Banfield y San Isidro, los dos a la final

El "Taladro" se repuso a todas las adversidades y festejó en los penales ante Alvarado. El "celeste" lo ganó en la última pelota del partido y llegó a la primera final de su historia.

10 de Septiembre de 2016 19:21

Por Redacción 0223

PARA 0223

Las finales se ganan. Y las semis también. Seguramente, Alvarado hizo mayores méritos que Banfield para quedarse con el triunfo y sacar boleto a la definición del Torneo Apertura que organiza la Liga Marplatense de Fútbol. Pero el "taladro" se repuso a las adversidades, lo igualó en una pelota parada y se agigantó en los penales para sacarse el "karma" de las semis. En el segundo turno, Nación y San Isidro jugaron para el empate, aburrieron a todos y se encaminaban a los doce pasos. Sin embargo, el "celeste" sacó provecho de un tiro libre en su propio campo, Iribarne ganó en el área rival y los de D'Urso le sacaron el invicto a los "Bichos Azules" para llegar a la primera final de su historia.

Un premio a la superación

Más cosas no le podían pasar a Banfield en la primera mitad. A los 10', Gonzalo Fleming aprovechó un rebote de Rando luego de un gran anticipo de La Rosa y puso el 1 a 0 para Alvarado que dominaba el partido con autoridad. Encima, David Mariscal perdió a su capitán Monges primero y a Esquivel después, y tuvo que gastar dos cambios en media hora, jugando lejos del arco de Álvarez y sin profundidad para ir por la igualdad. En ese contexto, el "torito" estaba cómodo, bien parado atrás y sin salir desesperado en busca del segundo.

Jugado, el "taladro" se paró con línea de tres y el complemento tuvo un poco más de intensidad, quedaron espacios que los dirigidos por Mariano Padilla no supieron aprovechar para sentenciar la historia. Y le salió caro, porque en un tiro libre que parecía no llevar demasiado riesgo, Damián Riveira ejecutó, la pelota hizo una rara comba, descolocó a Hernán Álvarez y se transformó en el empate. De ahí al final, Banfield firmó los penales y Alvarado no tuvo contundencia para quedarse con la victoria y la clasificación.

Los penales son un partido aparte y ahí sí, lo mereció el "taladro". Porque sus ejecutantes tuvieron 100% de efectividad, porque Mariano Rando inclinó la serie a su favor al detener el remate de Nicolás Mollo y porque Fleming y Gil "reventaron" el travesaño para el festejo del conjunto del Puerto, que el año pasado se había quedado en las semifinales del Apertura y el Clausura y ahora ya rompió el "karma".

Por una cabeza

La única diferencia entre Nación y San Isidro fue el cabezazo de Iribarne, en la última pelota del partido, que le dio el triunfo y el pasaje a la primera final de su historia al club de la calle Avellaneda. Porque en los 90', ninguno de los dos había merecido ganar el encuentro, el 0 a 0 era el resultado que mejor le sentaba al trámite y tenían que definir el finalista desde los doce pasos.

Hasta que llegó esa jugada del cierre. El partido estuvo parado cinco minutos por un fuerte golpe que recibió Pablo Damboriana detrás de la mitad de la cancha que hasta llevó al ingreso de la ambulancia al campo de juego. Finalmente, cuando el mediocampista se pudo levantar y retirarse dolorido, pero por sus propios medios, Pampín adicionó un minuto más y era la última. Ignacio Chiappa se adelantó a ejecutarlo y lo tiró al área de Vecchiarelli, la pelota sobró a Bernat y por atrás de todos apareció Iribarne, metió el frentazo bajo que pasó por abajo del cuerpo de Vecchiarelli y se desató la fiesta celeste.

Hubo un córner para Nación pero el destino estaba escrito. San Isidro hizo historia, con Leonardo D'Urso en el banco de suplentes, le sacó el invicto a los "Bichos Azules" de la peor manera y sacó pasaje a la final del Torneo Apertura.