Sabella y el dilema de otros técnicos argentinos
El entrenador nacional quedó en el ojo de la tormenta luego del cambio de sistema en el debut ante Bosnia. No es el primero que busca cambios y lo mejor para una Selección que no pasa cuartos desde Italia 90.
19 de Junio de 2014 11:29
Por Redacción 0223
PARA 0223
Por José Luis Ponsico (*)
Especial para 0223
En 48 horas Alejandro Sabella sufrió una devaluación sólo superado por el inolvidable Celestino Rodrigo en julio del´75, pleno gobierno de Isabel Martínez de Perón.
Era inteligente, criterioso, hasta sabio y los dos cambios, en planteo "no ofensivo" tiraron el currículum abajo. Antes, campeón en Estudiantes de La Plata, jugador y técnico. Torneos de AFA y Copa Libertadores. Llegado hace dos años y medio a la selección después de Alfio Basile, Diego Maradona y Sergio Batista
El popular "Pachorra" admitió errores propios y funcionamiento. Equipo "quebrado" entre los de atrás y de adelante. Algo que Argentina puso de manifiesto en Mundial Sudáfrica 2010. En modo especial, cuando Alemania nos hizo cuatro goles. Tres en ocho minutos, jugando "de contra". Terminó 4-0 doloroso.
Antes, 2007/2011, Lionel Messi, Sergio Aguero, Carlos Tévez, también Gonzalo Higuaín y Angel Di María, sin olvidar a Rodrigo Palacio y hasta Juan Román Riquelme con "Coco" Basile y antes del pleito con Diego Maradona, todos ellos "estrellas" en Europa. En distintos equipos, salvo "La Pulga", siempre en el Barsa.
Curiosamente, Argentina en las dos eliminatorias anteriores no convencía a nadie. No podía ni con Chile en Santiago, ni con Ecuador aquí -empató Rodrigo Palacio al final-, tampoco con Paraguay que nos ganó en Asunción y entrando con lo justo.
"Se trata de ser equilibrados", decía Carlos Bilardo que hace cuatro años no era muy escuchado en el cuerpo técnico donde Alejandro Mancuso era uno de los pocos hombres de consulta de Diego Maradona, allá. Ahora, Sabella fue cauteloso en el primer tiempo contra Bosnia. Un equipo duro, combativo, como su pueblo. El recuerdo remite a Bilardo en el Mundial de Italia ‘90, entre el primer partido y el segundo -derrota contra Camerún, victoria con Unión Soviética- metió cinco cambios.
En Italia ‘90 salieron defensores que aparecían "lentos" como Néstor Lorenzo, Néstor Fabbri, Roberto Sensini y Sergio Batista, y Abel Balbo, delantero en una extraña función de "volante", y jugaron otros. Al cabo, al "Narigón" Bilardo que se brotó por raro virus después de la caída, se salvó.
César Menotti en el Mundial ‘78 convocó a Mario Kempes, luego decisivo, 40 días antes. Durante dos años (1976/78) probó con Julio Villa y el jujeño José Daniel Valencia que no estuvieron en partidos finales cuando Argentina enfrentó a Perú y Holanda. También le salió bien al técnico.
Basile decía quiero "rapiditos, bajitos y que jueguen a la pelota" por Messi, Aguero y Tévez. Tras la caída ante Chile de Marcelo Bielsa, dio un portazo. Llegó Maradona y en Sudáfrica probó con cinco de ataque. Además de Messi, Higuaín, Tévez y Di María, ingresaba Aguero.
Hace veinte años, el mismo Maradona llevaba tres años sin jugar en la selección y "Coco" Basile armó un seleccionado que ganó Copa América en Chile ‘91 y Ecuador ‘93, sin Diego. Primero suspendido, luego jugando en Sevilla, Liga de España, sin gran suceso. Argentina cayó con Colombia 0-5 en el Monumental, la mayor derrota en la Argentia y para el "repechaje" contra Australia, hubo seis cambios.
Enojado, el genio de Villa Fiorito se iba a ver la selección de Uruguay a Montevideo por su amistad con el "Patito" Carlos Aguilera, amigo de Maradona, luego transferido al Torino, Italia
"La clave es un equipo equilibrado", decía Bilardo en Sudáfrica, cuando Diego sólo escuchaba a Alejandro Mancuso. El propio Sabella teme al equipo "partido" al medio. Uno cuando ataca y otro cuando defiende y los arriba de vuelven caminando.
Una de las razones por las cuáles guardó a Gonzalo Higuaín, un mes sin jugar y Fernando Gago, con una lesión severa en Boca desde abril 2014. Hoy, Sabella vive cuestionado por un periodismo que no le perdona que haya votado al kirchnerismo.
En "Garganta Poderosa", el DT que ganó con Estudiantes el Clausura 2010 y antes Copa Libertadores en Brasil -cayendo contra el mejor Barsa de Pep Guardiola en tiempo suplementario- sabe que su condición política, además ser discípulo de Bilardo y amigo de Passarella, lo pagará caro si el equipo se vuelve antes de lo previsto.
(*) Columnista de la Agencia Télam
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