10 mil gritos mudos de auxilio    

Confirmado. En Mar del Plata el 75 % de los geriátricos no tienen habilitación municipal ni provincial.  Hay más de 10.000 adultos mayores en situaciones similares a la de Juanita Kesen, la  señora de 93 años engañada, estafada , robada y depositada en un geriátrico en contra de su voluntad, sin derecho a ser visitada o de comunicarse con el exterior.  

Adultos mayores maltratados, hambreados, atados, dopados, abandonados por familiares  y especialmente por el  Estado Ausente. 

El municipio  sigue dando la espalda a la población más vulnerable y victimizada, lo que facilita el  entramado delictivo  que victimaza a adultos mayores en nuestra ciudad. En esos lugares pierden sus ingresos, pensiones, jubilaciones, propiedades, dignidad, salud y  por supuesto, su vida.   

Los ancianos  victimizados  son tantos que llenarían dos estadios polideportivos. Ni siquiera ese número descomunal puede  con la más absoluta indiferencia de los funcionarios públicos o bien con el protagonismo rentado de Inspectores que no solo no inspeccionan, sino que advierten a los sobornantes cuando está por llevarse a cabo una visita para constatar si existen hogares o  geriátricos fuera de la ley.  

Ante nuevas denuncias  de hechos similares, se han llevado a cabo recientemente allanamienos para liberar a ancianos de un cruel encierro. Pero el Estado Siempre Ausente no tiene donde alojarlos, así que muchos vuelven a convivir con quien  lo abandonó a su suerte  en un hogar trucho.  

Un video grabado a Juanita Kesen cuando fue encontrada por sus familiares y amigas es el mas crudo mazazo a la clase gobernante indiferente. Al poco tiempo  Juanita murió. No pudo sostener su vida cargando  el tremendo dolor de sentirse abandonada,  la angustia la invadió y convirtió a sus  lágrimas que rodaban junto a  su voz entrecortada,  en la más dura denuncia  contra un sistema tan indiferente y monstruoso,  como corrupto.  

Juanita se multiplicó por los 10.000 inocentes adultos mayores  que reclaman en la más absoluta soledad, con un grito mudo, simplemente “auxilio”.