Juan Rey: "Hay que ponerle una sonrisa a Mar del Plata"

Juan Rey anticipó que hará una buena elección en las Paso. Fotos: 0223. 

24 de Julio de 2017 19:58

Por Redacción 0223

PARA 0223

Juan, tenemos miedo de que te metas en la política. Te vamos a perder”, le dijo una pareja que encontró al precandidato a concejal de Acción Marplatense en la librería Keops, donde trabaja todos los días, en los ratos libres que le deja la campaña. Juan Rey, el hombre elegido por Nueva Acción para competir por primera vez en la historia del partido contra Marcelo Artime, les respondió que no se preocupen. Que él seguirá siendo el mismo y trabajará para "ponerle una sonrisa a Mar del Plata" desde el Concejo Deliberante.

"Yo me siento bárbaro, muy feliz. Soy una persona eternamente positiva, y me gustan los grandes desafíos. Empezamos como David contra Goliat y notamos una muy buena onda de la gente. Con una recepción muy positiva. Y en mi caso personal he tenido una vida muy vivida; pasar por el deporte, ser gerente de un banco, gerente de una empresa, y después la explosión de Hazmereír. Eso hace que tenga muy buena recepción en todos los estamentos. En los últimos 12 años trabajé mucho en los barrios, pero también tengo una gran relación con el resto de la ciudad", contó Rey en una entrevista con 0223 en una pequeña oficina de su librería, repleta fotos y afiches de Hazmereír, la ONG que forjó luego del fallecimiento de su hijo Juan Pablo.

Aquella tragedia la canalizó en algo positivo para toda la sociedad. Esa actitud tiene una palabra: resiliencia. Y es lo primero que dice cuando da charlas en los colegios. "Muy pocas personas la conocen, de hecho yo también aprendí de grande su significado", señaló.

"Es convertir algo trágico o difícil. A mi solo no me pasan cosas malas. Hay gente que sufre por mal de amores, porque perdió un trabajo, murió un padre, hay muchas situaciones difíciles. Cuando a vos te ocurren este tipo de cosas podés tirarte en la cama y entregarte, hay mucha gente que se vuelca a la religión y en mi caso en particular, con la fortuna de que los chicos hacían circo, tuve la suerte de iniciar algo que es muy alegre. Y eso me ayudó mucho a vivir también. Yo transmito esa resiliencia. Por eso digo continuamente esto de no bajar los brazos, me parece fundamental", contó.

-¿Qué pensaría tu hijo de esta decisión de ser candidato?

-Él estaría muy orgulloso. Me pasa con mi hijo menor también. Nacho es un chico al que nunca le interesó demasiado a politica. Yo creo que Juan Pablo tampoco le hubiera interesado demasiado, porque cuando vos hacés actividades culturales del circo, ellos defienden otro tipo de cosas: la naturaleza, una vida que tiene que ver con el bienestar de las personas y no tanto con lo material. Pero creo que él estaría muy orgulloso, así como está Nacho.

 

 

La charla de media hora con Cistina Kirchner

El nombre de Juan Rey siempre tuvo peso en Mar del Plata por su trayectoria como fundador de la ONG y dirigente deportivo. Sin embargo, trascendió mucho más cuando en febrero de 2014 lo llamó la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner para felicitarlo por su decisión de no subir los precios en su librería.

Lo primero que aclaró Rey fue que el cargo que luego asumió en la secretaría de Cultura de la gestión de Gustavo Pulti no fue producto de ese llamado. "Hace rato me venían ofreciendo el cargo, porque la gestión de Hazmereír había sido buena y podía aportarle el tema social a la cultura", aclaró.

Pero rápidamente destacó aquella experiencia. "Que te llame un presidente es algo muy fuerte.Y más si te llama un presidente al que vos le tenés respeto. Si me hubiera llamado Raúl Alfonsín hubiera sentido lo mismo. No hubiera sentido lo mismo si me llamaban Menem o De la Rúa.

-¿Y si te llama Macri?

-Tampoco me generaría mucho. Lo atendería con respeto, pero no me generaría esa empatía que sentí con alguien que en la media hora que hablé me habló 15 minutos de Raúl Alfonsín. Fue una charla muy amistosa. No fue la charla de un ciudadano con la presidenta, fue una charla de dos personas casi de la misma edad. Ella me habló mucho de mi hijo y me habló mucho de su dolor en ese momento. Y cuando habla en cadena nacional lo dice. Fue un disparador muy interesante en el hecho de mi conexión de distintas personas que no conocía, que eran de la política.

También empezaron a venir a verme. Y tuvo algo que fue muy importante para mí: la repercusión me permitió hacer ciertas obras que son muy difíciles de hacer si no tenés apoyo del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación.Recibimos un subsidio importante para que Hazmereír pueda seguir construyendo el hogar de ancianos. Fue altamente positivo.

El precandidato a concejal de Nueva Acción sostuvo que trabajara para que Mar del Plata "no baje los brazos, a pesar de la mala situación" que atraviesa. Antes de llegar al Concejo Deliberante, deberá atravesar una primaria ante Marcelo Artime.   

