"Las heroínas de mis libros son mujeres como cualquiera de nosotras"

La escritora cordobesa Viviana Rivero presentó en Mar del Plata “Mujer y Maestra en un mundo de hombres”, su última novela.

4 de Febrero de 2017 18:58

Por Redacción 0223

PARA 0223

1885, Córdoba. Se funda el primer colegio estatal sin enseñanza religiosa. Lo dirigirán mujeres, entre ellas la joven Mercedes Castro, que firmará un contrato en el que acepta que no podrá usar maquillaje ni vestidos coloridos, y que renunciará a noviazgos y matrimonios mientras sea maestra.

La ciudad está divida: por un lado, los liberales apoyan el nuevo colegio y,  por el otro, los tradicionalistas, que rechazan toda enseñanza que no sea la católica; un enfrentamiento que provocará que la Nación corte relaciones diplomáticas con el Vaticano durante 14 años.

En este marco, Mercedes conocerá el amor; un amor que amenaza su vocación docente. Pero Manuel Urtiaga, un hacendado porteño seductor y audaz, no le teme a esta nueva estirpe de mujeres. De su mano, la joven docente enfrentará a su familia, a la sociedad y hasta al propio gobierno. “Aunque fue el último en ser editado, es el segundo libro que escribí y con el que gané el premio a mejor novela histórica en un concurso organizado por la provincia de San Luis en 2010”, aclara Rivero en diálogo con 0223.

-¿Tuvo algún cambio?

-Sólo le hicimos una introducción. Soy de la idea de que la historia empezó, terminó, ganó un premio, ya está.

-A diferencia de tus otros libros, este quizás tiene mucho más rigor histórico.

-Este es un libro que presenté a un concurso y yo lo quería ganar (risas). De hecho, no tiene escenas de sexo porque si se trata de una mujer cordobesa de 1885, no podía haber escenas ultra hot. Por eso me dediqué mucho más a lo social e histórico y no tanto a la historia de amor. El tema del concurso era La mujer en la conducción del país.  

-Una historia cuyo escenario es Córdoba, la provincia en la que naciste.

-Sí, pero fue pura casualidad, si eso hubiese ocurrido en otro lugar, igual lo hubiese contado, yo quería contar eso. Incluso me pudo contactar con la hija de una de estas maestras, una señora de 92 años, que me contó que sus padres estaban muy peleados por este tema.  

-¿Cómo era la vida de esas primeras mujeres que trabajaban fuera de la casa?

-Uno de los personajes –la tía de la protagonista-, en un momento le dice a Mercedes que no comprende qué es la vocación, que su rol es ser madre. Entonces, uno podría pensar qué oportunidad que le dio el gobierno liberal a las mujeres. Pero, por el otro lado, les hacían firmar un contrato con cláusulas que les impedían disfrutar de ser mujeres: no podían enamorarse, salir, maquillarse, nada. Es decir, se les abría una puerta pero se les cerraban otras. Al mismo tiempo, pienso, cuánto hemos cambiado: tenemos mujeres presidentas, responsables de empresas.

-Pero hoy incluso a las mujeres no se les da el mismo reconocimiento que a los hombres por las mismas tareas.

-Es cierto, en muchas empresas, por el mismo trabajo que hace un hombre, una mujer cobra la mitad. Y sos madre, ¡peor! Tenés que hacer como que no sos madre para ser buena profesional y aguantarte todas las explicaciones.

-También abordás un tema que aún está vigente, sobre todo en nuestro país: la intervención y el peso de la opinión de la Iglesia Católica.

-Nuestro país está muy pegado a la Iglesia, aún depende mucho. Esto lo vemos claramente en el libro: en las misas se decía que no manden a las niñas a los colegios laicos porque estaban poseídos. Incluso, este tema provocó el corte de la relación con el Vaticano. Los extremos son peligrosos.

-¿Las protagonistas de tus libros siempre son mujeres?

-Siempre trato que en mis libros haya heroínas pero son mujeres como cualquiera de  nosotras, que pese a todo siguen luchando, no se dan por vencidas. Aunque la mayoría de las veces la mirada crítica recae sobre nuestro género, creo que nosotras somos las peores críticas con nosotras mismas. No fui al acto del colegio de mi hijo, no le acompañé a tal lado, me da culpa dejarlo tanto tiempo… ¿Y el padre?

-Esta novela tiene una dedicatoria especial: tus hijos. ¿Por qué?

-De mis ocho libros, es el único que está dedicado a mis hijos y eso tiene que ver con el tema que trata. Es una novela de ideales sublimes. Hablamos de mujeres que estuvieron dispuestas a dejar todo de lado por una vocación; incluso, dispuestas a quedarse solas, como ocurrió con muchas de ellas. Estaban convencidas que podían cambiar el mundo y me gusta que mis hijos puedan pensar en eso, que crean en estas cosas que son hermosas.

-¿En qué estás trabajando ahora?

-Mi libro nuevo sale en abril. Se va a llamar “Sí”. Tomaré la década que va del ‘20 al ’30, que tiene una gran veta artística. Será la historia una artista que llega a la Argentina desde París, en aquella época en los que los cabarets y teatros empiezan a instalarse en Buenos Aires y son furor.