Bariloche, con 75% de ocupación: “Tenemos un sector privado que aprendió de las crisis”

0223 viajó a la localidad rionegrina y entrevistó al Secretario de Turismo de la comuna, Marcos Barberis. ¿Cómo se relaciona el principal destino patagónico de invierno con las tarifas hoteleras y gastronómicas y cuál fue el impacto en el rubro al cambiar el gobierno?.

El Centro Cívico de Bariloche, con los primeros turistas del invierno.

20 de Julio de 2016 08:19

Bariloche vive por estos días una gran afluencia de turistas. Varios de ellos marplatenses, que han llenado los aviones en los nuevos vuelos directos a la Patagonia desde el aeropuerto Astor Piazzola. Las primeras grandes nevadas llegaron justo en la previa del inicio del receso invernal y generaron un entusiasmo importante en el sector turístico de esa bellísima localidad rionegrina.

Luego de un mes de mayo con una caída importante en los registros relacionados al arribo de visitantes, la tendencia cambió al alza y la llegada del mes de julio generó una continuidad de buenas noticias: 75% de ocupación en las 27 mil camas habilitadas en el distrito patagónico.

A orillas del majestuoso lago Nahuel Huapi, el invierno siempre ha sido la estación de mayor atracción para argentinos y extranjeros de Sudamérica. Sin embargo, sobre todo en las últimas décadas, los turistas han descubierto que también durante el verano, Bariloche y su zona de influencia se transforman en un destino de muy buenas oportunidades para disfrutar de las vacaciones.

Para conocer sobre la actualidad del lugar y detallar algunos mínimos pormenores en la forma de trabajar del gobierno municipal, 0223 tuvo la posibilidad de entrevistar a Marcos Barberis, Secretario de Turismo y Producción de la comuna.

-¿Cuál ha sido la situación del turismo en Bariloche en este primer semestre del año y cómo impactó el cambio en el gobierno nacional?

​-Durante el último verano tuvimos la suerte de mantener los números del año anterior, estuvimos con un 73% de ocupación promedio, lo mismo que en el verano del 2015. Y esto creemos que se debió fundamentalmente a tres ítems: uno de los principales, fue que aquellos que eligieron la cordillera no tenían otro destino para compararlo en el exterior, como si sucedió en la costa, que era playa argentina o playa brasileña. Entonces, los que eligieron cordillera generaron que en toda la zona andina los números de ocupación estuvieran aceptables. Después, venimos haciendo un trabajo desde hace mucho tiempo con el Emprotur, de posicionamiento de marca y de instalación de servicios, que está dando resultados, los cuales se notan en estos momentos, al mantenerse los números. Y finalmente, tuvimos un gran esfuerzo por parte del sector privado, que en diciembre, en el momento de la devaluación, decidió bajar los precios entre un 10 y un 15%, en lo que respecta a gastronomía y hotelería, previo a la temporada, algo que salimos a comunicar en plenitud. Hubo un cóctel de cosas que ayudó a tener un verano aceptable.

 

Devaluación + tarifazos = ¿muchos menos turistas?

Barberis habla con mucha gentileza y no evade ninguna respuesta. Consultado por las medidas del nuevo gobierno, no tuvo problemas en reconocer que en su área de trabajo creíamos que el año turístico iba a ser más complicado”. 

En temporada baja, mayo fue un mes muy malo, junio levantó y empezamos julio con un nivel de ocupación del 60%, algo tradicional en esta época del año. Con el inicio de las vacaciones de invierno en ciudad de Buenos Aires, vamos a llegar al 75%, promedio de los últimos tiempos. Viendo estos números, creemos que es un año que nos sirvió para mantenernos, teniendo en cuenta que Argentina está viviendo un problema con las tarifas y la devaluación y que nuestro principal mercado, el brasileño, también tuvo situaciones de crisis política y económica. Nos da una cierta tranquilidad para trabajar el verano que viene más fuerte y mejorar los números. Venía muy lento el tema de las reservas confirmadas, venía lento el tema de la nieve. Incluso los hoteleros estaban sorprendidos por estar al 60% de ocupación la semana pasada. Habían conseguido huéspedes pero relegando tarifas, lo que genera que sus márgenes de operación y ganancia sean muy ajustados.

