Un año de tristeza en busca de justicia: la lucha de tres hijas para impedir que un colectivero siga manejando

Adolfo Fernández no pudo terminar vivo el año 2016. El 30 de diciembre, cerca de las 14, cuando se disponía a cruzar la calle en la intersección de avenida Luro e Independencia, un colectivo de la línea 531 lo atropelló y lo mató.

Tiempo después, sus tres hijas, luego del terrible golpe al alma y la angustia por el dolor, reunieron las fuerzas suficientes para iniciar las acciones judiciales que dictamen la prohibición de manejo para el chofer. Testigos del fatal siniestro aseguraron que el conductor del colectivo iba hablando por teléfono y, a la vez, charlando con otro pasajero.

Las pericias fueron realizadas, pero un año después la familia Fernández nada ha podido lograr al respecto. “El chofer nunca dejó de conducir colectivos. Y ahora el fiscal Pablo Cistoldi se excusó en la causa. Nos preocupa que otra vez el caso quede estancado, exigimos que se haga justicia”, contó Verónica, una de las hijas de Adolfo, en diálogo con 0223.

“Recurrimos a los medios porque ya no sabemos cómo hacer para que se proceda judicialmente con lo que corresponde. A ese chofer hay que sacarle el registro profesional de conducir” pidió la mujer.

En conversación con este medio, su abogado, Maximiliano Orsini, confirmó que se realizaron todos los pasos correspondientes y se recabó lo declarado por los testigos. “Cuando me presenté por la causa para buscar explicaciones por las demoras, lo primero que hicieron es pedir disculpas. Pero ahora Cistoldi se excusó de entender en la causa, algo que ya hizo en otros casos en los que su pedido fue rechazado”, describió el letrado.

“Ahora veremos qué fiscal termina tomando el caso, pero este conflicto tiene que resolverse. No puede todavía un chofer profesional que haya pasado por esto poner en juego todos los días a la comunidad”, concluyó Orsini.