-¿Te sorprenden los comentarios de algunos excompañeros tuyos de gabinete?

-Yo lo que no permito es que me falten el respeto, ni a mí, ni a mi familia ni a Hazmereír. Mientras sea un juego yo no tengo problemas, porque de hecho muchos de ellos son amigos. A algunos no los conozco tanto. A Artime lo respeto, pero hemos hablado tres o cuatro veces. Con Laserna compartimos trabajo, pero soy muy amigo de Horacio Taccone, por el deporte. Y también hicimos muchas cosas juntos que tuvieron que ver con unir el deporte y la cultura.

No voy a permitir que se digan cosas que no son reales. Decir Juan Rey y Bonifatti son Arroyo es un error. Cualquiera sabe que yo no formo parte del Concejo Deliberante. Además la gente a veces no sabe que se vota el presupuesto porque se logró obtener cosas muy importantes para la ciudad y por eso lo acompañás, es parte de la política.

-¿Estás preparado para formar parte del Concejo Deliberante, un lugar del cual no es tan fácil cambiar las cosas?

-Desde que soy chiquito soy ejecutivo. Fui gerente de banco a los 26 años. Era encargado de un restaurant a los 22, que tenía 60 camareras y hacíamos 1.500 cubiertos por día. Toda la vida lo mío fue gestión. El deliberativo es otra cosa mucho más lenta, con mucho más conversación y más negociación. A mí me gusta hacer muchas cosas al mismo tiempo y terminarlas. Es una preparación que estoy haciendo. Lo que hago es prepararme y por eso le pregunto mucho a la gente. Me preparo en base a lo que la gente me diga y a sus necesidades. Y no ir leyendo tres libros que escribió algún sabio desde un escritorio, sino yendo con las experiencias que vengo viviendo hace mucho. Mi paso como dirigente deportivo fue en un club brillante como es Unión hoy, pero cuando me crié era un club totalmente pobre. Eso te ayuda a conocer todas las instancias. Fui gerente de un banco que nacía del verdulero, del carnicero, del panadero porque era un banco cooperativo. Todo eso me enseñó.

El cambio es grande y me tengo que acostumbrar. Tengo que estar muy preparado y sobre todo tener un buen equipo. Sería muy irrespetuoso de mi parte ponerme a hablar de salud. Yo puedo hablar de las necesidades de la salita sanitaria, pero no puedo ponerme a hablar de qué vacuna hay que dar o qué hay que hacer técnicamente. Para eso tenés que tener una persona realmente idónea que te ayude. Por eso los concejales tienen su equipo que lo ayuda.

 

-¿Hablaste con Pulti en este tiempo?

-Hace rato que no hablo, pero siempre he tenido una relación muy respetuosa. Estuve un año y medio en la gestión y jamás me llamó para reclamarme nada. Siempre tuvimos una relación respetuosa.

-¿Te sorprendió que intentaran impedir que participes?

-Creo que pensaron que tal vez era mejor tener una lista única. Pero como no sucedió y realmente empezó a trascender que teníamos posibilidades concretas de hacer una buena elección, hecho que se va refrendando día a día, entonces pasé a ser un problema para ellos. Y utilizaron esa posibilidad, pero la justicia fue justa y nos dio la posibilidad de participar. No me enojo por eso, pero no son los códigos que yo utilizo. Los míos son códigos de barrio, de vestuario.

-Mencionaste que hay indicios de que van a hacer una buena elección. ¿Qué sería una buena elección?

-Para mí una buena elección es ganar. Siempre. Para eso trabajamos. Eso no significa que gane, pero siempre la expectativa mía, en cualquier orden de la vida, es tratar de hacer lo mejor posible. Trabajamos de 7 de la mañana a 10 de la noche muy fuerte. Es un grupo muy unido, pero de pocas personas, porque somos nuevos. Estamos en un espacio con una trayectoria de 20 años como es Acción Marplatense, pero con un grupo de gente muy joven, muy nueva, cuya persona con más experiencia de todos tiene 40 años, que es Santiago (Bonifatti).

-¿Cómo ves la realidad cultural y social de la ciudad hoy?

-Nuestra prioridad es el empleo. Es la posibilidad sostener a tu familia. Es mucho más que eso, es la dignidad de la familia. Si algún día no tuviste trabajo, a mí me ha pasado cuando cerró el banco y estuve tres meses sin trabajo, es tremendo. Eso genera una dignidad en tu hijo, que ve un padre trabajando. También le da la dignidad al padre de poder pagarle al hijo natación o que vaya a tocar la guitarra. Eso es el inicio de todas las situaciones del desmadre social que vive la ciudad. Cuando pasan esas cosas el Estado tiene que estar muy presente. Y si vos le sacás los capacitadores a los espacios culturales de los barrios y dejás 13.200 chicos en la calle estás generando no solo un problema cultural, sino un problema de desarrollo social para esos chicos. Es una cadena que tiene que ver con la visión del Estado: o tenés una visión social o tenés una visión para pocos. Y yo creo que este Estado no tiene una visión social.