Brotes verdes e insuficientes

La estadística pesquera marca cifras récords de la mano de especies como el calamar y el langostino que en Mar del Plata no generan la reactivación de miles de fuentes de trabajo condenadas a un garantizado por debajo de la línea de pobreza.

Obreros efectivos del Grupo Chiarco no sienten los brotes verdes: reclaman por más horas de trabajo.

27 de Julio de 2017 08:06

Necesitado de aferrarse a los pocos brotes verdes que muestran los sectores productivos capaces de prosperar en un contexto económico dominado por la reducción del mercado interno, el aumento considerable de los costos de producción y la agobiante presión impositiva, el gobierno nacional tiene en la industria pesquera uno de los pocos ejemplos de prosperidad que emergen en medio de la tierra yerma.

Los números que muestra el último informe de coyuntura, elaborado desde la Subsecretaria de Pesca de la Nación así lo avalan. La estadística oficial contiene datos de exportaciones de los principales productos pesqueros entre enero y mayo del 2017, los cuales evidencian un crecimiento que cualquier gobierno necesitado de mostrar signos vitales en la economía enarbolaría.

En los primeros cinco meses del año se comercializaron casi 200 mil toneladas de pescados y mariscos, los cuales generaron poco más de 710 millones de dólares. Las cifras representan un crecimiento interanual del 13,7% en toneladas y un 17% en divisas.

Pero los números verdes son parte de un tablero que también tiene muchos en rojo. La mejora se sostiene, como ya lo hemos venido sosteniendo en este tiempo, en dos pilares principales: la mejor temporada de calamar, que duplicó los números del año pasado, y la revolución del langostino que sigue mejorando números que nadie creía que pudieran superarse.

Entre enero y mayo las exportaciones de calamar orillaron las 70 mil toneladas. La cifra representó un aumento del 112,7% en volumen y del 175% en divisas porque las mejores capturas fueron acompañadas por un mejoramiento en los precios del molusco. El promedio fue de 2619 dólares la tonelada, un 30% más que el año pasado.

El calamar no genera trabajo en tierra pese a que la normativa marca la obligación de los armadores a reprocesar el 10% de las capturas. Como la temporada 2016 fue mala las autoridades le permitieron cumplir con ese requisito entre este y el año próximo. Nadie asegura que la flexibilización no podría extenderse.

El calamar se exporta entero o su vaina (tubo) sin procesar. Las pocas toneladas de tubo limpio, sin piel, que se venden registraron un valor de 6260 dólares la tonelada. Esos 3,6 dólares más por kilo parecen poco estímulo para que los industriales generen trabajo en tierra.

En el mismo período analizado, el langostino en tanto registró ventas por casi 44 mil toneladas al exterior, las cuales generaron 280 millones de dólares, una mejora de más de 7% en promedio cuando ni el más optimista pensaba que podían llegar a mejorarse las cifras del 2016. La bonanza continúa y con un precio sostenido la pesca podría superar los 2 mil millones de dólares en exportaciones. Más de un 30% que hace tres años.

Pero estos brotes verdes no alimentan a toda la larga y variada cadena productiva vinculada al sector pesquero, sino a grandes empresas integradas con flotas diversas. En Mar del Plata casi que alcanza con los dedos de una mano. Son las que más han sido partícipes de este crecimiento que marca la estadística, junto con los casi 50 barcos fresqueros que migraron a la Patagonia a participar de la temporada del langostino.

Pero como no hay chances de mudar la capacidad de trabajo instalada en Mar del Plata hacia zonas más próximas a la abundancia del langostino y al efectivo cada vez más sur de merluza hubbsi, los que quedan en un segundo plano, corridos del centro de la escena, intentan sobrevivir entre las sombras mientras esperan que lleguen los beneficios del fondo fiduciario.

Es acertado comenzar por los eslabones más débiles de la cadena. Por estas horas debuta la asistencia auxiliando a la flota artesanal con 13 millones de pesos, según anticipó la gobernadora en su última visita a la ciudad. Vidal volvió a hablar de la llegada de un crucero. No dijo que es el “Preziosa”, de la naviera MSC, que mide 330 metros y no puede entrar a puerto.

Pero volvamos al lado B de la pesca. La actividad en esa zona oscura es complicada para armadores que dependen exclusivamente de la merluza e imposible de sostener para miles de obreros a los que de poco les sirve una actualización salarial del 29% si son convocados a trabajar dos o tres horas por día, dos o tres días a la semana. Imposible que pueden romper la garantía mensual de 184 horas del convenio.

La misma estadística oficial marca que la merluza sigue siendo un negocio poco apetecible en el actual esquema de costos, con un combustible que lejos de bajar como piden las cámaras armadoras, sube, aumento salarial del 25% y una zona de pesca a dos días de navegación del puerto.

Entre enero y mayo las exportaciones de merluza se redujeron un 16,5% en relación al mismo período del año pasado. Los números seguirán cayendo si pensamos en todos los fresqueros que no aportan desde junio por estar pescando langostino.

Los que quedaron operan con asiduidad sobre el efectivo norte, pero sin acompañar mucho el precio el nivel inflacionario. Son algo más de $12 para frigorífico a exportación y $14 a plaza para mercado interno. El descenso del volumen exportado quedó compensado por una mejora en el valor promedio de la tonelada cercano al 10%.

Entre los números rojos están los 90 obreros registrados bajo convenio del grupo Chiarco (China-Argentina Corporation) en Ortiz de Zárate y Posadas. La semana pasada reclamaron que la empresa entregue más pescado fresco en las mesadas de producción. Con inversiones en la Patagonia, Chiarco en Mar del Plata traía pescado congelado listo para exportar.

“Vemos pasar el plato de comida delante de nuestras manos y no podemos hacer nada”, contó Raúl Rohr, uno de los delegados de la empresa durante la protesta frente al frigorífico. Los chinos les avisaron que no piensan bajar la persiana y que los convocarían a trabajar de manera más seguida.

Después de esperar varios meses y salir airoso de la interna en Agroindustria, Oscar Fortunato fue confirmado oficialmente como representante del presidente Mauricio Macri en el Consejo Federal Pesquero. Presidente de Cepa, es el lobbista más reconocido de empresarios como Moscuzza, Solimeno y Valastro.

La designación de Fortunato no es más que un mensaje que consolida el modelo pesquero que se viene. El de la concentración de cuota de merluza en barcos factoría, la prevalencia de la eficiencia de los buques congeladores que depredan sin muchos controles por sobre la generación de trabajo en tierra con el pescado fresco.