Messi apareció para que el debut de Bauza sea exitoso

Sin brillar, pero siendo superior a Uruguay, el equipo argentino se impuso por 1 a 0 en el estadio "Malvinas Argentinas" de Mendoza, jugando más de un tiempo con un hombre menos por la expulsión de Dybala.

El saludo entre los jugadores argentinos, que veían como fundamental arrancar con un triunfo el ciclo Bauza. (Foto Télam)

1 de Septiembre de 2016 23:22

Por Redacción 0223

PARA 0223

El debut de Edgardo Bauza al frente de la Selección Argentina, fue más o menos como se imaginaba. Al principio, planteó un equipo ofensivo, con equilibrio en la mitad de la cancha y buscando presionar bien arriba. Con el correr del partido, con la ventaja en el resultado y la desventaja en lo numérico, se replegó, se dedicó a cuidar el cero en su arco y defendió con uñas y dientes el 1 a 0 definitivo ante Uruguay, uqe lo llegó a lo más alto de la tabla de posiciones de las Eliminatorias Sudamericanas. Lionel Messi, en su continuidad con la camiseta albiceleste, marcó el único tanto con un remate desde afuera del área que se desvió en un defensor.

El estadio Malvinas Argentinas, que pese al frío presentó un marco extraordinario con cerca de 43 mil hinchas en las tribunas, fue el escenario en donde el 'Patón' Bauza tuvo su bautismo exitoso como técnico del seleccionado. El hombre nacido en Granadero Baigorria apostó a un esquema ofensivo, con el 4-2-3-1, pero al equipo le costó generar juego. En eso tuvo mucho que ver el planteo defensivo de Uruguay, un 4-1-4-1, que presionó en la mitad de la cancha y le quitó espacios a Argentina.

El conjunto de Bauza falló en algunos aspectos de juego, intentó construir una sociedad futbolística -sin éxito- entre Messi y Dybala y por momentos se repitió en atacar por la izquierda con Ángel Di María, que nunca entendió el juego. Así Lucas Pratto, el debutante, quedó aislado.

A los 31, sin embargo, un remate desde afuera del área de Dybala se estrelló en el palo izquierdo del arco defendido por Fernando Muslera y el rebote dio en el guardameta y casi significa la apertura del marcador.

Ya en el tramo final del primer tiempo, comenzó a ponerse el equipo al hombro el astro Messi, el mejor jugador del planeta y que había renunciado al seleccionado argentino el 26 de junio pasado, frustrado tras perder con Chile por 4-2 en los penales -luego de empatar sin goles al cabo de 120 minutos de juego-, la final de la Copa América Centenario Estados Unidos 2016, pero luego cambió su decisión.

A los 40 minutos, José María Giménez evitó el gol de la ´Pulga', tras una buena jugada colectiva, y a los 42 el mismo zaguero central contribuyó desviando el balón tras un remate del '10' para que marcara el 1-0 y su gol número 56 en el seleccionado argentino.

Messi, el eje de todas las miradas antes, durante y después del partido, no dio muestras de las molestias en el pubis que le impidieron trabajar con normalidad en la semana, aunque al final reconoció que le persiste el dolor y que jugó porque no quería perderse la posibilidad de volver a vestir la celeste y blanca.

De todas maneras, la tarjeta roja -apresurada- a Dybala, sobre el final de la primera etapa, complicó al equipo de Bauza y a la vez empañó un correcto arbitraje del chileno Julio Bascuñán.

En el segundo tiempo, el desarrollo del juego cambió: Uruguay se adelantó y Argentina, si bien no se replegó, sí achicó los espacios entre líneas. No obstante, Messi, con toda su magia, a los 7 minutos generó una falta sobre el sector izquierdo y él mismo pateó el tiro libre que fue desviado por Muslera cuando se le metía al ángulo. El crack rosarino fue la figura de la cancha, pero las tareas de Javier Mascherano y Ramiro Funes Mori, aclamado por el público por haber nacido en Mendoza, fueron excepcionales.

El volante santafesino fue la salida limpia y la rueda de auxilio en la mitad de la cancha, además de ser el nexo y equilibrio del equipo; en tanto que el zaguero central mendocino fue el pilar de una defensa que no lució sólida. El 'Maestro' Oscar Tabárez intentó torcer el rumbo del partido con los ingresos de dos enganches, Cristian Rodríguez y Gastón Ramírez, pero no hubo conexión con Luis Suárez y Edinson Cavani, los dos puntas uruguayos.

Bauza, por su parte, mandó a la cancha a Lucas Alario, otro debutante, por Pratto, y el ex River mostró oficio en el manejo de la pelota y entrega a la hora de marcar, al igual que el ex Vélez, que dejó el campo de juego agotado. Argentina no brilló, pero siempre buscó, y cuando no pudo jugar, luchó y dejó el alma y corazón en la cancha. El triunfo fue justo y merecido. Y Messi se llevó todos los aplausos.