Matías Atlante: "En estos dos partidos demostramos ser más que Kimberley"

En un plantel con muchos puntos altos, el "Novillo" fue el mejor jugador de Círculo Deportivo en la temporada y no le tembló el pulso para asegurar que "después de Aldosivi y Alvarado estamos nosotros".

La felicidad no le entraba en el pecho a Matías Atlante. El delantero coronó su mejor año personal con uno de sus grandes sueños, salir campeón con Círculo en Otamendi. (Foto: Diego Berrutti)

28 de Diciembre de 2017 14:08

Va al frente. Siempre. En la cancha y afuera. Sin pelos en la lengua, con algunas lágrimas aún en los ojos, con la emoción a flor de piel, Matías Atlante no tiene problemas en decir lo que piensa, lo que siente, aunque sepa que puede caer mal. Entonces, se enoja con los arbitrajes, se resigna, no se pone el cassette y afirma que "somos más que Kimberley" y de nuevo se va a festejar. Si bien para todo Nicanor Otamendi un nuevo título de Círculo Deportivo es especial, para el "Novillo", actor protagónico de la película, mucho más, volvió a cumplir un sueño de su vida, dar la vuelta en su cancha, con un rol mucho más importante que en 2015 y coronó un año de ensueño, el de la consolidación, el que lo pone en ojos de equipos de otras categorías.

Nada fue fácil para el "papero". El 0-4 con Kimberley en el debut en el Federal B, golpeó duro al plantel, más allá que desde lo futbolístico no hubo tal diferencia. Pero llevó a replanteos, "nos volvimos muy tristes, se nos pasaron muchas cosas por la cabeza, si estábamos o no a la altura, si iba a ser así todo el torneo", explicó Atlante. Pero la fortaleza mental del grupo y la convicción en lo que proponía Alexis Matteo, les hizo comprobar que estuvieron más que a la altura y que iban por el camino correcto y "confiamos en lo nuestro, con lo que arrancamos, en el trabajo que estábamos haciendo, tratando de ser profesionales, sin serlo, porque sabíamos donde estábamos parados. Fuimos de menor a mayor durante todo el año y la confianza en nosotros mismos nos llevó a estar donde estamos", aseguró.

Ganarle la final a Kimberley tuvo un sabor especial. El "clásico" que se armó por tantos cruces en los dos torneos y que se vean las caras en la definición, ambos con su equipo principal, terminaba de marcar un poco quién era el dueño del fútbol local. Y Atlante no duda en hacerse cargo de las sensaciones especiales que les generó saber el rival de la final. "Era un partido no sé si que esperábamos, no sé si una revancha, pero sí queríamos sacarnos la espina que teníamos con Kimberley, sentíamos que era el examen final del año, el que no habíamos podido aprobar, teníamos que estar tranquilos, ir de menor a mayor, que había que aprovechar la localía, que teníamos que sentir a la gente pero a nuestro favor y no que nos juegue en contra. Creo que hicimos un muy buen primer tiempo, llegamos por derecha, por izquierda, generamos varias situaciones y si no fuera por Barucco, que fue la figura de ellos, podríamos haber hecho algún gol más", analizó el goleador que podría jugar en Atlético Miramar en el Federal C, pero que ya está en el radar de conjuntos de categorías superiores.

Emocionado, abrazándose con cada uno que pasaba por al lado, exhausto por haber hecho un desgaste enorme en los 90', no se olvidó de sus compañeros: "Quiero agradecerles a mis compañeros que tuvieron un año bárbaro, siempre pensando en más, cada partido que jugamos lo hicimos por algo, en las dos competencias, siempre quisimos más, siempre quisimos mejorar y ahora sólo queda disfrutar con la familia, con el pueblo, esto lo soñé toda mi vida, en la semana nos enteramos que Círculo había salido campeón acá en el 84 pero era un torneo largo, nunca había jugado un partido definitorio acá. Lo jugamos con el corazón, la defensa creo que tuvo un papel importantísimo y cumplió muy bien, el mediocampo es todo entrega, no tengo palabras de agradecerles a mis compañeros, a los medios que cada vez nos siguen más de cerca y cada vez nos tienen más presentes en el fútbol de Mar del Plata", reflexionó, en algo que también es importante para los otamendinos, que siempre quedan en el medio por pertenecer a Miramar pero representar a la Liga Marplatense y, muchas veces, no sienten tener la repercusión que su trabajo merece.

Apenas se conoció que la final iba a ser entre Círculo y Kimberley, en el ambiente del fútbol local se empezó a hablar de "cruce caliente", por algunos encontronazos que habían tenido en los anteriores partidos. Sin embargo, más allá de los roces lógicos del partido, todo se desarrolló con normalidad. Y en eso mucho tuvo que ver el "papero", porque "ellos nos salieron a buscar un poco de pelea, quizá como habíamos hecho nosotros en la ida. Pero nos mantuvimos al margen porque sabíamos que no nos convenía, además sabemos como es el tema de los árbitros, lo tenemos muy claro, no es que estemos resignados pero casi. Este año arrancamos hablando de ese tema, en el Federal ya es muy complicado y en la local, creas o no, termina pesando que seamos de otro lado, lo sentimos, por momentos no lo podemos creer, pero cada vez lo entendemos mejor y nos sale mejor".

Para lo último, dejó el análisis personal de lo que fue su mejor año. Matías Atlante descolló en el Federal C con Atletíco Miramar, volvió a Círculo Deportivo, jugó en distintas posiciones y terminó siendo clave en la dupla de ataque junto a Enzo Astiz. Pero eso lo ganó en base a su esfuerzo y a no rendirse, cuando le tocaba pelear desde otro lugar, entrando, saliendo, alternando.

-¿Fue el año de tu consolidación?

-Sí, lo arranqué con mucha soltura en el verano en Atlético Miramar, a los chicos que fuimos nos hicieron sentir muy cómodos todo el tiempo, la gente de allá nos trató muy bien, arranqué en un puesto que no había jugado nunca que es de doble cinco y me sentí muy cómodo, me dio mucho contacto con la pelota y me hizo ganar mucha confianza. También mejoré mucho en la pelota parada que terminó siendo importante.