El Papa llamó a "derrotar el flagelo del hambre y proteger a los indefensos"

Francisco pidió “proteger a los indefensos, especialmente a los niños”.(Foto: AFP)

20 de Abril de 2014 10:28

Por Redacción 0223

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Francisco instó hoy a “derrotar el flagelo del hambre” y pidió “proteger a los indefensos, especialmente a los niños”, en su mensaje pascual y la bendición “Urbi et orbi” en el Vaticano que tuvo como eje la paz mundial.

Ante 150.000 fieles que se acercaron a las inmediaciones de la Basílica de San Pedro, el pontífice llamó a “derrotar el flagelo del hambre, agravado por los conflictos y los inmensos derroches de los que a menudo somos cómplices”.

“Haznos disponibles para proteger a los indefensos, especialmente a los niños, a las mujeres y a los ancianos, a veces sometidos a la explotación y al abandono”, agregó en su segunda Semana Santa al frente de la Iglesia Católica.

El papa argentino, vestido con hábitos blancos y sin prendas del tradicional dorado, hizo un llamamiento a “que cesen todas las guerras, toda hostilidad pequeña o grande, antigua o reciente”.

En ese sentido, pidió que “los ánimos se encaminen hacia la reconciliación y la concordia fraterna” en Venezuela.

También recordó la situación en Ucrania, y solicitó a Dios que “inspire iniciativas de paz, para que todas las partes implicadas, apoyadas por la Comunidad internacional, lleven a cabo todo esfuerzo para impedir la violencia y construir, con un espíritu de unidad y diálogo, el futuro del país”.

“Te suplicamos por la amada Siria: que cuantos sufren las consecuencias del conflicto puedan recibir la ayuda humanitaria necesaria; que las partes en causa dejen de usar la fuerza para sembrar muerte, y tengan la audacia de negociar la paz”, añadió.

El pontífice, en un mensaje de fuerte contenido social, también recordó la epidemia de ébola en Guinea, Sierra Leona y Liberia, además de instar al cese de los conflictos armados en la República Centroafricana, Irak, Nigeria y Sudán del Sur.

Asimismo, Jorge Bergoglio pidió a “Jesús glorioso” que “sostenga las esperanzas que suscitan la reanudación de las negociaciones entre israelíes y palestinos”.

La bendición fue escuchada en vivo por una multitud en la Plaza San Pedro, en un hermoso día soleado en el Vaticano, pero también fue seguida por millones de personas en todo el mundo por televisión o Internet.