Arroyo, su sincericidio y la meta de los 40 puntos

Antes de las Paso 2015, Baragiola, Arroyo, Macri y Vidal posaron juntos. Hoy esa foto es inimaginable.

2 de Agosto de 2017 20:02

Arroyo afirma que Cambiemos ganará las elecciones. Que duplicará al que le siga. También dice que Provincia y Nación ayudan financieramente a Mar del Plata porque es el segundo padrón electoral de la provincia y necesitan ganar las elecciones. Entre la frase presumida y el sincericidio hay una cifra que ronda en la cabeza de todos los que forman parte del oficialismo: 40%

Repetido en el mundillo político, todos coinciden en que Vilma Baragiola, con una campaña de bajísimo perfil hasta el momento, lidera la intención de voto en Mar del Plata. Sin embargo, entre los 30 puntos que le auguran algunas encuestas y los 40 que se esperanzan con sacar en Cambiemos hay una distancia que todavía deben recorrer.

¿Por qué la expectativa tan alta? Está claro que la provincia no se desvela por sacar una cantidad de votos que le permita al intendente disfrutar de su yerno Mauricio Loria (sexto en la lista) en el Concejo Deliberante. Pero entiende que el peso electoral de Mar del Plata en la provincia es demasiado importante como para prestarle atención.

Eso mismo fue lo que transmitió Arroyo en la entrevista que brindó a Radio Brisas este martes. Uno de sus tantos sincericidios, pero más allá de ser una frase inconveniente no deja de ser algo habitual en la política de cualquier espacio político: se ven más obras en épocas electorales, más aun en distritos afines y, en este caso, en una ciudad con fuerte peso electoral.

En el laboratorio de Cambiemos saben que en el conurbano bonaerense, especialmente en la tercera sección electoral (La Matanza, Lomas de Zamora), Cristina Kirchner tiene una intención de voto que supera el 40%. Con la cantidad de votos que sumará allí, necesitan obtener mucho apoyo en otras zonas del territorio bonaerense. Y en ese contexto, la quinta sección electoral, con Mar del Plata como emblema, es uno de los sitios clave para que el oficialismo se entusiasme con la posibilidad de un triunfo de Esteban Bullrich sobre la expresidenta.

La estrategia para eso es apostar todas las fichas al “huracán Vidal”. Baragiola lidera todas las encuestas, es cierto, pero parece difícil que por sí sola llegue a los 40 puntos. “Necesitamos que la gente sienta que es la  boleta de Vidal”, remarcan  los operadores, quienes anticipan una nueva visita de la gobernadora a Mar del Plata antes de las Paso.

La oposición, en tanto, tiene el objetivo contrario: mostrar que la boleta de Baragiola es la de Arroyo. Busca así aprovechar el descontento que hay en buena parte de la población marplatense con la gestión comunal. Y en ese aspecto el discurso de Unidad Ciudadana, Acción Marplatense, 1País, Cumplir o la izquierda se asemeja bastante: todos buscan pegar a la exfuncionaria con el intendente.

De todos los espacios, solo habrá disputa interna en las Paso en Acción Marplatense y Cumplir, aunque en el partido liderado por Florencio Randazzo la convivencia entre los distintos candidatos no despierta polémicas. En el partido vecinalista, en cambio, se recalienta a medida que se acerca el 13 de agosto.

El sector más tradicional de AM, liderado por el exintendente Gustavo Pulti, y con Marcelo Artime como primer precandidato buscó impedir la participación de Juan Rey, hombre de Nueva Acción, la línea interna comandada por el concejal Santiago Bonifatti. Con el guiño de la Justicia Electoral para la postulación del fundador de Hazmerreír, llegó la munición pesada del pultismo.

Hoy se promueve la indiferencia. Sin embargo, algunos operadores señalan que esa interna no está resuelta como hacen trascender desde el entorno de Artime y Pulti. Por el contrario, las encuestas muestran paridad en la intención de voto. En las últimas horas, la campaña de Artime sumó un elemento que hasta el momento no había aparecido: el propio Pulti.

El exjefe comunal salió a la cancha para pedir el apoyo de los marplatenses a su candidato. Y para muchos es la evidencia de que las encuestas no son tan favorables como suponían. “Están asustados, por eso tuvo que salir Gustavo a jugar fuerte”, dicen desde la vereda de enfrente. Por ahora, hay final abierto.

En Cambiemos miran con buenos ojos que esta interna se profundice y saque del ojo de la tormenta a Arroyo y sus polémicas declaraciones. Saben que mientras menos declaraciones del jefe comunal aparezcan en los medios, más posibilidades tendrán de crecer.