Vicky enojadísima con Ottavis: "Está rodeado de amigos de narices"

Xipolitakis reapareció y contó los motivos de su separación del diputado de La Cámpora. "Es una persona enferma, me fue infiel y me manipulaba", aseguró. 

11 de Julio de 2016 13:35

Por Redacción 0223

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Tras su separación del diputado de La Cámpora José Ottavis, Victoria Xipolitakis desapareció del mundo de la farándula hasta que, el último domingo fue invitada al programa de Susana Giménez y contó toda su verdad en la que incluyó críticas a su expareja por infidelidades, traición y por estar rodeado de "amigos de narices". 

"Vi un montón de situaciones y cosas que me provocaba, me 'psicopateaba'. Descubrí cosas, fotos con otras chicas que estaban en el mismo estado que él, con esos polvos blancos en el cuerpo, teniendo relaciones. Me decía que eran fotos viejas pero con fecha actual. Encontré cosas en la casa, eróticas. Desde trajecitos hasta juguetitos", reveló la griega y completó:  "Me separé porque no era feliz. Sufrí una decepción muy fuerte. Me decepcionó como hombre y como persona. Me estaba borrando la sonrisa. Yo soy felicidad, soy luz y me metí en un lado que era todo oscuridad".

Por otra parte, Vicky habló acerca de las adicciones de Ottavis: "Él estaba en su mambo. Cinco o seis días estaba sin dormir. Yo estaba viviendo la vida de un drogadicto sin serlo. Yo era la única real en su casa. Todos los que tiene a su alrededor son compañeros de narices. Llega el día que el cuerpo se le moría y desaparece para descansar. Fue el mismo día de los Martín Fierro, que lo estaba llamando para que lo despierten porque se dormía todo el día y no daba más. José es una persona enferma, ojalá se pueda curar por el hijo que tiene, que fue muy bueno conmigo, lo quiero y lo respeto".

"Quiero aclarar que nunca fue agresivo. Pasa por otro lado, pasa por la falta de respeto, eso es traición. Me manipulaba, me psicopateaba. Me apagaba el teléfono, me decía que no tenía batería, pero lo volvía a prender y estaba lleno de mensajes. Después decía que no se acordaba la contraseña, me hacía todo en la cara. Me decía que si lo dejaba se mataba. Una vez se puso un banquito, se colgó de la ventana y me dijo que se mataba. Otra vez me dijo que si lo dejaba se ahogaba", contó.