“Si también aumenta la leña, los vecinos van a empezar a depredar los árboles”

Con el primer descenso de temperatura, desde el barrio La Serena se mostraron muy preocupados por el invierno que viene: “No hay garrafa social, se vende a $180 y comenzaron a llegar facturas de electricidad por 1.500. La gente agota instancias”.

23 de Abril de 2017 09:18

Por Redacción 0223

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“No me quiero asustar, pero este invierno puede ser muy problemático”. Sincera y muy lejos de cualquier ánimo apocalíptico, María Inés Benítez, la presidenta de la sociedad de fomento de Playa Serena, trazó un panorama “muy preocupante” para los próximos meses en torno a las bajas temperaturas y ante la necesidad de la población de calefaccionar su vivienda.

“Este martes, particularmente, vino mucha gente a vernos a la sede de fomento, fue un desfile terrible de vecinos que están alarmados porque no hay ninguna novedad sobre la garrafa social y, además, hay gente sin trabajo que vino a mostrarnos la factura de electricidad recibida hace pocos días: están llegando montos que ascienden a los 1.500 pesos y aún no hace tanto frío, recién empezó el otoño”, describió Benítez a modo de ejemplificar una situación que se vuelve insostenible.

“Por si fuera poco, sabemos que la gente hace lo que puede y entonces hay muchísimas conexiones eléctricas precarias que pueden ocasionar serios riesgos”, sumó la vecinalista, notoriamente angustiada. “Una familia debió poner un brasero precario, con un tacho, en el medio de su casa para poder calentarla. Obviamente los aconsejamos y les recalcamos que eso era muy peligroso, pero no tenían otra opción”, graficó la referente barrial.

“La realidad es alarmante. Ya no tenemos la garrafa social que se traía el año pasado a $95. En lo que va del 2017, los comercios la tienen a no menos de $180. Y si la leña también aumenta, los vecinos van a empezar a depredar los árboles, la gente agota todas las instancias”, entendió Benítez.

En Playa Serena la red domiciliaria de gas alcanza una zona que no supera las 20 cuadras. “La última etapa de obra que se hizo fue hace aproximadamente 3 años, con una empresa que se llama Alsat que logró que los vecinos tengan el servicio: hicieron un relevamiento, cubrieron el 60% de las manzanas adheridas y entregaron una chequera de pago, para que el vecino accediera a un plan de pago y ya tuviera conexión”, recordó la vecinalista. “Sin embargo, aunque nosotros planteamos que queremos hacer nuevamente eso, Camuzzi nos dijo que no estaba en sus posibilidades y no quiso ingresar al barrio“, concluyó.