“El 90% de los municipios son meros pagadores de sueldo, tenemos que cambiar eso”

El subsecretario de Asuntos Municipales de la Nación Lucas Delfino dijo que buscan romper con el esquema de "premiar" a los municipios que peor hacen las cosas. En una entrevista con 0223, ratificó el apoyo de Provincia y Nación al intendente Arroyo.

8 de Enero de 2017 15:49

Por Redacción 0223

PARA 0223

Lucas Delfino es el encargado de coordinar el trabajo entre los municipios y el gobierno nacional. La tarea es amplia: según reveló, hay 2.300 intendentes en todo el territorio nacional. En una entrevista con 0223, dijo que de esa cantidad, el 90% solo se dedican a pagar los sueldos de los empleados y la recolección de residuos.

“Son administradores de pobreza, porque no tienen recursos suficientes para poder llevar adelante las obras que necesitan”, señaló el subsecretario de Asuntos Municipales, en su visita a Mar del Plata, donde ratificó que el intendente Carlos Arroyo cuenta con el total apoyo de la provincia y la Nación.

Delfino, que trabaja junto al ministro del Interior Rogelio Frigerio, destacó que trabajará para romper con esa lógica y buscará que las ciudades sean “planificadas”.

También anticipó que están planificando herramientas para que los municipios puedan hacer más eficiente el gasto público y remarcó que quieren terminar con la lógica de que el Estado nacional “rescate” a los municipios que peor hagan las cosas.

“Hemos hecho un enorme esfuerzo todos los argentinos y el gobierno nacional para comenzar a ordenar. Las provincias van en ese camino, los municipios tienen que comenzar a hacerlo”, señaló.

-¿Cómo encontró Mar del Plata?

-Es una ciudad hermosa y hay mucha expectativa de que sea una buena temporada. El intendente está muy abocado a unas problemáticas enormes que en un año de gestión no ha podido resolver, pero sabe que cuenta con todo el acompañamiento del Gobierno nacional y del gobierno provincial.

-¿Cómo ven a la ciudad desde el Gobierno nacional?

-Creemos que es una ciudad con una potencialidad enorme, pero sabemos que es compleja: tiene una situación social delicada, tiene diferentes factores que desde el gobierno nacional tenemos muy en cuenta. Hemos estado colaborando durante todo el año para que el intendente pueda contar con los recursos suficientes para poco a poco ir ordenando una ciudad que no debería tener estos desfasajes a futuro.

-Frigerio hizo hincapié en el estallido de obra pública que se verá en 2017. ¿Creen que eso puede revertir la situación de Mar del Plata?

-Sin dudas, fue un inicio de gestión difícil. Nosotros lo reconocemos. Se nos postergó el inicio de las obras más de lo que hubiésemos querido. Nos llevó tiempo la reconstrucción del Estado en general, desde los expedientes hasta los procesos administrativos, y también poder transparentar la obra pública; tenemos que recuperar la obra pública, como una herramienta de soluciones concretas, de felicidad, y no de casos de corrupción.

Por eso hemos sido muy cuidadosos y nos costó cuatro o cinco meses comenzar a poner en marcha todo el aparato del Estado. Pero ya comenzó. Y hemos visto que el índice de producción de asfalto fue el más alto de los últimos 10 años. Y hay muchos indicadores que muestran que poco a poco se va reactivando todo más.

Lo que hay que entender es que una vez que empieza a girar la rueda es un proceso infrenable. Hay una gran decisión política de hacer el plan de infraestructura más grande de la historia argentina y en eso el presidente ha marcado prioridades que son el agua, la cloaca, la vivienda y en Mar del Plata estamos trabajando mucho en ese sentido para poder avanzar.

-¿Cuál es la situación del tren a Mar del Plata?

-Se ha hecho todo el esfuerzo para que se pueda comenzar la temporada, y no se pudo. Se sigue trabajando y hay una decisión política de restituirlo.

