Peñarol sufrió una derrota que duele más

Duele por donde se lo mire. Peñarol iba envalentonado a "La Bombonerita", con tres victorias en fila y sabiendo que un éxito ante Boca Juniors le podía dar el aire necesario para encarar la última parte de la fase regular. Sin embargo, los dos cuartos que favorecieron al local fueron mejores que los dos en los que prevaleció el "milrayitas" y el triunfo quedó para los "xeneizes" por 82 a 77, en un choque clave en la lucha por el descenso. De todas maneras, los de Richotti tienen una buena diferencia.

El conjunto marplatense entró dormido y Boca lo pasó por encima en el cuarto inicial. Primero se le escapó 6-0, después 12-2, luego 22-6 y al sonar la chicharra quedó al frente 26-7. Los locales tuvieron en Eduardo Vassirani y Fotios Lampropoulos a sus mejores armas en el juego interior ante un rival apagado en ambos tableros.

En el segundo, pareció que la siesta continuaría. Porque aunque el "Milrayitas" evidenció una reacción para ponerse a 14 (31-17), un 6-0 del local de la mano de Carlos Delfino, lo despegó nuevamente. De todas maneras, el conjunto de Marcelo Richotti, con Juan Pablo Figueroa (5 puntos) y Louis Dabney (llegó a 9), además del eterno Leonardo Gutiérrez se puso a 12 (41-29) a falta de 2 minutos y medio. Y cerró solamente a 11 con una bomba del extranjero (45-34). El visitante ganó ese parcial por 27-19.

Nuevamente Peñarol empezó con una siesta y en el tercer cuarto Boca le metió un 7-0 (52-34). A diferencia del segundo, en el tercero el "Milrayitas" no pudo volver y cuando restaban 4 minutos, el "Xeneize" le sacó 19 (57-38). Después, el equipo local, que complicó cuando defendió en zona, sacó 24 (64-40), aunque la chicharra sonó con el marcador (66-47).

En el segmento final, con el resultado sin correr riesgo, ambos jugaron con el tema de la ventaja en la cabeza y Boca manejó ventajas de entre 18 y 16 puntos durante gran parte del desarrollo. Pero Peñarol, en la recta final se puso a 10 (74-64) con el protagonismo ofensivo de Roberto Acuña, Steffphon Pettigrew y un triple de Gutiérrez. La reacción siguió hasta ponerse a 4 (79-75) a falta de 15 segundos con el protagonismo del interminable campeón olímpico en Atenas 2004. Pero el milagro no fue posible. Peñarol entró dormido como en varios partidos de la temporada aunque mostró una reacción que ilusiona de cara a los últimos compromisos en esta complicada campaña 2016-2017 de la Liga Nacional de Básquetbol.