Alerta por la importación de barcos usados: "Está en peligro la seguridad de los tripulantes"

La posibilidad de que un grupo empresario marplatense traiga a la ciudad embarcaciones usadas con casi 40 años de antigüedad despertó el alerta en distintos sectores portuarios que se manifestaron en contra de la iniciativa y pidieron acompañamiento de las autoridades.

"Nos llegó una información muy grave sobre un total de cinco barcos en principio, que varían entre 25 años y 39 años. Son barcos usados que seguramente los quieren traer desde Europa, porque allá hay un límite de uso para los barcos. Ellos tienen caducidad en los buques pesqueros a partir de los 25 años y obviamente si los pueden vender, lo van a hacer, porque para ellos es tarde para usar ese producto en la producción pesquera", explicó a 0223 Gabriela Sánchez, familiar de víctima del Repunte e integrante de la organización Ningún Hundimiento Más.

Si bien Argentina cuenta actualmente con el DNU 145/19 que establece una vida útil máxima de 40 años en las embarcaciones, el límite comenzara a regir recién dentro de 14 años. "Hasta el 2040 los empresarios tienen tiempo para renovar la flota, y se está haciendo de forma muy paulatina. Incluso todos los astilleros ampliaron sus instalaciones porque saben que hasta ese año tienen la posibilidad de trabajo, pero con la entrada de barcos usados eso se va a cortar, porque los costos para el empresario son distintos", expresó Sánchez.

En ese sentido, señaló que la industria naval local no tendrá forma de competir con la compra de barcos usados, ya que como en otros países deben deshacerse de ellos por considerarse chatarra, los venden a precios irrisorios.

"Esta locura no se permitía desde el gobierno de Carlos Menem, momento en el que adquirieron barcos que aún tenemos, con una flota totalmente envejecida. Si vuelven con esta política, nunca vamos a tener una flota en condiciones de seguridad", lamentó.

Este punto es lo que más les preocupa a los familiares y allegados de tragedias como el Repunte o el Rigel, barcos que se hundieron por malas condiciones. "La seguridad de los tripulantes nos afecta. Tenemos el caso del repunte, un barco que entró usado y que fue totalmente modificado. En el informe que realizó la Junta de Seguridad de Transportes, se estableció que la causa del hundimiento fue la serie de modificaciones que se le hicieron. Y acá nace el otro punto de controversia: los barcos que piensan traer, no están fabricados para que pesquen en el mar argentino; no es lo mismo el Mediterráneo que el Atlántico Sur", aseguró Sánchez.

"Los empresarios deben invertir, porque es una industria que gana bien. Si a los de cualquier otro medio de transporte les ponen una caducidad y lo cumplen, ¿cómo puede ser que acá no puedan cambiar, renovar y modernizar la flota?", se preguntó la integrante de la multisectorial.

Piden respuestas a las autoridades

Además de hacer público el reclamo, desde Ningún Hundimiento Más se comunicaron con el Consejo Federal Pesquero, el subsecretario de Pesca de la Nación, Juan Antonio López Cazorla, y el subsecretario de Industria, Javier Cardini para ampliar la convocatoria. "Esperamos que tengan sentido común y si las empresas lo hacen porque necesitan ayuda, se la puedan dar. Obviamente nosotros no estamos en contra de las empresas ni de la industria pesquera, sino que estamos a favor de la seguridad y de que los tripulantes puedan trabajar con la tranquilidad que tiene que tener cualquier trabajador", ratificó Sánchez. 

"No nos han dado respuestas ni desde el Estado provincial, nacional o municipal. Esperamos que se preocupen por el tema porque son ellos los que tienen que tomar las decisiones para que esto no se dé", alertó.