Crónica y fotos de una noche de control y diversión en el balneario Mute

16 de Enero de 2017 10:40

Por Redacción 0223

PARA 0223

La segunda fiesta electrónica que se desarrolló en Mar del Plata esta temporada, en medio de un fuerte operativo de prevención, reunió a más de 10 mil jóvenes que disfrutaron a lo largo de la noche.

Sin embargo, la fiesta comenzó bastante más temprano, cuando funcionarios municipales y fuerzas de seguridad recorrieron el balneario Mute para constatar las medidas de seguridad que ofrecía, así como que estuvieran todos los puestos de hidratación y hospitales de campaña requeridos.

Las fuerzas de seguridad, en tanto, comenzaron a desplegar el operativo de prevención y control sobre la ruta 11, con un trabajo conjunto entre la Jefatura Departamental, Drogas Ilícitas, Inspección General y personal de seguridad privada.

 

A medida que comenzó a llegar el público, los efectivos policiales vigilaban el ingreso de autos en fila india. Allí se detenía a los vehículos y se realizaba un exhaustivo control. La requisa era exhaustiva a punto tal que las mujeres debían abrir sus carteras y exhibir labiales, perfumes, llaves y todos los elementos que tenían en sus bolsos. Los que eligieron ir con lo puesto lograban acceder más rápido al show.  

El resultado del operativo de prevención fue el secuestro de algunas pastillas de éxtasis, LSD, dos frascos de GHB, marihuana y ketamina. Hubo un solo detenido, un joven de 27 años con 8 pastillas de éxtasis en su poder, que quedó a disposición del fiscal Rodolfo Moure.

Al ingresar a la fiesta, los jóvenes se encontraron con Tomás Heredia, encargado del Warp Up -lo que en la cultura del rock seria la banda soporte- quien el día anterior había usados sus redes sociales para dejar un mensaje a favor de la música y en contra del consumo de drogas.

 

Entre Dj y DJ, Mute pasó un video de 90 segundos en el que se dieron detalles de las medidas de seguridad del precio y cómo actuar ante alguna emergencia. A diferencia de lo que ocurrió en la primera fiesta, también se incluyó un mensaje en contra del consumo de drogas.  

Los jóvenes que estaban presentes allí aplaudieron inmediatamente, aunque a medida que el video continuaba comenzaron a pedir la aparición del plato fuerte de la noche: Above & Beyond, la banda de origen británico que tomó el mando de la cabina cerca de las 3.30 y mantuvo a todos saltando y bailando hasta las 6 de la mañana.

Los puestos de campaña que se instalaron en el predio recibieron a jóvenes con diferentes cuadros: baja presión, principios de deshidratación, torceduras de tobillos, todos cuadros menores que no necesitaron derivaciones a clínicas o hospitales ya que fueron compensado en el predio.

Aquellos que les informaron a los médicos que habían consumido algún tipo de droga, una vez que eran compensados y se encontraban en buen estado de salud, eran invitados a retirarse del show. “La idea era que los jóvenes no regresen a la fiesta a cometer el mismo error y sobre todo que sepan que la diversión para por otro lado”, explicaron.  

 

Antes de las 4.30, en medio de la fiesta, las meseras comenzaron a informarles a los invitados VIP que a esa hora se dejaba de vender bebidas alcohólicas. A partir de esa hora, las barras solo vendían agua y gaseosas.

Los puestos de hidratación funcionaron colmados a lo largo de la noche. De hecho uno de ellos estaba instalado al lado de la barra. “Fui a comprar una botella de agua y mientras pagaba me tomé tres vasos de agua en el puesto”, contó una joven. Cuando terminó la fiesta, había a disposición de los jóvenes botellas y vasos de agua para hidratarse.

Así, luego de una fuerte polémica desatada por las fiestas electrónicas, se desarrolló una gran fiesta que le permitió a Mar del Plata subirse a la escena mundial de este tipo de eventos y, especialmente, confirmar que el trabajo entre lo público y lo privado puede permitir que 10 mil jóvenes se diviertan.