-¿Qué fue lo que se complicó?

-Hay una situación compleja, porque se había prometido muchísimas veces. Se renovaron 208 kilómetros, se cambiaron 50 mil durmientes. Hay un montón de datos concretos de lo que se hizo, pero lamentablemente era peor el deterioro de lo que nosotros pensábamos.

No es un tema de mi área específica, pero pienso que antes de terminado el verano el tren va a estar funcionando. Y acorde a los tiempos que vivimos, porque había un enorme retraso en la cantidad de horas que demoraba, las condiciones de viaje. Vamos a tener un tren siglo XXI.

-Desde el Gobierno nacional se hizo mucho hincapié en el cambio de época en cuanto a la relación con los gobernadores. ¿Cómo es con los intendentes?

-La relación es muy buena. El año pasado tuvimos un año en que nos vinculamos con casi todos los intendentes. La Argentina tiene casi 2.300 entre intendentes, jefes comunales, jefes de comuna. A principio de año tuvimos un almuerzo del presidente con los 24 intendentes de las capitales, algo que no se había dado nunca. El presidente tomó una lapicera y una hoja para escuchar los reclamos de cada uno, teniendo en cuenta que son distintos a los reclamos de los gobernadores. El gobernador está en una cuestión macro, de insertar la provincia y la realidad de las capitales es muy diferente. Nosotros tenemos que entender que nuestro país es muy heterogéneo y no podemos pensar de una manera única las políticas públicas para aplicar en todos lados. Por eso los escuchamos para ver cómo podemos adaptarlos de acuerdo a las necesidades locales.

 

-Hubo un encuentro muy amplio a mitad de año también.

-Tuvimos a mitad de año por primea vez en la historia el encuentro nacional de intendentes, al que concurrieron 1980 intendentes sobre 2300. El diálogo que habíamos consolidado durante 7 u 8 meses se vio reflejado en una convocatoria. El eje fue muy claro, no era una reunión partidaria, sino la idea era plantear las ciudades del futuro. Fue muy importante ver el apoyo, que los intendentes conozcan la experiencia de otro. Para nosotros no hay intendentes más importantes que otros, por más que uno tenga un millón de habitantes y otro diez mil. Fueron elegidos para llevar soluciones.

Y a fin de año coordinamos el primer encuentro de intendentes sub 35, con 120 intendentes. Muchos se enojaron porque los habíamos dejado afuera, pero queríamos plantear que hay una renovación dirigencial, que somos hijos dela democracia, yo tengo 32 años. Queríamos plantear que esta generación tiene puesto el norte en otro lado, en las soluciones concretas, mirar el futuro, aprender y evitar discusiones estériles del pasado.

También tuvimos que romper la lógica que venía teniendo nuestro país durante muchos años. En los '90 fue la liga de gobernadores, principios de 2000 fueron caciques del conurbano. Hoy lo que plantea el presidente es que ambos son sus socios estratégicos, cada uno tiene un rol diferente, y trabajamos con cada uno de ellos para hacer que las cosas sucedan.

-En una época la relación directa Gobierno nacional - intendentes era criticada porque se decía que así los cooptaban. ¿No temen caer en esa misma lógica?

-No se ha dado y ya tenemos una historia reciente de un año. Muchos intendentes se sorprenden porque a ninguno le hemos pedido que cambie su color político, sus ideas, que diga que es de Cambiemos. Todo lo contrario, tenemos la capacidad de diferenciar y sabemos que no podemos dejar una provincia o una ciudad presa por diferencias políticas. Sí creemos que hay un vínculo importante que debemos tener con los intendentes para que las obras se hagan más rápido, porque ellos tienen una percepción más cercana a la realidad que los gobernadores.