-¿Cómo maneja Bariloche en los últimos años la potenciación que han vivido otros centros turísticos cercanos a su geografía, cuando 20 años atrás era el destino destacado por sobre todos los de su región?

-Tuvimos una crisis muy fuerte de mercado tres años seguidos: la gripe A, la baja en el crecimiento de la económica y el volcán Puyehue en el 2011. Ahí vivimos nuestro pico más bajo de ocupación y luego comenzamos nuevamente a subir. Lo único que se mantuvo después fue el turismo nacional, todo lo que es turismo extranjero se nos cayó a niveles muy bajos. En base a esos datos, comenzamos a trabajar en un plan estratégico hasta el 2025 para volver a recuperar mercados que fuimos perdiendo con el tiempo: el mexicano y el norteamericano, donde el anterior gobierno a nivel nacional dejó de promocionar; y el europeo, en donde se hizo poca difusión.

-¿El paso de Obama significó alguna señal concreta para ese turismo extranjero al que apuntan?

-Sin duda. Después de su visita, el Emprotur nos informó que la página web del Ministerio de Turismo de la Argentina tuvo 150 mil visitas únicas desde Estados Unidos, algo que ha llegado a ocurrir en dos años durante el período de todo un mes. Eso nos da cierto pie, estamos trabajando con ese país para poner a nuestra ciudad de referencia.

-¿Después de las dos semanas de vacaciones, cuáles son los períodos más potentes del invierno para Bariloche?

-Vengo del sector privado y siempre digo lo mismo: el que no pueda venir en las vacaciones de invierno de julio, que aproveche a venir en agosto. La calidad de la nieve es mejor, los servicios no están tan llenos y las tarifas son menores. Las vacaciones de julio hacen que toda la gente se comprima. No se llena Bariloche, pero son fechas en las que los servicios pueden desarrollarse de manera más lenta, puede que encuentres colas en alguna sistema de elevación en el cerro o en algún restaurante. En agosto en cambio incluso hay mejor clima, porque calman los vientos.

 

Los precios que ahuyentan

Días atrás, el presidente del Ente Municipal de Turismo en General Pueyrredon le pidió al sector privado consideración en los precios, un tema de renovado debate ante cada proceso vacacional en Mar del Plata. ¿Cómo viven esa situación en el principal destino turístico patagónico?

-En Mar del Plata se habla mucho de las tarifas cobradas por el sector privado y siempre se analiza si pueden llegar a repercutir en la llegada o no de más o menos turistas, ¿cómo se manejan en Bariloche en torno a ese tema?

​-Es difícil, porque los costos son altos, pero el sector privado nuestro lo entiende mucho, acá creo que es más fácil trabajarlo que en Mar del Plata, porque lo ponemos todo liderado en instituciones, se habla con la Asociación de Hoteles, con la Cámara de Turismo, entonces se les hace llegar el mensaje y ellos lo trasladan. Cuando tenés un montón de interlocutores como pasa en Mar del Plata, que cada uno pone su departamento en alquiler, te suben las tarifas. El sector privado de acá tiene puesto su capital acá, la mayoría vive acá y necesita llenar sus hoteles, no tenemos tanta oferta de departamentos y casas. Es todo un trabajo. Creo que tenemos un sector privado que ha aprendido con el tiempo con las crisis que hemos pasado, sabe que no podemos irnos de precios. Sabemos que somos un destino que tiene algunos valores altos, pero no nos desfasamos. Hoy comer un plato del día en Bariloche, es lo mismo que en Mar del Plata o ciudad de Buenos Aires. Por 120 pesos lo comés, no nos estamos yendo del mercado.