La historia de “Los Pampas”, el equipo de fútbol de los chicos de Villa Evita que juega con un arco solo

Detrás del estadio José María Minella, un potrero recibe dos veces a la semana a más de una docena de pequeños que no quieren perderse la pasión por la pelota. Dos voluntarios los reúnen en torno a un arco para entrenar y luego tomar la merienda.

29 de Octubre de 2017 14:08

Por Redacción 0223

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La indignación ante la injusticia vale más que la indiferencia. Y Rodrigo Andrés Giménez no tuvo dudas en comenzar a dedicar su tiempo y energía para tratar de ayudar a los más postergados. Vecino del barrio Jorge Newbery, todas las tardes de cada martes y jueves, este joven llega hasta el potrero ubicado detrás del estadio José María Minella para convocar a los niños de Villa Evita y guiarlos en un entrenamiento de fútbol que tiene como cierre una merienda comunitaria.

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“Les falta de todo, desde ropa hasta cariño” cuenta Rodrigo en diálogo con 0223 sobre la dura realidad que se vive a sólo unos pocos kilómetros del microcentro marplatense. “Junto a Martín Vallejos nos juntamos en el potrero y hacemos esto de corazón. Tratamos de no fallarles nunca porque los chicos la verdad es que están muy entusiasmados”, reconoció este voluntarioso joven.

“Nos lo agradecen todos, porque saben que por un rato evitamos que los chicos anden por la calle en otra cosa y les damos una mano en el entrenamiento del fútbol. Ahora participarán unos 15 jóvenes, de entre 5 y 14 años de edad”, detalla Rodrigo sobre la escuelita de fútbol que lleva por nombre Los Pampas. “Se denomina así por un equipo de futsal que hay en el barrio”, agrega.

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El encuentro con los más chicos de la villa, suma un valor adicional con una merienda final después de cada práctica. “Pedimos una mano a quién quiera ayudarnos. Por un lado no tenemos ni conos y jugamos con un arco solo. Que ahora incluso lo han roto. Y con la merienda vamos siempre improvisando, con galletitas y leche en polvo. Todo lo que sea para ellos será bienvenido”.