Randazzo: “La que cenaba con Magnetto era Cristina Kirchner, no yo”

Randazzo dijo que no imagina a Cristina Kirchner candidata en 2019. 

6 de Agosto de 2017 20:16

Falta una semana para las Paso y Florencio Randazzo pisa por primera vez Mar del Plata desde que confirmó su candidatura a senador por la provincia de Buenos Aires. Desde aquí, dispara contra todos: Cristina Fernández de Kirchner, Mauricio Macri y Sergio Massa.

A la expresidenta la cataloga como la jefa de campaña que le permitió a Macri ser presidente de la Nación y 2015 y asegura que ahora cometió el mismo error al no competir contra él en una Paso. Además, se defiende de los kirchneristas que lo acusan de traidor. “La que cenaba con Magnetto era Cristina, no yo”, arremete y afirma que más allá del resultado de esta elección no la ve como postulante a la presidencia en 2019. “Menem en 2003 sacó el 25% de los votos”, recuerda a modo de comparación.

En la entrevista con 0223, remarca que el gobierno de Macri “no toma nota” de lo que ocurre en la sociedad y lo acusa de tener una “insensibilidad total”. Y sobre el candidato de 1 País sostiene que “no es creíble”.

Junto al precandidato a concejal de Cumplir Fernando Maraude y la diputada Alejandra Martínez, el exfuncionario nacional dijo que si el rumbo del país se profundiza se puede generar un “colapso en la economía”.

-¿Cómo está viendo el panorama?

-Más que el panorama electoral veo un panorama complicado en lo social y económico, a propósito de las medidas que está tomando el gobierno, que a mi criterio son absolutamente equivocadas. Encuentro una situación que es común denominador en la provincia, sea interior o Gran Buenos Aires: pérdida de empleo, primero, y especialmente del sector informal, producto que el sector formal de la economía perdió poder adquisitivo y poder de consumo. Encuentro que hay dificultades para llegar a fin de mes y para pagar las tarifas. El gobierno decidió aumentar las tarifas de manera similar para todo el país, sin entender que la provincia de Buenos Aires ya tenía tarifas más elevadas. El comercio está atravesando una situación muy complicada: se cayeron las ventas y están aumentando los costos.

Y hay una cuestión que es la más preocupante de todos que es la pequeña y mediana empresa, que implica el 80% del trabajo en la Argentina, tiene caída de consumo por lo tanto caída de la producción; y tiene ingreso de exportaciones.

-En Mar del Plata eso lo padece mucho el sector textil.

-Exactamente, pero también es en Arrecifes, Pergamino, me he sorprendido de muchas ciudades que tenían un desarrollo textil muy importante. Además, tasas de interés muy elevadas, debido a que el Banco Central le paga a los bancos 28 puntos con las famosas Levacs, razón por la cual los bancos no tienen por qué prestar a menos de esa tasa. Y el aumento de los costos. El gobierno no toma nota de lo que está pasando y es preocupante porque va a generar una situación de colapso en la economía.

-¿Hacia dónde va la economía?

-La política económica es difícil de comprender. La política monetaria que tiene el gobierno es de un fundamentalistmo absurdo de quitar circulante. Le va a pagar a los bancos 220 mil millones de pesos de interés. Le paga a 15 bancos cuatro veces más de lo que paga en asignaciones familiares a 4.100.000 pibes. Es incomprensible. La apertura de importaciones es un acto de ingenuidad. No hay economía en el mundo que haya podido ser competitiva y desarrollarse si no hay un sistema de protección.

-El mundo además parece ir en sentido contrario.

-Claro, si uno mira el mundo: fijate lo que ha hecho Trump con el tratado de Libre Comercio del Pacífico, lo que está planteándole al mundo en relación a su economía, lo que hace Europa o lo que está haciendo China. Y veo que el gobierno le está errando el rumbo.

-¿Le está errando o es el modelo que ellos quieren implementar en Argentina?

-Es el modelo en el que ellos creen. Y ha fracasado en la Argentina: en los '70, en los '90. Tiene que ver con la idea de un modelo económico ortodoxo. Y es preocupante. Creemos que tiene que haber un modelo de crecimiento con inclusión, que eso es el desarrollo. Con la gente afuera no hay política económica que sirva.

 

-Por Mar del Plata pasó gente de Unidad Ciudadana, 1País, el Frente de Izquierda y ahora usted. A todos les hice la misma pregunta: ¿por qué cree que Cambiemos tiene chances de ganar?

-Primero producto de la actitud de los integrantes de Unidad Ciudadana y el Frente Renovador. Dicen supuestamente que son peronistas y en vez de participar de una Paso para que elijamos el mejor candidato, por ejemplo Cristina decidió crear Uidad Ciudadana, dejando al peronismo afuera, para no dejarme competir a mí en una Paso. Tiene poca explicación eso. Massa habla en nombre del peronismo como parte de su oportunismo. Yo a Massa no le creo directamente. ¿Cuál es? El de 2008 que era jefe de Gabinete de Cristina, el de 2009 que fue testimonial con Scioli, el de 2013 que conformó una lista con Macri, el de 2016 que fue con Macri a Davos o el de 2017 que intenta transformarse en opositor con Stolbizer, quien decía hace poco que Massa era un oportunista y un tribunero.

