La golpeó y la amenazó con quemarle la casa: tiene cinco hijos y está desesperada

Natalia vive horas de mucha angustia luego de que su expareja, en libertad condicional, la agrediera en su propia vivienda y la persiguiera por el barrio. Debió esconderse en una remisería para pedir ayuda policial.

28 de Julio de 2017 16:21

Por Redacción 0223

PARA 0223

Natalia Arteaga vive horas de temor, luego de un jueves que terminó de manera terrorífica. Golpeada por su expareja, no dudó en contar por Facebook lo que está viviendo y denunciar con nombre y apellido al violento agresor: Sergio Bordas, en estos momentos, dato no menor, en plena libertad condicional.

En diálogo con 0223, la mujer contó que este viernes en la mañana se dirigió a Tribunales para realizar una extensión del pedido que tenía contra el sujeto a fin de restringir su acercamiento. Debió hacerlo luego de experimentar horas de zozobra durante la noche anterior en su casa de la calle Republiquetas, del barrio Autódromo.

“Él salió en libertad de la cárcel hace tres meses. Y se vino a vivir a mi casa. Nos separamos y hace poco tiempo cayó preso otra vez por encubrir el robo de una moto. Lo volvieron a soltar esta semana, supuestamente con la condición de quedar bajo seguimiento del Patronato de Liberados. Luego registró en Tribunales la dirección de mi casa para notificar su paradero. Yo le dije que estaba bien sola, que se podía quedar pero que teníamos que intentar llevarnos bien”, detalló Natalia sobre el pasado más reciente.

 

 

“Cuando llegué este jueves de trabajar, me fui a ver a mi hermano, que vive a pocos metros. Y él, desde la vereda, empezó a insultarme. Cuando decidí volver para mi casa, me metió a los empujones y me pegó una patada. Ahí empezó a amenazar con que iba a prender fuego la vivienda, todo delante de mis cinco hijos, a quienes me los llevé a la casa de mi madre, que vive en la parte de atrás”, contó la mujer sobre los primeros momentos de angustia.

“Efectivamente luego empezó a prender fuego unas frazadas. Salí a la vereda, salió corriendo detrás mío, cuando atiné a ir para el terreno de mi hermano, me pegó una trompada y volvió a amenazar a toda mi familia”, sumó Natalia. 

De la noche violenta, Natalia pasó a vivir una mañana de viernes de plena persecución. “Cuando volví de hacer la denuncia en Tribunales, él me estaba esperando en la parada de colectivo, a siete cuadras de casa. Me siguió y tuve que esconderme en una remisería, desde donde llamamos a la policía. Vino un patrullero de la comisaría décimo primera y ahora estoy en mi casa, con mucho miedo de que vuelva, ya no sé qué hacer”, concluyó.