Año nuevo chino con la rata de tierra Yang a cuestas
2 de Febrero de 2008 21:28
Por Redacción 0223
PARA 0223
El próximo jueves 7 comenzará el Año Nuevo Chino 4706 bajo los auspicios de la Rata, aunque esta vez de Tierra Yang. La leyenda china rescata que valiéndose de un ardid, la Rata fue la primera en llegar a la convocatoria de Buda y por tal razón inicia el zodíaco chino de 12 signos, el último de los cuales es el Chancho, cuyo reinado culmina el 6 de febrero venidero. El próximo jueves 7 comenzará el Año Nuevo Chino 4706 bajo los auspicios de la Rata, aunque esta vez de Tierra Yang. La leyenda china rescata que valiéndose de un ardid, la Rata fue la primera en llegar a la convocatoria de Buda y por tal razón inicia el zodíaco chino de 12 signos, el último de los cuales es el Chancho, cuyo reinado culmina el 6 de febrero venidero.
Entre ambos están el Buey, el Tigre, el Conejo, el Dragón, la Serpiente, el Caballo, la Cabra, el Mono, el Gallo y el Perro.
Cada animal rige un año, por lo que la sucesión se reinicia cada 12; sin embargo, un mismo animal recién vuelve a coincidir con el mismo elemento (agua, madera, fuego, tierra o metal), cada 60 años y cuando esto ocurre, como ahora, comienza un nuevo ciclo.
El anterior año de la Rata de Tierra Yang se registró entre el 10 de febrero de 1948 y el 28 de enero de 1949; pero el ciclo de 60 años allí iniciado se prolongará hasta este 6 de febrero.
Entre 1948 y 1949 se inventó el transistor; surgió el Boeing 307, primer avión comercial con cabina presurizada, lo que permitió vuelos a gran altura; se fundaron la Organización de Estados Americanos (OEA) y del Atlántico Norte (OTAN); y Naciones Unidas proclamó la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Pero también se produjo el comienzo de la Guerra Fría; el sitio a Berlín, que derivó en la construcción del muro; la independencia de Israel, y la consecuente guerra árabe-israelí; y el Bogotazo, en Colombia.
En otros años de la Rata sucedió el hundimiento del Titanic y la caída de la piedra movediza de Tandil (1912); la aparición de la Metro Goldwing Mayer (1924); el inicio de la Guerra Civil Española y la inauguración del Obelisco (1936).
La Argentina, nacida como nación independiente el 9 de julio de 1816, también es Rata, aunque no de Tierra, sino de Fuego Yang.
Según la leyenda, Buda convocó a su palacio sólo a los animales útiles al hombre, lo que eliminaba a la Rata.
Sin embargo, el Gato, que descontaba que sería elegido, la invitó a que lo acompañara a condición de que lo despertara a medianoche para salir juntos y llegar primeros.
Pero la Rata, envidiosa e impaciente, lo dejó durmiendo y se fue sola, lo que le impidió al Gato competir por un lugar en el zodíaco y determinó que, desde entonces, sea su peor enemigo.
En el camino la Rata se encontró con el Buey, al que se trepó; y así llegaron juntos y primeros a las puertas del palacio.
Cuando éstas comenzaron a abrirse, la Rata se coló por la rendija y saltó a los pies de Buda, quien la premió con el primer puesto zodiacal: "En nada le sirves al hombre, pero te le asemejas en su astucia", le dijo.
"Ser Rata es necesitar más de lo que se tiene para vivir, es sentir que hay que almacenar en la alacena lo que se pueda antes del juicio final (...), es vivir acechando más que produciendo, para sacar mayor tajada", describe Ludovica Squirru en su Horóscopo Chino 2008 (Editorial Atlántida).
Sus predicciones -basadas en realidad en el I Ching- para el año de la Rata de Tierra Yang, apuntan a apostar a la creatividad y a la intuición, a cuidar las finanzas y los ahorros, a decir la verdad, a no arriesgar, ni caer en deudas, porque ya se sabe, la Rata es especialista en roer estructuras y derrumbarlas.
Respecto de la Argentina, Squirru vaticina que "la Rata propone cambios drásticos en el país" y asegura que "las veintidós provincias (sic, aunque son 24) serán protagonistas de una transformación sustancial", pero no aclara en qué consistirá.
"La crisis será histórica: saldremos como ratas a buscar el sustento e intentar sacar la tajada a cualquier precio", augura.
