La diferencia de River la marcó la jerarquía

Sin jugar bien, pero sabiendo golpear en los momentos justos, River se sacó de encima un partido que había sido muy hablado en la semana, goleó 4 a 1 a Instituto y se metió en los octavos de final de la Copa Argentina. 

Jonathan Maidana apreció en un momento justo, después del descuento de Instituto, y metió la cabeza para estirar la cuenta a dos goles de diferencia, y ahuyentar los fantasmas. (Fotos: Diego Berrutti)

21 de Agosto de 2017 01:14

Por Redacción 0223

PARA 0223

Salvo River, el mundo futbolero esperaba un "batacazo" de Instituto de Córdoba, por la negativa de los "millonarios" de postergar el encuentro pese a que su rival no contaba con todos los jugadores a disposición. Sin embargo, más allá de esas diferencias que, a priori, beneficiaban a los de Marcelo Gallardo, no la tuvo fácil el último campeón de la Copa Argentina, tuvo que transpirar más de la cuenta para golear a la "La Gloria" por 4 a 1 y meterse entre los 16 mejores del certamen.

Si al entretiempo se hubieran ido igualados o hasta con una ventaja a favor de los cordobeses, nadie podría haber dicho nada. Porque todo lo que se habló en la previa, parece haber perjudicado a River que no pudo acomodarse rápidamente y se expuso a situaciones que los delanteros rivales no supieron aprovechar para sacar ventaja. Así y todo, por el peso de sus nombres, cada vez que pisaba tres cuartos de cancha, daba la sensación que podía generar una situación de gol. De todas maneras, el primer tiempo "millonario" fue decididamente malo, lo completó con la infantil expulsión de "Pity" Martínez cuando pasada la media hora, pero otra vez la jerarquía individual solucionó las falencias colectivas. En la última  de la etapa, cuando los dos pensaban en el vestuario, Lucas Alario recibió apenas dentro del area y sacó un remate furibundo que superó la estirada de Lucas Hoyos para poner el 1 a 0, cuando Baliño marcaba el final. Ni siquiera sacó del medio la "Gloria". Gol que daba ventaja en el marcador y en lo anímico.

El resultado a favor le brindó tranquilidad a River que seguía sin poder jugar bien, pero tomando el control del partido. Igual, Instituto mostró estar agazapado esperando un error que lo metiera en partido. Sin embargo, no lo supo aprovechar. En el amanecer del complemento, se equivocó Casco, Castelli quedó de cara a Germán Lux, pero el duelo fue para el arquero que ahogó el empate. Un manotazo de Facundo Agüero que, exageradamente, Baliño arregló con una roja, empezó a encaminar a River que, encima, aumentó la diferencia con una exquisita definición de Enzo Pérez, que se metió contra el ángulo derecho de Hoyos.

El partido parecía definido, pero un error de Pinola que perdió ante Castelli, le permitió al ingresado Franco Olego descontar y ponerle emoción a los minutos finales. Pero nada de eso pasó. Porque River apretó el acelerador y terminó con los fantasmas rápidamente, con un gran cabezazo de Maidana que definió la historia. Antes del cierre, Santos Borré se sumó a la fiesta, convirtió su primer gol con la camiseta "millonaria" y redondeó un 4 a 1 que es exagerado por lo que fue el desarrollo.