atleta. Su sacrificio previo, inmenso; y su felicidad actual, que la desborda.

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Dice que su objetivo eran los Juegos de Tokyo 2020. Pero que su padre Edgardo -su impulsor y quien dejó este mundo el año pasado- ya le decía que sacaría pasajes para Río de Janeiro. Belén Casetta ya se imagina recorriendo los pasillos de la Villa Olímpica. Sueña con cruzarse a "Manu" Ginóbili, pero más que nada sacarse una foto con su ídolo Usain Bolt. Y ya comprometió a su madre para que la acompañe junto al resto de la familia. 

-¿Comenzás a tomar noción con el paso de los días de lo que conseguiste?

-Y sí. Me pongo a ver videos en youtube de 3.000 metros con obstáculos de Beijing o Londres 2012, y es como que me dan una referencia de la marca que yo hice. Voy viendo las marcas de las chicas, cómo van accediendo a la final, en qué tiempos corrían.

- Fue como una nube, imagino, ¿qué fue lo primero que se te vino a la mente?

-Cuando crucé la línea no lo podía creer. Yo iba controlando los parciales porque tenía un chip y había un reloj digital en cada vuelta. Antes de largar me sentía segura, con una confianza enorme. Más que nada por el entrenamiento que había hecho en Cachi (Salta). Y pensé que ese entrenamiento en la altura valió la pena.

-¿Cómo fueron esas semanas en Cachi?

-Durísimas. Estuve 21 días entrenando sola. Por lo general vamos en grupo, pero el "Colo" (Mastromarino) y Marita (Peralta) no tenían nada que preparar. Yo siempre engancho los entrenamientos con ellos. Pero esta vez fui sola. Encima es un pueblito donde hay poco por hacer, y son todas lomas, no te dan ganas de bajar a la plaza principal porque después tenes que subir todas las lomas. Fue un entrenamiento del que me quería volver. La cabeza me jugaba en contra. Me decía “me quiero volver, ya está, entrenás en Mar del Plata”, pero también me decía “un día más, un día más”. Lo sufrí.

-Más meritorio aún, porque ni siquiera tuviste a alguno de tus entrenadores. Te autoexigiste y cumpliste, dado el resultado...

-Imaginate que me entrenaba sola. Me tomaba los tiempos yo, la recuperación, los trotes que me levantaba y tenía que elegir un circuito. “Dale, dale, para adelante”. Le gané a la cabeza. E iba con un objetivo que era el Iberoamericano.

Casetta, sobre la pista olímpica azul, segundos después de cruzar la meta y obtener la clasificación a los Juegos de Río.

-El Grand Prix de Mar del Plata fue el envión final que te estableció una pauta de que se podía llegar a Río, ¿por qué fue tan inesperada esa marca? (N.de la R: el de marzo obtuvo el récord nacional absoluto y de la categoría sub 23 en los 3.000 metros con obstáculos, con 9m55s57/100).

-Yo pensaba que no iba a llegar bien preparada. Leo (Malgor) mismo me lo dijo: “estate contenta por los 1500 metros porque fuiste a ponerte en forma a Cachi, era lo que esperábamos. Tranquila mañana con los 3.000 con obstáculos, que salga lo que salga, vamos a seguir entrenando para más adelante”. Y cuando hago el récord argentino, a Malgor se le cambió la cara. “Si corriste sola y todavía no estás en forma, cuando te pongas para el Iberoamericano vas a recuperar tu marca impresionantemente”. Encima había corrido sola, sin competencia. 

- Pensando en Río, ¿cómo estás posicionada de cara a los Juegos entre otras competidoras?

-Y…hay chances. Si sigo haciendo las cosas bien, tanto en la alimentación, en el descanso, en cuidarse de las lesiones con las elongaciones y los entrenamientos, nada es imposible. Hay que intentarlo. Dar todo lo mejor que se pueda. Intentar entrar a la final. Mis entrenadores se fijaron en el ranking de la IAAF y hasta ahora, faltando que varias chicas corran aún, estoy 20º.

-Entrar a la final sería el objetivo…

-Es ir con confianza, intentar seguir mejorando la marca. Estoy a 1s70/100 del récord sudamericano sub 23 y de mayores absoluto. El objetivo es intentar entrar a la final, quedar dentro de las 15 mejores del mundo.

-¿Antes del Grand Prix era el objetivo llegar a Río? ¿O esto es inesperado?

