“Hay temor a perder el empleo y eso lo tenemos que cambiar rápidamente”

Jorge Macri asegura que en el segundo semestre comenzará a revertirse la sitaución del país y remarca que ya hay sectores que exhiben reactivación. Afirma que la gente con la que habla no está "enojada", aunque reconoce que hay preocupación. "El grueso de lo que había que hacer poco simpático lo hemos hecho", indica. 

11 de Junio de 2016 18:32

Por Redacción 0223

PARA 0223

El intendente de Vicente López, Jorge Macri, fue el jefe de campaña de María Eugenia Vidal y todavía mantiene una estrecha relación con la gobernadora. Es, además, primo del presidente Mauricio Macri. Por lo tanto, es una voz autorizada para trazar un balance de estos primeros seis meses de gestión tanto a nivel provincial como nacional.

El también presidente del Grupo Bapro es optimismta acerca del tan mencionado segundo semestre y espera que a partir de la reactivación que ya advierte en el campo, la obra pública y la construcción, se recupere un clima de confianza y consumo en el país. 

Macri sostiene que el gobierno nacional ya tomó las decisiones más difíciles, aunque reconoce que el efecto de esas decisiones todavía persiste. Sin embargo, remarca que la gente no le habla "enojada", sino angustiada por los incrementos, especialmente en las tarifas. "Todavía tenemos crédito", dice en una entrevista con 0223. El jefe comunal también habla de la seguridad y dice que llevará "muchos años" recuperar la tranquilidad que se pretender. Y en materia de educación en la provincia de Buenos Aires anticipa que en 2017 "habrá una realidad distinta". 

-¿El gobierno ya superó el momento más difícil del gobierno?

-Desde el punto de vista de las decisiones, se ha superado el peor momento. Desde el punto de vista del efecto sobre la gente no. Son medidas difíciles, dolorosas, que tienen un impacto en mucha gente que ve afectado su nivel de ingresos. Es poco agradable ajustar tarifas y en la magnitud en la que la hemos tenido que ajustar.

-¿Por qué se hizo?

-El sistema anterior no funcionaba. Vos le podés explicar a la gente y la gente lo entiende y es consciente de que la luz se cortaba, el gas no alcanzaba. Pero cuando llega el ajuste de tarifas a nadie le gusta y no hay ningún gobierno que lo quiera enfrentar. Por algo el gobierno anterior nos trajo así, en una especie de fantasía en la que las cosas no costaban, pero iban a existir siempre. Eso no aguanta más. Y hay algo que Mauricio siempre dijo: no iba a mentir. Esto es parte de decir la verdad. La luz no puede costar lo que costaba, el gas no puede costar lo que costaba.

-¿Y cuál es la respuesta que se encuentran de la gente?

-Yo me cruzo con vecinos que te dicen ¿Cómo voy a hacer? El grueso de lo que había que hacer, poco amigable, poco simpático, lo hemos hecho. Ahora resta que este reordenamiento de las cuentas públicas nos permita dar el paso adelante y generar empleo, desarrollo, tener un Estado más sano. Eso es lo que la gente espera. El crédito todavía lo tenemos. Cuando me vienen a hablar los vecinos no vienen enojados, vienen con más angustia que con enojo.

-¿El incremento de las tarifas de luz y gas no se pudo haber hecho de otra manera, teniendo en cuenta que después de autorizarlos tuvieron que aplicar topes y rever algunas medidas?

-En algunos casos las medidas tuvieron un efecto mucho más alto del que se buscaba. Nunca pensamos en 1900% o 1000% de aumento. Cuando vos sacás un sistema tan cruzado por subsidios tenés ese efecto. Por eso dimos marcha atrás. Lo mejor que podés hacer con los errores es corregirlos rápido, no negarlos. Mauricio siempre ha hecho lo mismo.

Es difícil saber si había otra forma. La verdad que no hay manera amigable de ajustar las tarifas. Aún con estos ajustes hay muchas tarifas que van a tener que seguir siendo subsidiadas por el Estado.

-¿Cuáles por ejemplo?

-Casi todas están por debajo de lo que deberían. Por eso hay que avanzar rápido con las licitaciones de energías renovables, donde la provincia de Buenos Aires va a tener un rol importante. Yo estuve en Alemania y en estos días estuve reunido con empresas de Irlanda, especialistas en el tema de energía eólica. Hay un interés tremendo por participar en las próximas licitaciones. Lo interesante es ver cómo en Chile eso ha generado en los últimos tres años caídas del 40% en el precio de la energía.

La energía eólica, además de no contaminar, es muy competitiva y genera una baja de las tarifas. Ahora tenemos que ir a una expansión de la oferta, que haya más electricidad  y más gas, y eso permita sostener o que bajen las tarifas.

