El novio y los amigos de Lucía Bernaola declaran en la fiscalía

Dan una versión ampliada de lo sucedido la madrugada del siniestro. Se completaron las pericias mecánicas y en dos semanas se harán las accidentológicas.

12 de Junio de 2017 12:37

Por Redacción 0223

PARA 0223

Varios de los jóvenes que estaban junto a Lucía Bernaola cuando el auto que manejaba Federico Sasso los arrolló y mató a la adolescente están declarando en la fiscalía de Delitos Culposos en el marco de la causa por homicidio culposo agravado. El expediente sumará esta semana el reporte técnico de las pericias mecánicas que se le practicaron al Renault Clio del imputado mientras que en dos semanas se concluirán los informes accidentológicos.

A la espera de las testimoniales de las personas que estaban en Alberti y la costa la madrugada del domingo 4 de junio, el abogado de la familia de Lucía obtuvo este lunes la copia del expediente para avanzar en la solicitud de nuevas medidas probatorias. Las imágenes de las cámaras de seguridad de la zona –especialmente la de un edificio ubicado sobre la costa- aún no fueron agregadas, por lo que solamente figuran las primeras testimoniales y la declaración que el imputado brindó la semana pasada, afirmó el abogado Maximiliano Orsini.

Los peritos oficiales culminaron el viernes con las pericias del automóvil que manejaba el joven de 19 años y el informe será anexado a la causa en los próximos días. El informe accidentológico demorará un poco más ya que las pericias recién comenzaran el lunes 27 de junio.

Tal como adelantó 0223, la defensa de Sasso apunta a esos informes para establecer cuál era el estado del asfalto, las condiciones climáticas, el recorrido y potencial velocidad de circulación, la modalidad y dirección del impacto. Para el abogado Pablo Romano, todos esos elementos “permitirán acreditar las hipótesis de la defensa y la fiscalía”.

En su declaración ante la fiscal María Teresa Martínez Ruiz, Sasso reconoció que apretó el freno con fuerza y eso hizo que el auto saliera disparado hacia la dirección opuesta y cruzara de carril. El joven –que registró una alcoholemia positiva de 1,23- relató que había tomado una botella de vino con un amigo y que luego no había ingerido ninguna otra sustancia.