Agropecuario se quedó con el primer ascenso y está en boca de todos

El equipo de Carlos Casares se consagró campeón del Torneo Federal A y el país habla de ellos. Con menos de seis años de vida, tiene muchas cosas en común con el Unión que llegó a la B Nacional. Entre ellas, un nombre clave: Juan Pablo Manzoco.

El equipo de Agropecuario que salió a la cancha en el último partido del Pentagonal, le ganó a Gimnasia y Tiro de Salta y esperó el desenlace de la jornada final para festejar. (Foto: Prensa Agropecuario)

29 de Mayo de 2017 16:16

Por Redacción 0223

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Trabajo serio, un hombre detrás de un sueño, planteles bien armados, cuerpos técnicos de jerarquía, un grupo chico de seguidores pero que no le generan inconvenientes, comodidades para los protagonistas, la tranquilidad de cobrar mucho o poco, pero siempre al día, para trabajar siempre al 100% y Juan Pablo Manzoco. Esos, son algunos de los atributos que asemejan a Agropecuario de Carlos Casares con el ya desaparecido del mundo del fútbol, Unión de Mar del Plata. En el 2014 fue el conjunto de nuestra ciudad el que dio la nota, le ganó el desempate ni más ni menos que a Talleres de Córdoba y subió a la B Nacional. Esta vez fue el equipo "sojero" el que está en boca de todo el país y, con menos de seis años de vida, sacó boleto a la máxima categoría del ascenso argentino.

El nombre clave de toda esta historia es Bernardo Grobocopatel. Como en Unión lo había sido Francisco Pagano, más allá del club, de la Comisión Directiva y de todo lo que hay detrás de una gran infraestructura para afrontar torneos profesionales, la pirámide la encabeza una sola persona. A diferencia de lo que hizo "Cacho", el portador del apellido más importante del mundo de la soja en el país, no se hizo cargo de un club y buscó llevarlo a la cúspide. Directamente lo creó, peleó contra viento y marea en Carlos Casares con los que no querían que juegue la Liga Local, llegó al Federal C y, a partir de ahí, empezó a soñar a lo grande. Pero el objetivo no fue sacarse las ganas, lograr cosas y volver a sus negocios. Por el contrario, siempre quiere más. Acaba de ascender a la B Nacional, pero su cabeza ya empezó a soñar con la Primera División, porque "armar un equipo para no descender te lleva al descenso" y porque "le prometí a mi viejo que falleció hace dos años, que alguna vez iba a tener a Racing jugando en Carlos Casares", remarca una y otra vez un amante del fútbol y de la "academia" de Avellaneda.

La ilusión estaba clara y no se encuentra con este ascenso de sorpresa. Cuando arrancó el Federal A 2016/17 y recibía a Alvarado en Carlos Casares, muchos hablaban de la "cenicienta" del torneo, por sus pocos años de vida y por ser un recientemente ascendido. El por entonces entrenador del "torito", Duilio Botella, conocedor de la categoría y de los jugadores, lo ponía en el podio de los candidatos a quedarse con el ascenso, por la jerarquía de su plantel y el recambio con el que contaba Adrián Adrover, el técnico en ese momento. Sin embargo, tras el triunfo por 1 a 0 sobre los marplatenses, alternó buenas y malas, Grobocopatel decidió dar un golpe de timón y dejó el interinato de Andrés Zerillo, DT de nuestra ciudad, que es el coordinador de las inferiores rojiverdes y que ya dirigió en varias oportunidades al plantel principal. Pero el as bajo la manga lo tenía preparado para diciembre, con la clasificación consumada al Nonagonal, contrató a José María Bianco y reforzó el plantel con experiencia y jerarquía con Cristian Barinaga y Maximiliano Zbrun.

El presidente y fundador del club no se conformaba con dar pelea y quería lograr lo que le prometió al capitán, ídolo y figura de Agropecuario cuando lo fue a buscar antes de la creación del club: "En cinco años vamos a estar en la B Nacional", le dijo Grobocopatel. Lo que en ese momento parecían palabras de compromiso para convencerlo, enseguida se empezó a transformar en una realidad. Si se perdió dos o tres partidos en estos casi seis años que tiene el club, es mucho. Con el plantel o en su auto personal, siempre está acompañando al equipo y siguiendo de cerca para que no les falte nada y sólo se tengan que dedicar a jugar al fútbol.

Además de llegar a la B Nacional con el plantel profesional, otro sueño que tenía lo concretó hace apenas un par de meses. Agropecuario presentó el pedido en AFA para que sus categorías formativas participen de los campeonatos de divisiones inferiores de la categoría. Y la respuesta afirmativa llegó casi en simultáneo que el equipo daba que hablar en el Nonagonal Sur y se encaminaba a clasificar al Pentagonal en busca del primer ascenso al Federal A.

Los sueños están para cumplirlos y Bernardo Grobocopatel, va paso a paso consiguiendo cada uno de los que se propone. Y es el sueño de él, pero también el de un pueblo de casi 20 mil habitantes del oeste de la provincia de Buenos Aires que vive un cuento de hadas. Que luego de un comienzo en el que lo miraban de reojo, con el tiempo vieron que iba en serio, le brindaron su apoyo al equipo y que el domingo tuvieron un reencuentro con su propia historia, saliendo a las calles a festejar un título deportivo a nivel nacional. Como en la década del '80 fue noticia en los medios nacionales por Roberto Mouras, el "Toro" que fue tricampeón del Turismo Carretera y uno de los máximos exponentes de la categoría más popular del automovilismo argentino

Ahora es el turno de Agropecuario Argentino, un club fundado el 23 de agosto de 2011, que a poco de cumplir seis años, se da el gusto de llegar a la segunda categoría del fútbol nacional y es el equipo más joven en alcanzar ese logro. Con nombres conocidos en nuestra ciudad. Uno de los jugadores claves en las fechas decisivas fue Alejandro Aguirre, el "Chango", exAldosivi, Cadetes y Unión; uno de los arqueros es César Vallejos, también parte del ascenso "celeste" en Junín; y el "5", subcapitán, hombre de la casa, que se animó a bajar dos categorías para ser determinante en dos ascensos consecutivos del club de su pueblo, que al igual que en 2014 con Unión, llega a lo más alto: Juan Pablo Manzoco.