La caballerosidad de Horacio Zeballos ante la lesión de su rival

Una extraña mezcla de sensaciones vive Horacio Zeballos, en un año inolvidable hasta aquí. Por un lado, saber que por primera vez está en los octavos de final de un Grand Slam, en este caso Roland Garros. Pero por el otro, su clasificación se dio por la lesión inoportuna de su duro rival, el belga David Goffin, que se imponía 5-4 en el primer set.

Tras impactar la pelota con su raqueta y quedar de espaldas, el marplatense no vio justo el momento de la caída de su oponente, quien de inmediato dejó en claro que no iba a poder continuar. Sorprendido, Zeballos se tomó la cabeza, observó desde su lado de la cancha, para de inmediato cruzar la red y asistir al jugador europeo. Le dio una toalla, y luego en la zona de los bancos le dio un abrazo sentido. Goffin fue llevado por los médicos para su atención, y el tenista marplatense recogió el bolso con las pertenencias suyas y de su rival, y las llevó hasta los vestuarios.

El gesto de "Horacito" fue aplaudido por todos en el estadio Suzanne Lenglen. Y los medios del mundo también reflejaron el gesto de confraternidad deportiva y respeto del jugador marplatense.

Zeballos intentará este sábado avanzar a los cuartos de final del dobles, y luego enfrentar al austríaco Dominic Thiem, sexto del ranking y su rival en octavos, que derrotó al estadounidense Steve Johnson, 26 del mundo, en tres sets, por 6-1, 7-6 y 6-3, en dos horas y tres minutos,