-Más allá de lo que destacaba de la gente y los tarifazos, hay una preocupación concreta del sistema productivo. ¿Temen que el enfriamiento de la economía se agrave?

-Creemos que no estamos en una situación tan de crisis porque ya empieza a haber una reacción en algunos sectores. El campo: estamos mirando una cosecha récord de trigo, que hace años estaba en caída; el maíz empieza a producirse mucho más; la soja mejoró el precio internacional, con lo cual pese a las inundaciones habrá un efecto neto de más de 3 mil millones de dólares que no se esperaban. Eso generará mucha redistribución en el interior, el campo genera más consumo, un chacarero que se puede comprar un departamentito, entrar en un pozo de una obra nueva. Eso empieza a reaccionar.

-¿Qué otro sector?

-El otro sector es la construcción: ya hay más pedidos acá y en el Conurbano. Y también está la obra pública que ya definió la provincia y que estamos empezando a hacer los municipios con fondos provinciales. Todo eso muestra algo de expansión en ese sector. El impulso de obra pública y la reacción del campo, más algo de expansión de la construcción privada, van a empezar a generar un cambio de clima que vuelva a generar más consumo, más tranquilidad al comercio.

-¿Creen que eso evitará que se produzcan despidos?

-Yo creo que más allá de que algunas personas han perdido su empleo, lo que hay que es mucho temor a perder el empleo que tienen. Eso es un cambio de clima. Acá viene mucha gente a tomar café y el que atiende, limpia o cocina siente que no está en riesgo su trabajo. Cuando ves un negocio vacío te da miedo, entonces empezás a vivir ese temor a perder el empleo aunque no lo hayas perdido. Eso lo tenemos que cambiar rápidamente y estoy convencido de que el segundo semestre va a ayudar mucho.

-¿Esperaban que las inversiones llegaran más rápido?

-Lo de Brasil no ayudó mucho, generó un impacto en la industria automotriz que no es menor. Es una industria relevante porque nuestra principal vía de exportación es a Brasil. El 70% del intercambio comercial con Brasil está vinculado a la industria automotriz. Eso fue un impacto no previsto, nadie imaginaba una crisis tan profunda y tan rápida, política y económica en Brasil. Pero son las realidades de lo que te pasa gobernando. Como contrapartida apareció ahora el precio de la soja. Hay algunas buenas y otras malas.

 

Seguridad, fondo del conurbano y educación

-Cuando habla de seguridad y pese a que el gobierno informó la mejora de algunas estadísticas, dice que no se celebra porque siguen ocurriendo hechos. ¿Qué se mejoró y qué queda por mejorar?

-Hay un trabajo coordinado entre Nación y Provincia que antes no existía por tensiones políticas. Eso ayuda al delito. Hoy hay un trabajo conjunto. ¿Eso ha generado un cambio profundo? No, todavía no.

-¿En qué se refleja ese trabajo articulado?

-En muchas de las investigaciones de bandas que estamos deteniendo. Lo del líder de Los Monos, por ejemplo. Que las fuerzas federales puedan trabajar con la AFI -no haciendo escuchas de periodistas o dirigentes sino investigando el delito federal- y con fuerzas provinciales empieza a traer esos resultados. Hay muchas bandas desarticuladas en este tiempo en el Conurbano. Hoy ves presencia de fuerzas federales en el Conurbano y las ves coordinadas.

A mí como municipio si viene Gendarmería me avisa y tengo mi fuerza municipal, más la policía de la provincia, más la gendarmería y tenemos un plan conjunto. Obviamente, recuperar la seguridad en la que nos gustaría vivir va a llevar muchos años. Creo que empezamos a lograr no estar peor, pero recuperar una sociedad en la que si tu hijo sale a la noche vos te podés ir a dormir tranquilo va a llevar tiempo.

-¿Se puede lograr?

-Sí, se puede lograr. Muchos países lo han logrado. Yo veo el camino que ha recorrido Colombia en recuperar seguridad interior, pese a que todavía está peor que nosotros pero de donde venían a donde están ahora, han recorrido un camino notable.

-¿Cómo son las negociaciones para recuperar el fondo del conurbano que están llevando adelante con Nación y Provincia?

-Para mí es un orgullo tener una gobernadora que cumpla ese compromiso de campaña. Todos recordamos entrevistas a candidatos y precandidatos a gobernador, todos prometen que van a ir a pelear los recursos de la Provincia. Después se hacen gobernadores y se olvidan. O porque quieren ser el heredero del gobierno de turno, quieren ser candidato a presidente y no quieren conflicto. A los 4 meses de gobernar tener una gobernadora que se plante y diga Acá hay 55 mil millones de pesos que me deberían dar y es justo que me lo den porque esta provincia tiene una deuda social, en infraestructura, en educación, en salud, me da orgullo, me saco el sombrero y lo festejo.

