Para los damnificados, el subsidio que les ofreció el municipio es "insuficiente"

Treinta y seis horas después de que el fuego arrasara todo lo que tenían, en el conventillo de Chile, entre Bolívar y Moreno, el panorama es desolador: las 120 personas que vivían allí pasaron la noche a la intemperie y soportaron como pudieron la lluvia torrencial que se desató durante la madrugada de este jueves.

“Estamos tristes porque si bien pudimos sacar a todos los chicos, perdimos lo poco que teníamos. La gente es muy solidaria, nos traen ropa, comida. Tratamos estar más unidos, cocinamos y comemos juntos porque es una tristeza no tener nada”, contó Alejandra, una de las damnificadas.

María, otra habitante del conventillo, reconoció que con el paso de las horas llegaron la resignación y la tristeza. “Cada vez es peor: empezamos a tomar conciencia de que nos quedamos sin nada”, dijo entre lágrimas. “Tampoco tenemos plata porque no podemos ir a trabajar, nos tenemos que quedar acá a ver cómo hacemos. Necesitamos que alguien nos ayude a volver a construir. La mayoría de los hombres son albañiles, mujeres solas con muchos chicos”, expresó.

Respecto de la ayuda que recibieron por parte del municipio, la mujer reveló que les ofrecieron “un crédito de 1500 pesos por familia”, propuesta que desestimó por completo. “A nosotros no nos sirve, no conseguimos ni una pieza con baño con ese dinero. Les agracedemos pero no nos sirve. Necesitamos que nos den los materiales y se los pagamos después; nosotros podemos volver a levantar nuestras casas con nuestras propias manos”, reclamó.  

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A su turno, Damián, vecino del conventillo y una de las personas que ayuda a los damnificados en estas horas difíciles, adelantó que el próximo 17 de marzo harán allí mismo un festival con todas las murgas de la ciudad con el objetivo de recaudar fondos que serán destinados a la compra de materiales.

“En total, son unas 120 personas, entre chicos y grandes. Necesitamos que la gente colabore con ropa, útiles, guardapolvos, carretillas, palas y lo que pueda servir para reconstruir”, pidió. “Si alguien tiene cosas para donar pero no pueden traerlo, comuníquense con Josué al 0223- 156810042 y lo vamos a buscar a donde sea”, agregó.

Por último, Yamil Assan, referente de la organización Movimiento Peronista de Base, cuya sede funcionaba en el complejo, advirtió: “Estamos en un estado de emergencia, estamos garantizando el tema de la ropa y alimentación, y ya empezamos a pensar en la reconstrucción, un tema q no es sencillo. Lo principal es que esta gente pueda dormir bajo un techo porque nos cuesta muchísimo poder evacuar, porque es todo lo que tienen”.

“La hemos pasado mal, con colchones en el piso, con 4 ó 5 chicos durmiendo en un colchón. Esto deja al descubierto que en Mar del Plata no hay una política habitacional y hoy no sólo tenemos 30 familias en la calle, sino también un gran porcentaje de la población que no puede acceder a un pedazo de tierra”, enfatizó.  

Tras señalar que el 80% del complejo quedó destruido y para comenzar una nueva obra es necesario demoler lo poco que quedó en pie, Yamil le habló directamente al intendente Carlos Arroyo: “No queremos que nos regalen nada, queremos un pedazo de tierra para saber que el ladrillo que pegamos va a ser nuestro y de nuestros hijos. Cóbrenos unas cuotas, intendente, pero queremos un pedazo de tierra”.