El Papa del "fin del mundo" cumple 11 años frente a la Iglesia Católica

Breve recorrido de sus acciones como Pontificado, en su lucha para establecer la paz y al servicio de los pobres. 

Foto: Cuenta oficial de Vatican News.

13 de Marzo de 2024 13:09

Por Redacción 0223

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Once años han pasado desde que el Cardenal Jorge Mario Bergoglio se presentaba ante el mundo como el Papa Francisco. Inspirado en su nombre por San Francisco de Asís, el santo que simboliza la paz, la austeridad y el servicio a los pobres. Un concepto que ha llevado consigo mismo durante su accionar, al frente de la Iglesia Católica.

Durante el último año, Francisco ha realizado más de 130 llamados de un alto al fuego en Ucrania y más de 60 con respecto al conflicto en la Franja de Gaza. Recientemente, durante una entrevista con un medio de Suiza, llamó a Ucrania a "negociar" para "no llevar al país a un suicidio".

Por otro lado, la pobreza siempre estuvo en el centro del Evangelio. “Un mundo rico y una economía vibrante pueden y deben acabar con la pobreza. Se pueden generar y estimular dinámicas capaces de incluir, alimentar, curar y vestir a los últimos de la sociedad, en vez de excluirlos. Debemos elegir qué y a quién priorizar. Si propiciamos mecanismos socio-económicos humanizantes para toda la sociedad, o por el contrario, fomentamos un sistema que termina por justificar determinadas prácticas que lo único que logran es aumentar el nivel de injusticia y de violencia social”.

Conforme a esto, en 2016 instauró la Jornada Mundial de los Pobres, que “nos invita a reflexionar y tomar conciencia sobre una realidad que padecen millones de personas en el mundo y en nuestro país”.

A su vez, hace referencia y lucha contra la cultura del descarte. A esta la define como “un modo de vida que antepone el consumir y tirar, al reducir o reutilizar, y que busca el confort y el placer inmediato. En su significado más inhumano, las personas son bienes de consumo que pueden ser usadas y tiradas, esclavizadas, excluidas o sometidas a desigualdad y a la falta de recursos y derechos”.

"Hoy, en este imperio del Dios Dinero, se descartan las cosas, y se descartan las personas. Se descartan los chicos porque no se los quiere, se descartan los ancianos porque ya no producen. Se descartan los jóvenes porque no les dan trabajo”.

Finalmente, Francisco llamó a las Iglesias a salir a las periferias y reivindicar la compasión y la ternura, y ponerla en práctica en la vida cotidiana. En adición, Franciso manifestó: “No conviertan a la Iglesia en una Aduana. Acá entran todos. Las puertas de las Iglesias están abiertas a todos, sin exclusión”.