Creo que de la misma manera lo tomaron todos los intendentes. Nosotros podemos ayudar hablando con los diputados que conocemos y todavía no están convencidos. Ejerciendo una sana presión política sobre el Congreso para que el tema se trate y nos den los recursos.

-¿Cuál es la respuesta del presidente?

-El presidente ha definido que el reclamo es justo y él está para acompañar. Lo cual supone un acompañamiento de todo Cambiemos, hay que convencer a otros.

-¿Cuánto modificaría la situación de la provincia?

-Mucho, mucho. Sería un cambio relevante, le permitiría a la provincia empezar a hacer obra de manera sostenida. El plan de obra de infraestructura de la provincia son 25 mil millones de pesos, 10 mil a través de los municipios y 15 mil que va a ejecutar en obras hidráulicas y de rutas la provincia. Esto es el doble de eso. Y ya este plan de 25 mil es mucho más grande que el que venía. Sería esa sensación de tener una provincia que un año hace una ruta, al siguiente otra, un día arregló una escuela, después una escuela nueva en otro lado. Eso que hace años que no vemos. ¿Hace cuánto no ves una ruta nueva? A lo sumo has visto un reasfaltado, un bacheo. Hace años que no se hacen obras. Este año tenemos un plan de inversión de obras de rutas muy importante. Más de 2.800 kilómetros de autopista en todo el país.

-¿Se puede esperar para 2017?

-Por lo menos parcial, supongo. Tal vez no ganemos la batalla de una sola vez y hay que sostenerla y tener firmeza. Pero lo primero es lograr instalar el tema, porque a veces hay una sensación de que la pobreza está en Salta, Jujuy y hay que ayudar a esas provincias. Pero hay mucha pobreza en la provincia de Buenos Aires y tiene un tratamiento muy inequitativo.

Lo primero que logró la gobernadora es instalar con seriedad que acá hay una deuda con la provincia. Ese es el primer paso necesario.

-¿Con ese cuadro de situación, fue un error anunciar que la meta era pobreza cero?

-No. Es utópico, ningún país lo logra, pero no importa, vos tenés que plantearte objetivos utópicos. Además, es un ordenamiento, yo lo hice en mi gabinete. En Vicente López todos los secretarios tienen que identificar dentro de su área qué parte de su gestión ayuda a pobreza cero. El concepto de abordaje de terminar con la pobreza no es nada más lograr que alguien esté por encima de la línea de pobreza económica.

Yo tengo algunos barrios carenciados en Vicente López. Por ahí trabajan los dos integrantes de la familia y tienen más de 25 o 30 mil pesos de ingresos. Técnicamente no son pobres, pero no tienen vivienda propia, no tiene acceso a información, la educación que reciben sus hijos es pobre y ellos no han terminado la escuela. La mirada respecto a la pobreza debe ser mucho más amplia, es más parecida a la que plantea ONU o Unicef: vos podés ser pobre aunque tengas plata en el bolsillo. Y tal vez podés no ser pobre aunque estés debajo de la línea, pero tus hijos estudian, tenés vivienda propia, tenés acceso a la información, tenés libertad, tenés la chance de elegir. Creo que hay que trabajar en lograr eso. Yo tengo un sueño: que Vicente López sea ese lugar donde podamos mostrar que esa utopía es lograble.

-Para lograr eso, en la salud y la educación en la Provincia son cuentas pendientes.

-Sí, y agua y cloacas. Es imposible hablar de salud cuando vos no tenés acceso a agua potable o estás conviviendo con una cloaca a cielo abierto. Entonces, es todo un paquete de cosas pero la educación sin duda es al gran tema. La mitad de los chicos en la provincia de Buenos Aires no termina el secundario.

-¿Qué se planea este año para revertir eso?

-El primer paso fue haber empezado las clases en tiempo y forma. Parece anecdótico, pero hacía años que no se lograba. Después, trabajar mucho en capacitación a los docentes y en el aula. La Ciudad de Buenos Aires recorrió un gran camino en ese sentido. Hoy casi la mitad de los chicos de escuelas públicas tienen jornada completa. Solo el 2% en provincia. Ese es el camino, esa es la visión que tiene María Eugenia, pero estamos muy lejos de poder lograrlo todavía. Acá en Mar del Plata hay escuelas y marchas por reclamo de calefacción, un problema histórico de la provincia. Estoy convencido de que el año que viene, habiendo relevado todas las escuelas y con las obras de infraestructura que estamos haciendo, va a haber una realidad distinta. Este año todavía estamos a mitad de camino. Es muy difícil hacerlo en 6 meses, cuando asumís con muy poco tiempo para hacer las obras, sobre todo cuando solo se pueden hacer en verano.