Marplatenses Abandonan la Ciudad por Cumbre de las Américas
28 de Octubre de 2005 20:18
Por Redacción 0223
PARA 0223
Mientras los ojos del mundo se posan sobre Mar del Plata, donde el 4 de noviembre comenzará la Cumbre de las Américas con la presencia de George W. Bush, sus habitantes dejan su hogar en busca de tranquilidad y seguridad. Mientras los ojos del mundo se posan sobre la ciudad argentina de Mar del Plata, donde el 4 de noviembre comenzará la Cumbre de las Américas con la presencia de George W. Bush, sus habitantes dejan su hogar en busca de tranquilidad y seguridad.
Mar del Plata, un tradicional balneario de la costa atlántica argentina, a 400 kilómetros al sur de Buenos Aires, vive una transformación desde hace meses para recibir a los líderes del continente americano, lo que demandó la inversión de unos 40 millones de dólares en infraestructura.
Pero poco podrán disfrutar los habitantes de Mar del Plata durante la cumbre, ante las severas medidas de seguridad, ya que fueron censados por las autoridades y recibirán una tarjeta para circular por la ciudad, que quedará partida al medio por un vallado.
Ante este escenario, muchos prefirieron la tranquilidad de los balnearios cercanos para escapar del bullicio, y en algunos casos, por temor a incidentes o ataques.
"Odio la idea de no poder transitar por la ciudad, de tener que saber dónde puedo o no puedo caminar. Por eso me vine a Buenos Aires hasta que termine la cumbre", dijo una jubilada de 60 años, que prefirió no ser identificada.
La psicosis por la seguridad que suele rodear las cumbres ya se instaló en Mar del Plata, en un país que sufrió dos ataques terroristas en la década de 1990.
Desde hace meses que en rechazo a la llegada de Bush explotaron bombas de bajo poder en locales de empresas estadounidenses en Buenos Aires, que en casi todos los casos sólo provocaron daños a las entidades.
A esos incidentes se sumaron durante los últimos días amenazas de bomba en escuelas en Mar del Plata, que obligaron a evacuar a cientos de niños, además de desalojar estaciones de ómnibus y trenes.
"El marplatense optó por estos tres días no estar acá en la ciudad", dijo a una radio Gabriel di Marco, director de la agencia de viajes Asatej en Mar del Plata.
"Hemos hecho reservas en todo lo que es la zona de Cariló, Pinamar, Villa Gessel, Mar de las Pampas (balnearios cercanos) y los marplatenses que se pueden tomar una semana optaron por Cataratas del Iguazú, el sur de Brasil, Carlos Paz, y otras zonas de (la provincia de) Córdoba", agregó.
El gobierno argentino llevará entre 6.000 y 7.000 agentes de seguridad a Mar del Plata, buena parte de la costa estará cerrada al público y habrá un espacio de exclusión aéreo de 176 kilómetros entre el 3 y el 6 de noviembre que ningún avión podrá atravesar.
AUTOR / FUENTE: Agencia Reuters
Mar del Plata, un tradicional balneario de la costa atlántica argentina, a 400 kilómetros al sur de Buenos Aires, vive una transformación desde hace meses para recibir a los líderes del continente americano, lo que demandó la inversión de unos 40 millones de dólares en infraestructura.
Pero poco podrán disfrutar los habitantes de Mar del Plata durante la cumbre, ante las severas medidas de seguridad, ya que fueron censados por las autoridades y recibirán una tarjeta para circular por la ciudad, que quedará partida al medio por un vallado.
Ante este escenario, muchos prefirieron la tranquilidad de los balnearios cercanos para escapar del bullicio, y en algunos casos, por temor a incidentes o ataques.
"Odio la idea de no poder transitar por la ciudad, de tener que saber dónde puedo o no puedo caminar. Por eso me vine a Buenos Aires hasta que termine la cumbre", dijo una jubilada de 60 años, que prefirió no ser identificada.
La psicosis por la seguridad que suele rodear las cumbres ya se instaló en Mar del Plata, en un país que sufrió dos ataques terroristas en la década de 1990.
Desde hace meses que en rechazo a la llegada de Bush explotaron bombas de bajo poder en locales de empresas estadounidenses en Buenos Aires, que en casi todos los casos sólo provocaron daños a las entidades.
A esos incidentes se sumaron durante los últimos días amenazas de bomba en escuelas en Mar del Plata, que obligaron a evacuar a cientos de niños, además de desalojar estaciones de ómnibus y trenes.
"El marplatense optó por estos tres días no estar acá en la ciudad", dijo a una radio Gabriel di Marco, director de la agencia de viajes Asatej en Mar del Plata.
"Hemos hecho reservas en todo lo que es la zona de Cariló, Pinamar, Villa Gessel, Mar de las Pampas (balnearios cercanos) y los marplatenses que se pueden tomar una semana optaron por Cataratas del Iguazú, el sur de Brasil, Carlos Paz, y otras zonas de (la provincia de) Córdoba", agregó.
El gobierno argentino llevará entre 6.000 y 7.000 agentes de seguridad a Mar del Plata, buena parte de la costa estará cerrada al público y habrá un espacio de exclusión aéreo de 176 kilómetros entre el 3 y el 6 de noviembre que ningún avión podrá atravesar.
AUTOR / FUENTE: Agencia Reuters
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