Peñarol se metió en las semis

Un fin de semana perfecto tuvieron los U17 "milrayitas", que aprovecharon la localía y mostraron su jerarquía para ganar los tres encuentros y avanzar a la semifinal del Argentino de Clubes.

Los brazos abiertos y el festejo de García Camaño. Los U7 de Peña hicieron unos cuartos de final perfecto y sueñan con el título. 

25 de Septiembre de 2016 18:40

Por Redacción 0223

PARA 0223

Los U17 de Peñarol derrotaron 83-70 a Lanús en la última jornada de los cuartos de final del Campeonato Argentino de Clubes de Básquetbol. El viernes habían vencido a Gimnasia de La Plata y el sábado a Boca. Con el triunfo a primer turno de los “Triperos” sobre los “Xeneizes”, se habían asegurado el pasaje a semifinales. Además de la buena defensa, clave a lo largo de los tres días, en el cotejo de cierre fue determinante la rotación. El banco de suplentes aportó varios buenos valores.

El primer cuarto fue de los “Granates”, que aunque perdían 14-5 porque Nicolás Franco y Juan Ignacio Marcos estaban encendidos; pudieron tener una gran recta final para pasar a ganar 20-18. Lanús complicó las ofensivas de Peñarol con una defensa zonal en todo el campo y contó, como en todo el partido, con el goleo de  Mauricio Marín Lucero.

El segundo segmento fue mal jugado por parte de los dos. Predominaron las defensas, y el más prolijo en ataque fue el “Milrayitas”, que lo ganó apenas por 12-8 con Franco posteándose y sacando ventajas. Esa diferencia le sirvió para irse arriba 30-28 al descanso largo. En un choque con clima de final para Lanús, haber revertido el liderazgo fue clave.

En el tercero, la gestión defensiva fue buena. Pero lo hecho en ataque fue mucho mejor. Peñarol anotó 29 puntos y recibió 23. Juan Ignacio Marcos se destacó, pero además apareció Juan Martín Fernández. Del otro lado, Marín Lucero estuvo incontenible y fue el único responsable de que los “Granates” sacaran 5 (50-45). En ese momento, la paciencia apareció en ofensiva y los locales pudieron volver a comandar (59-55).

El último cuarto fue de los relevos. Emanuel García Camaño tomó la posta determinante de Nicolás Franco en el juego interior y rindió muchísimo anotando 8 puntos. Además, fue clave el aporte de Agustín Bugñar con un par de apariciones cuando las ofensivas estaban trabadas. Pedro Oviedo, acostumbrado a un rol más defensivo, se destapó en ataque y fue solución. Y un  triple de Tomás Perazzo sepultó las esperanzas visitantes. Así, con la rotación como bandera, Peñarol fue quebrando a un Lanús que no tuvo tanto personal ni variantes y se fue quedando. La intensidad del local nunca mermó para terminar ganando claramente el partido más complicado de los tres.