Por hallazgos en Mar del Plata y Catamarca, determinan cómo veía el “marsupial dientes de sable”

La revista Nature, una de las publicaciones científicas más prestigiosas a nivel mundial, publicó un trabajo que se llevó adelante mediante tomografías computadas y reconstrucciones digitales en 3D, a partir de los restos que se encontraron en la ciudad y Corral Quemado.

Foto ilustrativa: ejemplar sobre dinosaurios de la Revista Nature.

21 de Marzo de 2023 17:37

Por Redacción 0223

PARA 0223

Nature, una de las revistas científicas de mayor prestigio en el mundo, publicó un trabajo de tres investigadores que lograron reconstruir la capacidad visual de la especie extinta Thylacosmilus atrox, más conocida como el “marsupial dientes de sable”, a partir del estudio de restos fósiles que fueron aportados desde Mar del Plata y la localidad catarmaqueña de Corral Quemado.

El estudio de Charlène Gaillard, estudiante de doctorado en el Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (IANIGLA) de Mendoza, junto con Analía M. Forasiepi (IANIGLA) y Ross D. E. MacPhee del Museo Americano de Historia Natural (AMNH), se publicó el 21 de marzo y tuvo como objetivo interpretar cómo era la visión de este particular depredador y de esta forma aportar a las hipótesis de cuál era su estrategia de caza y cómo su hábito de vida se acomodaba a sus caninos hiperdesarollados. 

Los científicos pudieron arribar a las reveladoras conclusiones mediante tomografías computadas y reconstrucciones digitales en 3D de los fósiles que fueron recuperados en yacimientos paleontológicos chapadmalalenses, en Mar del Plata y Corral Quemado, con 5 a 3 millones de años de antigüedad. 

Crédito de la ilustración: Jorge L. Blanco. Thylacosmilus atrox.

A diferencia de los depredadores tradicionales, que tienen órbitas óseas que convergen hacia el frente, en este trabajo se pudo determinar que las órbitas de Thylacosmilus estaban orientadas lateralmente de forma similar a los caballos y las vacas.

"Tener órbitas óseas poco convergentes no es incompatible con la depredación pues otros parámetros también influyen en la visión. Thylacosmilus habría compensado la baja convergencia y logrado la estereoscopía con la reorganización completa de sus orbitas. La orientación de sus orbitas en relación al plano del paladar (verticalidad) y la base del cráneo (frontalidad) son extremos en Thylacosmilus comparado con otros carnívoros como lo es el ¨tigres dientes de sable¨. Tal orientación es el resultado del compromiso morfológico entre la función primaria del cráneo (alojar a los órganos de los sentidos) a la vez que generar suficiente espacio para acomodar a los grandes caninos, cuyas raíces llegaban al dorso del cráneo", razonaron los autores del estudio.

Ahora, la pregunta sigue siendo ¿por qué Thylacosmilus habría tenido caninos tan grandes y de crecimiento continuo? Los estudios previos sugirieron que los caninos hiperdesarrollados habrían facilitado apuñalar a las presas sobre las partes blandas, infligiendo una profunda herida mortal. La mordida habría estado dirigida por la poderosa musculatura cervical y asistida por las patas delanteras con capacidades de manipulación

El Thylacosmilus prosperó como un depredador de emboscada en las praderas del sur de América del Sur desde el Mioceno Tardío hasta su extinción hacia mediados del Plioceno, hace tres millones de años. Con Thylacosmilus extinto, los mamíferos carnívoros nativos sudamericanos liberaron el continente sudamericano para la conquista de los mamíferos placentarios norteamericanos del orden carnívora, como el ¨tigres dientes de sable¨ Smilodon. Smilodon era un félido de gran tamaño corporal (unos 200kg) con caninos grandes y robustos.