Mar del Plata, capital nacional de las oportunidades perdidas

Los festejos por los 143 años de la fundación de la ciudad me obligan a realizar una seria reflexión acerca del presente y el futuro de Mar del Plata.

Durante la campaña electoral le planteamos a la sociedad que -a nuestro entender- nos encontrábamos ante una elección que nos enfrentaba a tres modelos de ciudad bien diferenciados. Por un lado, Gustavo Pulti nos proponía una continuidad del desfasaje económico y el modelo kirchnerista. Por otro lado, decíamos, Carlos Arroyo que nos proponía la vuelta al pasado, sin un equipo consolidado y pretendiendo conducir nuestra ciudad de 8 a 14.

Finalmente, nuestra propuesta, pensando la ciudad de los próximos 30 años, haciendo hincapié en la generación de empleo, la preservación del medioambiente, la utilización de energías alternativas y la rediscusión de los servicios de recolección de residuos y de transporte.

Con mentiras y engaños -tales como dirigir la municipalidad con 20 funcionarios políticos o prometer un plan secreto para el medio ambiente- Arroyo se impuso en la voluntad popular. El entendimiento de que Arroyo significaba orden y honestidad hizo que la ciudadanía prácticamente no cortara su boleta y que Arroyo mantuviera en casi su totalidad los votos alcanzados por María Eugenia Vidal en nuestro distrito.

Lamentablemente a los pocos meses de asumir Arroyo demostró que mucho de lo que se esperaba de él era ni más ni menos que una ficción. Rápidamente demostró también que carecía de equipos.

Y digo lamentablemente porque es precisamente por esta falta de gestión que nuevamente nuestro partido ve pasar las oportunidades por delante sin poder aprovechar ninguna.

Así, hace unos días nos anoticiamos de que Mar del Plata perdió la oportunidad de ser sede de los juegos Panamericanos 2023 precisamente por la inacción de la actual gestión municipal que no la tuvo entre sus prioridades. Seguramente preocupados por la situación económica actual los funcionarios municipales no fueron capaces de comprender lo que esta oportunidad significaba: volver a instalar a Mar del Plata en el ambiente deportivo de competencia internacional significa ni más ni menos que hacer conocer nuestra ciudad en todos los países de América, tal como sucedió durante los Juegos Panamericanos de 1995.

Poder ver y aprovechar las oportunidades que se presentan no sólo para el presente sino para el futuro de nuestra ciudad requieren de dirigentes que piensen en llevar adelante políticas de estado, en las que oficialismo y oposición trabajen de manera conjunta. Pero la gestión de Cambiemos y el intendente Arroyo han dado más que cabales muestras de no estar a la altura.

Otra oportunidad perdida fue la de ponerse al frente de la lucha contra la violencia de género. Es cierto que éste es un municipio que cuenta con una ordenanza que declaró la Emergencia en Violencia de Género, votada por unanimidad en el Concejo Deliberante, sin embargo al elevar el presupuesto municipal de este año el intendente Arroyo propone mínimas partidas para el desarrollo de tareas de prevención y a la fecha sólo se ha puesto en marcha el Observatorio de Violencia, sostenido por el esfuerzo de las entidades intermedias participantes.

Otra gran oportunidad desperdiciada fue la ocasión de generar, en la ciudad líder en desempleo del país, fuentes genuinas de empleo para nuestros vecinos. La falta de gestión ante las autoridades nacionales y provinciales del dragado del puerto local impide la creación y desarrollo de nuevas fuentes de empleo. El dragado permitiría el ingreso de barcos portacontenedores al puerto permitiendo aumentar las exportaciones desde nuestra ciudad. El ingreso de cruceros (la terminal de cruceros es hoy utilizada como sede de la policía federal) permitiría recibir turismo internacional, generando más y mejores ingresos al sector turístico algo que bien podría haber ayudado a sobrellevar esta pobre temporada.

La utilización de la Terminal de Cruceros como sede de la Policía Federal, aunque celebramos la presencia policial el propio intendente deberá reconocer que hay en la ciudad más de un predio al que podría dársele el mismo destino, es un ápice para el arribo de estas embarcaciones turísticas. Pero esta no es la única imposibilidad para la llegada de cruceros, la falta de gestión de los más que bien pagados equipos del Emtur para instalar en el calendario internacional de cruceros nuestro puerto demuestra claramente que no es una prioridad para este gobierno municipal, clausurando definitivamente la posibilidad de promover a la ciudad como un puerto atractivo turísticamente.

La gestión de Pulti concluyó con la construcción de 5 polideportivos barriales. La actual gestión municipal decidió no terminar los que aún estaban en obra y vaciar de personal los que están terminados. Los polideportivos, junto con una política social y deportiva seria, permitirían la contención de muchos jóvenes alejándolos de la lógica de la esquina, la bandita y la droga.

Sumemos a esto la desarticulación de los planes de cultura barrial y el combo de desatención a la comunidad más vulnerable resulta más que evidente. La oportunidad de la contención social también la estamos desperdiciando.

La falta de entendimiento del intendente respecto de la importancia de la Sociedad de la Información nos ha hecho perder tiempo valiosísimo para trabajar en el establecimiento de nuestro partido como líder en Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC´s). La paralización del Parque Informático y Tecnológico quita la esperanza del desarrollo de la industria del software y muestra un absoluto desconocimiento de cuan avanzada está esa industria en nuestra ciudad, siendo reconocida mundialmente y generadora de cientos de fuentes de empleo para nuestros jóvenes.

Durante el año pasado ocurrieron serias irregularidades de los prestatarios de los servicios de recolección de residuos y de los empresarios del transporte, incluyendo la reiterada falta de pago a sus empleados por parte de unos y el intento de estafa con la falsa contratación de 100 choferes por parte de otros.

El intendente tuvo en sus manos la posibilidad de convertirse en pionero en la defensa de los intereses municipales rescindiendo ambas licitaciones y constituyendo sendas empresas municipales. Esta oportunidad de poner orden en el servicio y en las cuentas municipales también se perdió por falta de gestión.

La llegada de fondos frescos provenientes de nación y provincia para la realización de obras en nuestro partido es algo para celebrar. Sin embargo, su planeamiento sin escuchar las necesidades reales de los vecinos ha llevado al gobierno de Arroyo a perder otra gran oportunidad de comunicarse con la ciudadanía. A modo de ejemplo, vemos que una vez más se plantea la remodelación del microcentro de la ciudad renovado hace menos de diez años.

Hemos perdido la oportunidad de realizar una consulta a los vecinos -como hiciera Elio Aprile, con el Plan Mar del Plata 2000- para determinar cuáles obras eran más convenientes para una ciudad que muestra sus barrios más que abandonados.

Intendente Arroyo, Mar del Plata y Batén no pueden seguir esperando que se decida a comenzar a gestionar. Es necesario que de una vez por todas decida asesorarse y rodearse de funcionarios capaces que permitan desarrollar todo el potencial tenemos y convertirnos en el motor productivo de la región. Nuestros vecinos necesitan que rápidamente aprovechemos las ocasiones que se nos presentan, necesitamos de una vez por todas dejar de ser la Capital Nacional de las Oportunidades Perdidas.