La historia del submarinista que se salvó, pero perdió a todos sus compañeros

Marcelo Villarreal tiene 44 años y no se subió al ARA San Juan porque horas antes tuvo un problema. Violeta, su mamá, viajó desde General Roca para darle un abrazo. 

Violeta viajó desde General Roca para abrazar a su hijo. Foto: 0223. 

23 de Noviembre de 2017 15:04

Violeta, una mujer de pelo corto, con canas, tiene cara compungida, como todos en la Base Naval Mar del Plata. En la mano lleva hecha un rollito la estampita de una virgen, que aprieta con fuerza.  

-¿Vino a dejarla, a pedir por ellos?-le pregunta 0223

-No, vine a agradecer porque mi hijo está vivo -responde.

Violeta es la madre de Marcelo Villarreal, submarinista de 44 años. Está dolida por el triste desenlace que se conoció hoy de la tripulación del submarino ARA San Juan. Pero al mismo tiempo conmovida porque Marcelo, su hijo, debía estar en la nave que el miércoles 15 de noviembre, cerca de las 10 de la mañana, sufrió una explosión.

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“Unas horas antes, él tuvo un problema no se embarcó”, contó Violeta, quien aclaró que no quiere ser “egoísta” con el resto de los familiares que lloran por la tragedia, pero decidió venirse desde General Roca, donde vive, para abrazar a su hijo.

A pesar de no haber formado parte de la tripulación del submarino, Marcelo continuó trabajando en la Base Naval estos días. Agobiado por la pena y el dolor, por la incertidumbre que atravesaban todos sus compañeros. Y más después de la noticia que confirmó la Armada este jueves: la nave sufrió una explosión.

Violeta pide disculpas y dice que está demasiado conmovida para continuar la charla. Abraza a su hijo fuerte y caminan juntos.