Los bancos y sus prácticas abusivas: emiten tarjetas de crédito nunca solicitadas

Las denuncias por esa irregular operatoria movilizaron a la Defensoría del Pueblo a intervenir ante las entidades financieras. Tres casos particulares retratan un circuito de deudas inventadas que dejan indefensos a los consumidores y generan trastornos.

4 de Mayo de 2016 17:11

Por Redacción 0223

PARA 0223

En el último tiempo la Defensoría del Pueblo bonaerense logró resolver a favor del consumidor tres casos muy particulares de tarjetas de crédito nunca solicitadas. Una operatoria irregular de algunos bancos que generan gastos sorpresivos, demandas fantasmas y una sensación muy negativa para la gente. 

La Ley 25.065 referida a la emisión de tarjetas de crédito, en su artículo 8, plantea claramente que “el contrato entre el emisor y el titular queda perfeccionado sólo cuando se firma, se emiten los respectivos plásticos y el titular da la conformidad”, explicó de movida el secretario general a cargo de la Defensoría, Marcelos Honores.

Uno de los sucesos irregulares le ocurrió a María, una consumidora que se sorprendió cuando recibió una nota de la empresa de seguros Met Lif que le daba la bienvenida y le asignaba un número de póliza vinculado a una tarjeta de crédito que nunca tuvo ni había pedido. Si perdía el plástico emitido por Movistar-Itaú, María tendría cubierto los costos. “Llamé al Banco y aclaré que no me interesaba el servicio, que no la iba a habilitar ni utilizar”, contó la mujer.

Al tiempo, el Banco le envió una carta informándole que habían cerrado su cuenta y 20 días más tarde un reclamo de deuda por más de 1.000 pesos. Por último, María recibió otra carta de un estudio jurídico que la intimó a aprovechar “la última oportunidad de solucionar el problema”. 

Intimamos al banco a desistir de cualquier reclamo de dinero en concepto de renovación o gastos de emisión, ya que dicha tarjeta nunca fue solicitada, aceptada, ni utilizada, además de extender al denunciante un certificado de libre deuda”, destacó al respecto el coordinador del área de consumidores de la Defensoría, Henry Stegmayer, mediador durante meses hasta la resolución positiva del tema.

Otro de los casos lo vivieron Beatriz y Gustavo, a quienes les reclamaron deudas de una tarjeta Mastercard que nunca pidieron, luego de comprar un teléfono celular en cuotas. Una vez terminado el pago final, a ambos les llegaron cartas para renovar la tarjeta que nunca habían aceptado. “La oferta era pagar la renovación, o pagar la totalidad de una deuda inventada”, explicó uno de los afectados.

Soledad Polito, del área de consumidores de la Defensoría, asistió a la pareja danmificada y recomendó no quedarse nunca con la tarjeta. Hay que devolverla al banco, con una nota de rechazo. Si bien la ley establece que el consumidor no está obligado a hacerlo, nosotros aconsejamos asentar por escrito la no aceptación del servicio para evitar posibles malos entendidos. En la práctica, suele ser lo más efectivo, avisó.

El último hecho divulgado por la entidad de asistencia lo sufrió Adela, que decidió pagar la renovación de una tarjeta que nunca había habilitado por temor a generar un monto mayor. El abogado del estudio jurídico que la llamó, le aseguró que no iba a recibir más reclamos. Sin embargo, tiempo más tarde, recibió la intimación de pago de otra agencia de abogados, por una deuda de  2 mil pesos, referida a una compra que nunca había hecho.

“Es importante saber que todas las personas tienen derecho a rechazar cualquier producto o servicio enviado que no hayan solicitado”, señalan desde el Área de Consumidores de la Defensoría. “La experiencia adquirida en los casos tratados y las actuaciones en situaciones diversas de agravios a los derechos del consumidor, evidencian la necesidad de contar con más protección normativa como la que se propone, concluyó Honores.

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