Denuncian a un hostel por tirar camiones con basura y escombros en un acantilado

Ocurrió en Camet Norte, en un terreno aledaño al mar, en donde el encargado de la hostería, amparado en detener la erosión costera, tiró dos contenedores repletos de residuos. Indignación de los vecinos con la empresa y con el gobierno de Ronda.

19 de Abril de 2017 08:21

Por Redacción 0223

PARA 0223

Vecinos de Camet Norte pusieron el grito en el cielo en los últimos días luego de comprobar como dos camiones de una empresa tiraban sobre la arena, al borde del acantilado, dos contenedores repletos de residuos blandos y pequeños escombros. 

En diálogo con 0223, una de las vecinas responsabilizó no solo a los encargados del lote desde donde se volcaron los desperdicios, también cuestionó a la compañía que realizó la inconsciente tarea y a la municipalidad de Mar Chiquita por no realizar ningún control al respecto.

“Registramos el hecho en un predio en donde hay unas cabañas, un tipo de hostel, que además es de dudosa procedencia, ubicado sobre la costanera de Camet Norte. Dos camiones de la compañía El Pipi, que ya tiene varios reclamos también, tiraron basura y escombros”, describió de movida la mujer. 

“Hicimos una denuncia en la defensoría del Pueblo y vino el Delegado Municipal y el encargado de Medio Ambiente de la comuna, que nos dijeron que iban a  limpiar todo y que le indicaron a las personas a cargo de ese lote que no hagan más algo así, pero eso no es garantía de nada”, precisó.

De acuerdo a lo expuesto por los vecinos, en su defensa, el responsable del hostel sostuvo que llevó adelanta tal acción “ya que quiere defenderse de la erosión costera”, otra de las grandes problemáticas del lugar por la que también hay extensos reclamos desatendidos.

“Si fueran piedras grandes, bueno, podría tener alguna justificación lo de la erosión, pero ahí abajo quedaron un montón de plásticos y residuos de menor tamaño que obviamente dañan de manera severa el medio ambiente”, sentenció la vecina.

Tiempo atrás, otro residente del lugar inició por cuenta propia una obra de defensa costera por la que colocó, sobre el acantilado en el frente de su terreno, enormes piedras de escollera, sin ninguna autorización gubernamental. En su momento, el vecino se respaldó en una interminable lista de solicitudes para solucionar el tema que llegó a elevar ante los estados provincial y municipal.

“Desde la asociación vecinal trabajamos desde hace tiempo en el asunto, hicimos el año pasado un congreso para hablar sobre la erosión. Se hizo además toda una valoración respecto a la importancia del lugar en el patrimonio paleontológico. Y ahora viene esta persona a tirar todo eso. Es un aborto de la naturaleza y así como se le ocurre a uno hacer algo así, también se le puede ocurrir a otro cualquier otra cosa”, concluyó.