Los pies de Tevez y las manos de Sara revivieron a Boca

Después de un pobrísimo primer tiempo y de estar dos veces en desventaja, el "Apache" fue figura en los 90' y el arquero fue determinante en los penales, para que Boca le gane a Lanús y avance a los cuartos de final.

El desahogo de todo Boca, que tenía toda la presión y se sacó un peso de encima. Sufrió, luchó y sacó pasaje a los cuartos de final de la Copa Argentina, donde reeditará la final 2015 ante Rosario Central. (Fotos: Diego Berrutti)

29 de Septiembre de 2016 00:20

Como puede cambiar todo con un resultado. Por el primer tiempo que jugó Boca, si los penales no lo hubieran favorecido, se estaría hablando de lo que fue una mala actuación del equipo de Guillermo Barros Schellotto y la crisis que se viene. Sin embargo, se recuperó, cambió la cara en el complemento, no brilló pero entregó otra imagen y revirtió dos veces una desventaja para estirar la definición a los penales. Allí, otra vez tuvo un arquero héroe, como alguna vez fue Orión, ahora fue Sara el que apareció con dos atajadas decisivas para encaminar el triunfo que selló Santiago Vergini por 4 a 2, tras el 2-2 en tiempo reglamentario.ante Lanús El objetivo de Boca está cumplido, se sacó un peso de encima y sigue en carrera en la Copa Argentina, con el sueño latente de estar en la próxima Libertadores.

El primer tiempo de Boca fue para preocupar. Sin brillar, Lanús manejó los tiempos, golpeó de entrada a través de una pelota parada, y si hubiera estado más fino podría haber estirado la cuenta. La defensa "xeneize" dio infinidad de ventajas en cada jugada detenida, Cubas no le dio el equilibrio esperado al medio y de mitad de cancha, apenas si Cristian Pavón logró inquietar con algunas de sus corridas.

Del otro lado, el "granate" jugó con el resultado y la desperación de Boca, salía jugando, enfriaba el partido y esperaba agazapado para salir rápido de contra, principalmente por el lado de Gino Peruzzi, que no podía con Lautaro Acosta y caminaba al filo de la expulsión. La calidad de Almirón y el talento de Román Martínez, parecían mucho para un "xeneize" que no le encontraba la vuelta al partido y no encontraba la manera de llegarle a un Monetti que casi no tuvo trabajo en la etapa inicial. 

Por su parte, Sara no supo responder ante la primera pelota que cayó a su área a los 3' y Martínez por el segundo palo llegó en asombrosa libertad para empujarla. Baldazo de agua fría para las 15 mil personas que poblaron el sector sur del Minella y lo tiñeron de azul y oro. Mucho más, cuando en el resto de la etapa, su equipo no dio señales de recuperación.

Los retos de Guillermo Barros Schellotto parecieron dar resultado, porque Boca salió con otra actitud a jugar el complemento, peleando más en la mitad de la cancha y buscando presionar más arriba, para incomodar a Lanús. Y llegó rápidamente a la igualdad, con una jugada que comenzó rápido Tevez a la salida de un tiro libre en la mitad de la cancha, se la dio a Fabra que se la devolvió y el "10" hizo sacó una de sus jugadas preferidas del manual, enganchó de izquierda al centro y antes de pisar la medialuna sacó el derechazo bajo, abierto, rasante, contra el caño izquierdo de Monetti que sólo atinó a mirar. 

Empezaba una nueva historia y, empujado por su gente, Boca quería tomar el control. Pero las ganas no coincidían con el juego y, adentro, le costaba adueñarse de la pelota. Lanús era más práctico pero no tenía profundidad y el juego entró en una tensa calma, al límite, sin que ninguno de los dos pueda atacar a fondo. Lo mejor del "xeneize" aparecía cuando retrocedía Tevez, se cerraba un poco Centurión y rompía Pavón por derecha. Así generó las mejores ocasiones con llegadas hasta la línea final y centros bajos que controló Monetti. Lo mejor de Lanús, seguía siendo en las pelotas paradas. Era lo mejor del "granate" y lo peor de Boca, con una defensa zonal que no daba garantías. Y después de un aviso, volvió a facturar. El centro de Martínez cayó en el segundo palo y Diego Braghieri ingresó libre para ponerla lejos del alcance de Sara, a los 15'.

Otra vez a remar de atrás, con la presión que podía significar llegar en desventaja a la recta final. Pero el "As de Espadas" que tiene Boca mostró su otra virtud, que es el olfato goleador, para dejar el marcador en tablas rápidamente y no permitir que Lanús comience a jugar con esa desesperación. Pavón ganó por derecha, metió el centro bajo para Benedetto que quiso emular el taco del domingo ante Quilmes, tapó Monetti y el rebote le quedó a Tevez que empujó y desató la locura en la Sur.

A partir de ahí, fue más Boca. Sin mucho juego, pero más firme en el campo de juego, y con más ganas de ganarlo. Aunque no abundaron las situaciones de gol, y las dos últimas fueron para Lanús, en los instantes finales, con un remate desde afuera de Almirón que sacó hacia un costado Sara y otro de Braghieri que se perdió contra el caño izquierdo.

Por el desarrollo general, quizás el empate estuvo bien y había que definir desde el punto penal. Y la ventaja fue Sara. Y los ejecutantes. Porque los de Boca no dejaron dudas (Tevez y Pavón cruzado fuerte, Benedetto potente arriba y Vergini con mucha categoría, abriendo el pie para definir), mientras que los "granates", salvo el primero de Martínez, picándola con gran frialdad, fueron muy cantados: Pasquini y Braghieri anunciaron su disparo cruzado y el arquero se estiró para taparlos, mientras que el de Marcone entró pidiendo permiso.

Triunfo y clasificación de Boca que viene bárbaro. Por lo que significa seguir en la Copa Argentina, por la chance latente de ingresar a la próxima Copa Libertadores, porque habrá "revancha" ante Rosario Central luego de lo que fue la final del año pasado, y porque aplaca un poco los rumores de la previa sobre el retiro de Tevez, las internas y una crisis que, en caso de haber sido derrota, hubiera explotado en todo su explendor.