Más allá de los chisporroteos que hay constantemente, porque así es la política, hay mucho consenso de los gobernadores. En Ganancias lo hemos visto como fueron 22 gobernadores, durante el año se firmó la devolución de 15% de Anses a las provincias que lo firmaron los 24 gobernadores, y a un evento de intendentes fueron 2000. El gobierno se ha planteado claramente ser un gobierno federal y se vincula con todos, sin pedirle a cambio nada, solamente que hagan lo que tienen que hacer.

 

-Recorrió municipios de todo el país, grandes y chicos. ¿Hay algún común denominador entre las necesidades de los intendentes?

-La primera radiografía que hicimos a principio de año es que de estos 2.300 municipios el 90% son meros pagadores de sueldos y de servicios de recolección. Son administradores de pobreza, porque no tienen recursos suficientes para poder llevar adelante las obras que necesitan y muchos de sus compromisos con sus habitantes.

-¿Cuáles son las problemáticas?

-Las problemáticas naturales de los municipios lamentablemente las venimos discutiendo en nuestro país hace 30 años: asfalto, cloaca, agua, basura. Todas las ciudades en el mundo discuten cosas, pero van discutiendo cosas nuevas. Los municipios en la Argentina hace 30 años que discutimos exactamente los mismos temas. Ese es nuestro eje, el presidente lo ha establecido como prioridad.

Y nosotros queremos cambiar el paradigma, queremos tener ciudades planificadas, no puede ser más que hagamos cosas al voleo. Si un intendente tiene vínculo con un ministro y ese ministro baja 50, 100 viviendas y las hace en un lugar libre, eso no puede ocurrir más. Tenemos que entender que las ciudades tienen un patrón de crecimiento y planificación. Tienen que crecer de acuerdo a sus posibilidades y en sus capacidades.

Además tenemos que revertir la tendencia que hubo en los últimos 30 años y se exacerbó más en los últimos 12, donde se premiaba a los peores municipios. El que más incrementaba su planta, que menor responsabilidad tenía de su situación fiscal y financiera, venía el gobierno nacional como un bombero para asistirlo y que no explote.

Nosotros poco a poco lo hemos revertido en este año. Y estamos pensando algún tipo de herramienta para el año que viene. El gobierno nacional está para ayudar, acompañar, buscar soluciones, pero definitivas. No vamos a recuperar la confiabilidad del mundo y de los argentinos, si seguimos manteniendo este tipo de gastos. Hemos hecho un enorme esfuerzo todos los argentinos y el gobierno nacional para comenzar a ordenar. Las provincias van en ese camino, los municipios tienen que comenzar a hacerlo.

-¿Y cómo se revierte eso, si el 90% solo puede pagar sueldos?

-Primero, deben ser muy responsables del gasto. Si vos ves gráficos de todos los municipios de la Argentina, en el año electoral crecen las plantas 10, 15 o 20% y ya queda. Y dos años después vuelve a implementarse. Entonces, lo primero es que se den cuenta de qué manera pueden ser sustentables, con sus números y sus ingresos. Después ver de qué manera podemos potenciar.

Estamos trabajando mucho en la capacitación de funcionarios y personal municipal para mejorar la eficiencia de la recaudación. También debemos ir a la innovación. Estamos rompiendo con la lógica de que únicamente un municipio puede generar empleo con una fábrica y un parque industrial.

Hay que ver de qué manera los municipios se insertan en el mundo, cómo podemos establecer industrias creativas, del conocimiento, de la innovación. Hay que romper una lógica y hay muchos intendentes jóvenes, que tienen la vocación de romper con el status quo; hay otros que llevan algunos mandatos y también lo entienden y hay otros que no. Nuestro énfasis está puesto en esto. Y en estos tres años de gestión que nos quedan me voy satisfecho si logramos saldar la deuda de esta generación, que sería dar igualdad de oportunidades a todos los municipios de la Argentina: cloacas, aguas, conectividad, la infraestructura básica para que cualquier ciudadano, nazca donde nazca, tenga las mismas oportunidades.