Afirman que el Gobierno pagó gas a Chile un 128% más caro que a Bolivia

El contrato convalidado por el ministro de Energía, Juan José Aranguren, prevé una cláusula secreta y una precio muy superior. El Gobierno señaló que la compra debió hacerse por problemas en la administración energética boliviana.

6 de Mayo de 2016 09:08

Por Redacción 0223

PARA 0223

El ministerio de Energía que dirige Juan José Aranguren cerró un contrato de compra de gas a Chile con un precio que resulta un 53% más caro que el GNL que llega por barcos y un 128% más elevado que lo abonado por las importaciones provenientes de Bolivia.
Pero la cuestión no queda ahí: el Enarsa deberá pagar la totalidad de la compra por anticipado -a diferencia de los despachos de Bolivia que se pagaban a mes vencido-, además que determina que cualquier controversia será resuelta por la legislación de Nueva York y obliga a las partes a mantener el acuerdo bajo un marco de “estricta reserva y confidencialidad”.

Según la documentación según consignó el portal La Política Online, el contrato de suministro que suscribieron Enarsa y Solgas - una firma intermediaria del grupo internacional GDF Suez - prevé la entrega de 86 millones de metros cúbicos de gas entre mediados de mayo y el 15 de agosto y prevé un precio fijo de 6,90 dólares por millón de BTU (MBTU) durante los tres meses de vigencia del acuerdo para el combustible entregado en la frontera argentina-chilena a través del gasoducto Norandino. Ese valor resulta un 128% más caro que los 3,02 dólares por MBTU que Argentina paga actualmente por gas que envía Bolivia.

Y comparado con gas importado que llega por barcos a Bahía Blanca y Escobar, el precio del contrato con Chile es un 53% más alto que el promedio de 4,50 dólares por MBTU que aceptó pagar la propia Enarsa en la última compra de 30 cargamentos de GNL que cerró el mes pasado.

Por su parte desde el gobierno de Mauricio Macri no desmintieron el costo más caro del gas pero aclararon que esta dçcompra se debió a que “las autoridades energéticas (bolivianas) estiman que recién en julio podrán incrementar sus envíos, aún por encima de lo comprometido en los contratos vigentes”. Además de remarcar que “el contrato no es secreto, aunque sí posee una cláusula de confidencialidad que se cae cuando las autoridades competentes lo requieran la información en ambos países o en caso de que cualquiera de los dos ministerios de energía se vieran en la necesidad de difundir la negociación".

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