Millones de usuarios de cable de todo el país se quedaron sin servicio por una falla técnica

"Ohoh... tenemos un problema". No es Alf, sino la leyenda que apareció este viernes a la tarde en millones de televisores y dispositivos de todo el país, ante la caída masiva del servicio de cable y de streaming de Flow. 

La falla generalizada en el servicio que presta la empresa Personal generó las quejas de miles de usuarios en las redes sociales, en las que "Flow" se volvió tendencia. Como si eso fuese poco, la aplicación de "Mi Personal", por la que se pueden hacer los reclamos, tampoco funciona, complicando aún más la situación.  

Ante los reclamos, desde la empresa comunicaron a los clientes que se está trabajando para restablecer el servicio, aunque no se sabe si será en el transcurso del día o la caída se extenderá hasta este sábado. 

El servicio se cortó alrededor de las 14.30 de este viernes y afecta no sólo a los usuarios de la Argentina, sino también de países limítrofes, como Paraguay. En el país, se reportaron problemas en Mar del Plata, el norte de la provincia de Buenos Aires, en la ciudad de Buenos Aires, en Neuquén, entre otros lugares. 

Los mensajes en las redes dejaron trascender la furia tras la falla generalizada, tanto por la falta de repuesta de los operadores de atención al público de la empresa como por el alto precio del servicio y la poca relación con respecto a su calidad. En sus redes sociales, la empresa no se pronunció sobre el tema ni brindó ningún tipo de comunicado oficial. 

"Hace meses que venimos con cortes y hoy decidieron desconectarse de todos lados, ni el barrendero te atiende", "No dan respuesta por ningún canal de comunicación. Probé en Facebook y WhatsApp. NADA", "Qué pasa con Flow, hermanos. Pago 21 mil pesos por mes", fueron algunos de los comentarios que dejaron los clientes en Twitter.

Luego de más de 5 horas sin servicio, como es habitual en estos casos, comenzaron también a circular memes al respecto, apelando una vez más al sentido del humor de los argentinos ante la falta de respuestas ante el "apagón", que nadie sabe hasta cuándo se extenderá.