--El objetivo de mis entrenadores era Tokyo 2020. Pero gracias a ellos entré a este. El sueño siempre estaba de entrar a los JJOO. Es más, en el fondo de pantalla de mi celular tengo la imagen de los Juegos desde el año pasado, en la pieza tengo carteles de los Juegos de Río, era una obsesión. Y mi papá siempre diciéndome : “Yo ya me voy a Río, ya me voy a Río”. Desde Rosario en el año pasado cuando corrí en 10 minutos 09, que mejoré mi marca ahí. Ni siquiera había entrado a los Panamericanos de Toronto y mi papá ya decía que iba a ir a los Juegos Olímpicos. Ya quería sacar el pasaje. Yo le decía “pará, aflojale, todavía falta muchísimo papá”. Pero él me tenía mucha confianza que iba a mejorar.

Cómo no iba a ingresar rápido a la charla el nombre de su padre, Edgardo. Falleció en junio del año pasado, justo cuando ella estaba en una concentración del CENARD en Buenos Aires. Volvió a Mar del Plata para despedirlo, y viajó de inmediato al Sudamericano de Lima, donde con una entereza única y que la describe, logró la marca que la clasificó a los Juegos Panamericanos de Toronto. Pero antes de irse físicamente, el padre había vaticinado esta clasificación olímpica de su hija cuando parecía muy lejos. Con emoción y agradecimiento, la atleta se expresó ante 0223: "Mi papá falleció el año pasado por un cáncer terminal. Pero la peleó muchísimo y él siempre respecto al deporte me apoyó. Te soy sincera, él es el que me incentivó para que haga atletismo. Yo jugaba al tenis, y él a los 13 años me propuso correr el mini maratón de Apand que se hace todos los años en Mar del Plata. Entrenarme. Ahí empecé, desde los 13 hasta ahora". 

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"Me quiero sacar una foto con Usain Bolt"

-Pensando en lo que viene, ¿cómo será la preparación?

-Tras el Sudamericano Universitario (el martes obtuvo el récord nacional en 5.000 metros llanos Sub 23), Haré un entrenamiento en la altura pero esta vez en la altura de Paipa, Colombia, iré con Mastromarino y Peralta. Hay calor, 86 % de humedad, un clima similar a Río de Janeiro. Estaremos desde el 17 de julio, y el 10 de agosto arribaría a Río, para debutar el 13 a la mañana en la serie de los 3.000 metros con obstáculos.

-Menos estudio, más entrenamiento...

-Sí. Con la preparación a los Juegos acordamos con mis dos entrenadores de cuidarme previamente. Respecto a la facultad, después de los Juegos me dedicaré a pleno con el segundo cuatrimestre. Pero ahora voy a tratar de meter finales por el tema de la cursada, porque voy-vengo, no duermo siesta, no voy al masajista, no meto kinesiología y no recupero muscularmente. Entonces me dijeron: "te tenés que cuidar porque los juegos son cada cuatro años". No me puedo lesionar como a Leonardo Malgor  antes de Atlanta 96. Ahora le tengo que aflojar. Pero tampoco perderé ritmo porque estudiaré para los finales.

-¿Vas a tener a la familia en la tribuna del estadio Olímpico?

-Ya la obligué a mi mamá Silvina para que me acompañe, cueste lo que cueste, porque era el sueño de mi papá, que iba a ir. Se tiene que tomar licencia en el trabajo o lo que sea. Mis tres hermanos: Leandro, Nacha y Agustín, que son mas chicos que yo.  Mis abuelos Alberto y Mari, que harán su primer viaje al exterior. Y mi primo de 17 años, que también viajará afuera por primera vez y la mamá lo dejó. Van a viajar y quiere verme en el estadio.

-¿Agradecimientos?

-Le quiero agradecer a toda mi familia que me ha apoyado desde el principio y hasta ahora, a mis entrenadores que siempre están, se pagaron el viaje para estar en Río, me pagarán el entrenamiento en la altura, invirtieron para que vaya a entrenar allí. También a la Universidad Fasta, porque me ayudan bastante con el tema de las asistencias. A Nike Argentina. A la Fundación Curuchet, porque Juan está pendiente de todo a nivel deportivo, y su apoyo me ayuda muchísimo.

-En la villa olimpica, los deportistas de elite se sacan la "pilcha" de estrellas y se sienten entre pares, ¿te imaginás cruzándote con alguien?

-Me lo comentó Marita eso. Por ejemplo, Manu Ginóbili es muy buena persona, en la forma de hablar y como se suelta. Son muy amigos. Y todos los argentinos que están en la villa olímpica se convierten en amigos. Entonces yo lo primero que voy a hacer, es foto. Me quiero sacar una foto con vos, con vos y con vos. Si puedo enganchar a Usain Bolt, que disputará sus últimos Juegos Olímpicos, ya está. Me encantaría encontrarlo.

-Quien dice, después te pidan foto a vos...

-(risas) Nooo! no creo, che...