Pintadas contra Arroyo: la policía le erró de casa y provocó destrozos en el hogar de tres ancianos

Rubén cuenta que tiene 70 años, que nunca se tomó ni un vaso de vino con los chicos del fondo y que es bastante común que se encuentre y salude al intendente por el barrio Don Bosco. El vecino de los hermanos aprehendidos por las pintadas contra Carlos Arroyo, también cuenta que anoche durmió mal y que estuvo descompuesto, no porque comió pesado, sino por haber quedado nervioso de lo vivido unas horas antes en Don Bosco al 1900.

Según contó a FM Residencias, este martes por la tarde, cuando fueron por los jóvenes, la Policía destrozó la puerta de ingreso a su casa y entre más de 15 personas le revolvieron todo "hasta que se dieron cuenta que no era el departamento que buscaban". Para entonces, Rubén y su hermano estaban tirados en el piso.

"Se mandaron al primer lugar que encontraron. Hasta nos rompieron la puerta del dormitorio. Ellos podrían haber averiguado antes quién vivía en qué lugar. Cuando vieron que se equivocaron, se fueron y bien, gracias", relató Rubén, que dijo que cuando todo eso pasó su esposa estaba en cama. "Somos todas personas de 70 años y tenemos problemas cardíacos", deslizó y recordó que "estas cosas pasaban en épocas malas".

"Yo les pregunté quién se haría cargo de eso -por las puertas rotas y todo lo tirado al paso de unos 15 efectivos de policía, algunos encapuchados- y no me respondieron nada", se quejó Rubén, que pasó la noche con una tabla clavada en la puerta de entrada.

Sobre si conoce a los chicos acusados de pintar el paredón del intendente, el hombre aclaró: "No me tomé ni un vaso de vino con ellos".