"Quienes se fueron demasiado lejos en su ambición pagarán los costos sin escapatoria", advierte; pero en cambio, "el seguimiento hacia quienes merecen respeto, confianza, credibilidad, será espontáneo".
Lo peor del 2008, predice, ocurrirá en abril, mayo, junio y noviembre, aunque el proverbial instinto de sobrevivencia de la Rata asegurará que el cambio planetario que trae para los próximos 60 años -y que según Squirru incluye "el fin de la globalización"- no se pierda en el camino.
AUTOR / FUENTE: Agencia Télam
Entre ambos están el Buey, el Tigre, el Conejo, el Dragón, la Serpiente, el Caballo, la Cabra, el Mono, el Gallo y el Perro.
Cada animal rige un año, por lo que la sucesión se reinicia cada 12; sin embargo, un mismo animal recién vuelve a coincidir con el mismo elemento (agua, madera, fuego, tierra o metal), cada 60 años y cuando esto ocurre, como ahora, comienza un nuevo ciclo.
El anterior año de la Rata de Tierra Yang se registró entre el 10 de febrero de 1948 y el 28 de enero de 1949; pero el ciclo de 60 años allí iniciado se prolongará hasta este 6 de febrero.
Entre 1948 y 1949 se inventó el transistor; surgió el Boeing 307, primer avión comercial con cabina presurizada, lo que permitió vuelos a gran altura; se fundaron la Organización de Estados Americanos (OEA) y del Atlántico Norte (OTAN); y Naciones Unidas proclamó la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Pero también se produjo el comienzo de la Guerra Fría; el sitio a Berlín, que derivó en la construcción del muro; la independencia de Israel, y la consecuente guerra árabe-israelí; y el Bogotazo, en Colombia.
En otros años de la Rata sucedió el hundimiento del Titanic y la caída de la piedra movediza de Tandil (1912); la aparición de la Metro Goldwing Mayer (1924); el inicio de la Guerra Civil Española y la inauguración del Obelisco (1936).
La Argentina, nacida como nación independiente el 9 de julio de 1816, también es Rata, aunque no de Tierra, sino de Fuego Yang.
Según la leyenda, Buda convocó a su palacio sólo a los animales útiles al hombre, lo que eliminaba a la Rata.
Sin embargo, el Gato, que descontaba que sería elegido, la invitó a que lo acompañara a condición de que lo despertara a medianoche para salir juntos y llegar primeros.
Pero la Rata, envidiosa e impaciente, lo dejó durmiendo y se fue sola, lo que le impidió al Gato competir por un lugar en el zodíaco y determinó que, desde entonces, sea su peor enemigo.
En el camino la Rata se encontró con el Buey, al que se trepó; y así llegaron juntos y primeros a las puertas del palacio.
Cuando éstas comenzaron a abrirse, la Rata se coló por la rendija y saltó a los pies de Buda, quien la premió con el primer puesto zodiacal: "En nada le sirves al hombre, pero te le asemejas en su astucia", le dijo.
"Ser Rata es necesitar más de lo que se tiene para vivir, es sentir que hay que almacenar en la alacena lo que se pueda antes del juicio final (...), es vivir acechando más que produciendo, para sacar mayor tajada", describe Ludovica Squirru en su Horóscopo Chino 2008 (Editorial Atlántida).
Sus predicciones -basadas en realidad en el I Ching- para el año de la Rata de Tierra Yang, apuntan a apostar a la creatividad y a la intuición, a cuidar las finanzas y los ahorros, a decir la verdad, a no arriesgar, ni caer en deudas, porque ya se sabe, la Rata es especialista en roer estructuras y derrumbarlas.
Respecto de la Argentina, Squirru vaticina que "la Rata propone cambios drásticos en el país" y asegura que "las veintidós provincias (sic, aunque son 24) serán protagonistas de una transformación sustancial", pero no aclara en qué consistirá.
"La crisis será histórica: saldremos como ratas a buscar el sustento e intentar sacar la tajada a cualquier precio", augura.
"Quienes se fueron demasiado lejos en su ambición pagarán los costos sin escapatoria", advierte; pero en cambio, "el seguimiento hacia quienes merecen respeto, confianza, credibilidad, será espontáneo".
Lo peor del 2008, predice, ocurrirá en abril, mayo, junio y noviembre, aunque el proverbial instinto de sobrevivencia de la Rata asegurará que el cambio planetario que trae para los próximos 60 años -y que según Squirru incluye "el fin de la globalización"- no se pierda en el camino.
AUTOR / FUENTE: Agencia Télam
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