Inseguridad y usura  

Cuando hablamos de inseguridad nos referimos a hechos como  robos,  hurtos, violaciones,  homicidios, estafas, etc.  Excluimos de esa lista a la usura, pese a que es  el delito más cometido y menos denunciado.

Paradójicamente la mayor parte de las víctimas desconoce que está siendo o es víctima de este delito. Simplemente porque ignoran todo sobre  usura, la que está casi en desuso por falta de denuncias, no por falta de víctimas.

La usura es un delito que victimiza al grupo familiar, ya que generalmente termina con el quebranto económico de una familia, por ende se pierde la vivienda,  los niños pierden su escolaridad, malvenden sus pocos bienes, quedan “en la calle”. Secuelas sociales enormes y gravísimas 

La  bibliografía que existe sobre usura es escasísima, hay un motivo: el gran negocio para todos (menos para la víctima)  

Los préstamos dinerarios abusivos generan enormes ganancias no solo al prestamista usurero,  puede ser una financiera, una escribanía, un local comercial, un particular, etc. sino también al Estado, que cobra tasas enormes  y a los “colaboradores de la justicia” (abogados, peritos, martilleros, gestores, tasadores, etc)

Ejemplo que un señor contrae una deuda con un prestamista y  le dan $ 1.000 y se obliga a devolver $ 2.000, suscribiendo que le prestaron precisamente $ 2.000, para que no figuren los intereses desproporcionados.  Al recibir el préstamo firmó  dos veces la obligación de devolver el dinero, mediante  un convenio de pago y pagarés, cada uno por los $ 2.000. Es decir que ya debe $ 4.000, más los intereses, llevándose en la mano $ 1.000

Al no recibir al poco tiempo los $ 4000 más los intereses, el usurero  ejecuta la deuda ,es decir inicia un demanda , que ya llega a los $ 10.000, dos veces  $ 2.000, más intereses y costas (gastos ) del juicio

Si la demanda prospera, como casi siempre ocurre,  el abogado del prestamista usurero y el abogado del deudor, en este caso sólo por contestar la demanda,  cobrarán el 20 % cada uno de los $ 10.000, es decir cada uno cobrará $ 2.000. Mas honorarios de martillero, perito, etc., otros $ 2.000.

Ahora bien. Si el abogado de la víctima de usura logra demostrar que su cliente ha sido engañado, que ha sido víctima de un delito, mediante una denuncia penal, trabajo muy arduo  por cierto, evitará que se rematen los bienes, que se pague una suma desmesurada, evitará el quebranto económico familiar de su cliente. Logrará, en tamaña tarea profesional exitosa percibir el 20 % de $ 1.000, es decir $ 200. Su cliente en lugar de pagar, al menos  $ 16.000 más la tasas de justicia y gastos,  abonará $ 1.400, mas tasas y gastos.  

Una resolución justa, que obligue a abonar lo verdaderamente adeudado, implicará que todos dejen de ganar una gran suma de dinero. También el Estado que dejará  de percibir los aportes e Ingresos Brutos proporcionales a los honorarios

Nos encontramos que los abogados que quieren trabajar en una tarea difícil, extenuante, que los pondrá en franco desacuerdo con todos los que tenga enfrente, para ganar muchísimo menos dinero trabajando muchísimo mas, pero ganando  prestigio profesional y cumpliendo con las normas de Ética en el ejercicio profesional de la abogacía, lamentablemente son una alarmante minoría.  

Cuando  hablemos de inseguridad hablemos también de usura