Reclamo en Ioma por demoras en pagos a prestadores: "La situación es caótica"

13 de Octubre de 2017 13:00

Por Redacción 0223

PARA 0223

Un grupo de padres de chicos con discapacidad y acompañantes terapéuticos se concentraron este viernes en la sede local de Ioma, de avenida Independencia al 2700, para reclamar por las demoras de la entidad a la hora de autorizar y pagar las prestaciones de los pacientes.

Si bien advierten que las demoras “existieron siempre”, aseguran que ahora “son insostenibles” ya que se adeudan sueldos a los profesionales, en algunos casos, desde noviembre del año pasado, lo cual provoca que cada vez menos prestadores quieran trabajar con la obra social.

Guillermo Igarza, representante del Colectivo Marplatense de Acompañantes Terapéuticos, dijo que “a partir de la cantidad de reclamos que llegan advertimos la situación administrativa caótica de Ioma que hace que genera demoras de entre tres y cinco meses para autorizar un tratamiento y otros tres meses más para hacer los pagos”.  “Durante todo ese tiempo los trabajadores deben seguir pagando Afip, Arba y costear su propia vida”, señaló en diálogo con 0223.

También reparó en la necesidad de “mejorar el sistema obsoleto” de Ioma, porque actualmente tienen “dos empleados para atender miles de reclamos por semana, lo cual es humanamente imposible”.

Más allá las complicaciones que generan a los trabajadores la falta de pago, Igarza hizo hincapié en el impacto que provoca en la salud de los pacientes la interrupción abrupta de los tratamientos, procesos durante los que “se produce la creación de un vínculo con objetivos terapéuticos”.

Por su parte, Mirta, mamá de un nene que padece cefalopatía crónica no evolutiva con conductas autistas, agregó que sin asistencia de Ioma, “es muy difícil sostener los tratamientos”.

También dijo que a pesar de que tienen “buena recepción” por parte del director local de Ioma, Agustín Neme, “los trámites no se agilizan”. “Cada vez que presentamos un expediente vuelven observados o falta algo, entonces tenemos que volver al pediatra a que llenen un papel; todo suma demoras”, contó.

“Las combis no quieren trabajar con Ioma y no es por mala voluntad, sino porque necesitan pagar a sus choferes, el combustible. Los tratamientos de nuestros hijos son muy caros y muchas veces nos es imposible pagarlos de nuestros bolsillos”, subrayó.

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