Dejó al perro encerrado en el auto para irse a la playa y el animal murió sofocado

La insolencia y el egoísmo terminaron con la vida de un perro en Quequén, cuando su dueño lo dejó encerrado desde las 9 de la mañana y se fue a practicar kayak. La gente rompió el vidrio del rodado y llevó al animal hasta una veterinaria. Nada se pudo hacer.

31 de Enero de 2017 11:36

Por Redacción 0223

PARA 0223

El domingo de sol impactó fuerte en la costa atlántica bonaerense, con temperaturas en torno a los 35 grados. Y en el contexto de ese calor agobiante, hubo una actitud que generó un impacto mucho mayor: el de la indignación. En las playas de Quequén, un hombre decidió dejar a su perro encerrado en un auto e irse a utilizar un kayak. El canino no resistió y aunque algunos transeúntes que lo vieron sufrir decidieron romper un vidrio del auto para rescatarlo, la intervención de un veterinario no alcanzó a salvarle la vida.

El triste suceso ocurrió cuando el propietario de un Peugeot 307 estacionó el vehículo en la calle 502 de esa localidad del distrito de Nechocea. Eran las 9 de la mañana y el sol ascendía en el cielo con fuerza. Mientras disfrutaba del mar, su perro comenzó a sufrir el paso de las horas. Para el mediodía, el calor ya se había hecho insoportable.

Vecinos y peatones que pasaban por el lugar notaron que el animal estaba encerrado y en mal estado. Rompieron un vidrio, lo sacaron del auto y lo llevaron de urgencia a una veterinaria en donde murió. El daño ya era irreparable.

Según estudios realizados tiempo atrás, un auto estacionado al sol con una temperatura exterior de apenas 25°, puede llegar a registrar en su interior unos 40° en tan solo 45 minutos de exposición. Si afuera, el último domingo, hacían 35°, el perro estuvo expuesto aproximadamente a unos 55° y por varias horas. Letal. Como la insolencia y el egoísmo de su dueño.