8 de Marzo de 2017 21:19

Viene Vilma, fue el slogan de campaña que la llevó a la actual secretaria de Desarrollo Social a un contundente triunfo en las elecciones de medio término de 2013, con una campaña basada en la de la chilena Michelle Bachelet. Luego, sufrió un derrumbe en su imagen, perdió la primaria de Cambiemos y terminó en el gabinete del actual intendente.

Vuelve Vilma, podría ser el slogan de la campaña que se acerca para este 2017. Desde hace varias semanas corre fuerte la versión de que Baragiola es la elegida de Cambiemos para encabezar la lista del oficialismo. Sin figuras de relevancia en el Pro más puro y, menos aún, en la Agrupación Atlántica, el nombre de la dirigente radical ganó terreno. Está entre los dirigentes con mayor nivel de conocimiento, junto con Carlos Arroyo y el exintendente Gustavo Pulti, pero además del nivel de conocimiento ostenta una importante intención de voto, según las encuestas conocida en los últimos tiempos.

Esos rumores de pasillo, comenzaron a convertirse en señales concretas. En los últimos días, la secretaria de Desarrollo Social multiplicó sus apariciones en las actividades oficiales y los comunicados del área de prensa de la comuna la tienen cada vez más seguido como protagonista.

No se trata de una tarea sencilla. Baragiola comanda un área por demás sensible y más acostumbrada a apagar incendios que exhibir logros. Sin embargo, la exdiputada nacional decidió volver a un perfil que la caracterizó a lo largo de su trayectoria política: caminar el territorio.

“Vilma es la dirigente mejor posicionada. Y si sale a caminar con Vidal en la campaña se convierte en una candidata de peso, con muchas chances de ganar la elección”, analizan desde su entorno.

En el Pro ya comienzan a mostrarla como una figura fuerte de Cambiemos en Mar del Plata. Hace dos semanas, el concejal Juan Aicega, referente del Pro en la ciudad, difundió una foto junto al ministro del Interior Sebastián García De Luca, el subsecretario Marcelo Di Maggio y el concejal Nicolás Maiorano, tras una reunión en la Casa Rosada en la que también participó Baragiola.

No había un tema específico, ni un anuncio en particular. Solo tuvo como objetivo mostrar a Baragiola con un sector importante del Pro. “Si es la mejor opción para garantizar el triunfo de Macri y Vidal en Mar del Plata la acompañaremos. Y creemos que es la mejor opción”, deslizaron fuentes del Pro.

Para Baragiola también implica una especie de revancha personal. No sólo por la derrota electoral que sufrió en 2015, que fue un cachetazo a su sueño de convertirse en intendenta de Mar del Plata, sino también por la resistencia que tiene dentro del propio radicalismo.

Por prepotencia de votos, la actual secretaria de Desarrollo Social se convirtió en la principal dirigente de la Unión Cívica Radical en los últimos años. Sin embargo, nunca logró liderar a las distintas facciones y tras la derrota de 2015 los que estaban disconformes con su conducción comenzaron a aflorar.

Hoy, el diputado provincial Maximiliano Abad parece reunir a un sector mayoritario del partido. Llegó a un acuerdo con el concejal alfonsinista Mario Rodríguez para armar una amplia lista y conducir el comité local de la UCR. Allí, concentró a su gente, más los alfonsinistas, y algunos históricos como Daniel Katz y Oscar Pagni.

Sin lugar para el baragiolismo, la secretaria de Desarrollo Social decidió armar su propia lista y competir. Perdió claramente y quedó fuera del control del comité local. “Vamos a ver si ahora se animan a competir en una primaria abierta”, desafían desde el entorno de Baragiola. Saben que a pesar de no ser una figura querida en la nueva conducción partidaria, ninguno de los dirigentes que están enfrentados con ella tiene su nivel de conocimiento, ni sus votos.