Cuerpo Médico: no examinan aprehendidos, se demoran ingresos al penal y peligra el avance de las causas

Primer subsuelo del complejo Juan Vucetich en la avenida Independencia al 2400. Un cartel confirma que allí funciona Cuerpo Médico. Más allá de la presencia de personal administrativo, la falta de médicos genera -casi todos los días- que el servicio de identificación, examen clínico e informes periciales de aprehendidos a disposición de la Justicia no se realice en tiempo y forma. Responsabilidades cruzadas, cartas sin respuesta, quejas de los operadores y mal uso de los recursos, en un conflicto cada vez más grave.

Antes de ser imputada de la formación de una causa en su contra, cada persona debe ser trasladada a Cuerpo Médico para su correcta identificación, análisis de posibles lesiones y –si fue solicitado por la autoridad interviniente- la extracción sanguínea, la toma de muestras de orina, hisopados, obtención  de material para determinación de ADN. Recién con ese informe completo, las personas pueden ser alojadas en la alcaidía penitenciaria de Batán o en el Destacamento Femenino.

Más allá de que la problemática no es nueva, se agudizó en los últimos meses con la jubilación de algunos profesionales y la falta de cobertura de esos cargos. "Hay una crisis de nombramientos de médicos en toda la provincia porque cubrir esos puestos no es atractivo por la remuneración ofrecida ni por las responsabilidades que conlleva", dijo un ex integrante del servicio que pidió mantener el anonimato.

"En la mejor época de funcionamiento había veinte profesionales trabajando en Cuerpo Médico en Mar del Plata y hoy el número no supera las cinco personas. Si tenés en cuenta que hay debés incluir licencias y francos, te das cuenta que es imposible cubrir las veinticuatro horas  durante los siete días de la semana", agregó.

Cartas, pedidos y parches

Antes que la Policía Científica informara al Ministerio Público Fiscal los inconvenientes que generan la precariedad del servicio, los propios fiscales de Flagrancia alertaron sobre esta situación. Los funcionarios encendieron la alarma al comprobar que no podían avanzar en distintas causas por las demoras para hacer los reconocimientos médicos de los imputados y -en muchos casos- de las propias víctimas.

Más allá del pico que se registro durante algunos fines de semana del verano, la fiscalía de Flagrancia tiene un promedio de 12 a 15 aprehendidos por jornada. En una jornada sin funcionamiento de Cuerpo Médico eso siginifica la utilización de un número similar de patrulleros en los que esas personas deben aguardar el comienzo de las audiencias en  Tribunales al día siguiente.

"Si bien en otras investigaciones penales preparatorias esos informes  pueden postergarse, la naturaleza de la fiscalía de Flagrancia hace poco aconsejable esperar para la realización de esos informes médicos", le dijo el fiscal Daniel Vicente a 0223. Según la distribución de los escasos recursos profesionales pueden pasar doce, veinticuatro o treinta y seis horas sin funcionamiento de la dependencia.

A modo de parche y sin una resolución oficial que lo autorice, algunos policías trasladan a los aprehendidos hasta el Centro de Salud municipal 2 para que un médico realice el control que pide la ley. Más allá de la voluntad de algunos profesionales, la mayoría de las veces no son aceptados y se los deriva al Hospital Interzonal General de Agudos (Higa) con el mismo resultado: los controles no se realizan y la estadía en el patrullero se prolonga. Cada unidad que pasa horas como calabozo móvil, deja de atender una cuadrícula o de prestar servicio en su comisaría.