Está claro que lo ideal hubiera sido que dentro del espacio al que pertenecimos en los últimos años, de lo cual el peronismo fue la columna vertebral, hubiéramos dado una Paso. No cometer el mismo error de 2015, cuando clausuramos la Paso para reemplazar la voluntad de millones de argentinos por el dedo. Y así nos fue. Fue uno de los errores, aunque hubo muchos más que llevaron a que a sociedad nos diese la espalda. Eso requiere una reflexión profunda, qué fue lo que pasó.

-¿Qué errores?

-Hay una crítica importante sobre la soberbia, una forma de ver las cosas y tomar decisiones que eran equivocadas, negábamos algunos problemas que la sociedad tenía, como la inseguridad, niveles de inflación, más allá de que creo que hicimos muchas cosas bien, pero no todas.

-Le apunta a Cristina por haber creado Unidad Ciudadana y no haberte dado la Paso. Sin embargo, se fue con un fuerte respaldo de distintos sectores. ¿Cómo fue la última charla que tuvo con ella?

-No tuvo explicación, como no la tuvo en 2015. Mi pregunta es Por qué clausurás las Paso. Yo conocí a la Cristina que las alentaba, de hecho es una ley de nuestro gobierno. La Paso surge como contracara de un mecanismo de selección de candidatos que ponía a la sociedad en una situación incómoda, porque los candidatos los elegían o las estructuras partidarias o padrones muchas veces viciado. Pero cuando tenemos otra posibilidad la clausuramos a través de un atajo. Creo que se equivoca el futuro, sobre Cristina vamos a discutir el pasado. Y no pueden mostrar a los candidatos. Ellos esconden a los candidatos y el gobierno esconde los problemas. Era otra la decisión que tenía que tomar ella. La obligación de un dirigente es generar su propio relevo y nunca lo quisieron hacer. Creo que eso va camino al fracaso.

-¿Cree que tiene chances de ganar?

-Tiene un nivel de adhesión que seguramente tiene que ver con los éxitos de algunas políticas que se llevaron adelante. No es menos cierto que Menem sacó en el año 2003 el 25% de los votos.

-¿Es comparable Cristina con Menem?

-En el nivel de porcentaje de votos seguramente que sí. En la segunda vuelta, Menem no se presentó porque tenía un 75% de rechazo. Yo no me la imagino a Cristina candidata a presidente en 2019.

Está claro que el 13 de agosto vamos a una Paso. Quienes estén de acuerdo con las políticas que lleve adelante Macri, pueden votar a Cambiemos. Quienes crean que la solución de los problemas que tiene la Argentina y el futuro es Cristina, voten a Cristina. Y los que le creen a Massa, voten a Massa. Nosotros somos una alternativa diferente. Tenemos coherencia sobre el lugar al que siempre hemos pertenecido: el peronismo. Hemos tenido coherencia con respecto a la Paso: en 2015 y 2017. Hemos demostrado que la política no es una carrera por oportunismo. Yo podría haber sido gobernador y no lo fui, o podría haber sido diputado nacional que fue lo que me ofreció Cristina en esta instancia y tampoco. Y hemos demostrado con la gestión que se pueden transformar las cosas, que de eso se trata. Somos una alternativa, sin especulaciones, sin las cuestiones que muchas veces están presentes y desvalorizan a la política.

-En 2015 cuando pedía competir en una Paso para elegir al candidato presidencial muchos creían que podía garantizar la continuidad del modelo más cabalmente que Scioli. Hoy parece ser él el leal y usted el cercano a las corporaciones. ¿Qué pasó?

-Es muy simple, es objetivo. ¿Alguien puede creer que Scioli representa mejor que yo el espíritu de lo que era el proyecto político? Yo creo que no. En materia de derechos humanos, de política social, de trayectoria política. En entender que la política es una actividad noble que tiene por objetivo mejorar la calidad de vida de la gente. Eso es lo que he hecho yo siempre. ¿Scioli hizo lo mismo? Fijémonos cómo dejó la provincia de Buenos Aires.

-¿Se siente un traidor al kirchnerismo?

-No, yo honré al gobierno kirchnerista. Ojalá muchos kirchneristas que tienen ese concepto de mí hubieran hecho lo que hice yo: haber llevado una gestión transparente, haber estado cuando muy pocos estaban, haber sostenido siempre que fui peronista en un momento que era de moda ser kirchnerista. Yo decía que el kirchnerismo era más amplio que ser peronista, representaba la estructura social que había quedado de 2001, junto a otros partidos políticos. Sin embargo, el kirchnerismo después del 54% de 2011 se terminó achicando y se volvió una expresión de La Cámpora. Yo no me fui del peronismo, la que es funcional al gobierno de Macri es Cristina, no yo. Tiene la misma soberbia que llevó a Macri a ser presidente, la jefa de campaña de Mauricio Macri tiene nombre y apellido: Cristina Fernández de Kirchner.

-¿Cómo se ve después de las elecciones?

-Muy bien, porque cuando uno está convencido de lo que hace, cuando uno puede mirar a los ojos a alguien y decirle lo que cree se siente cómodo. Yo no hubiera podido hacer otra cosa, creo en los valores y en las conductas que determinan esos valores. No creo que todos seamos iguales, no creo en los camaleones de la política. No creo en los proyectos personales, como el de Cristina, que hace 26 años que es candidata. La gobernadora de la provincia de Santa Cruz es la cuñada y hace seis meses que no tiene a los pibes en la escuela. El diputado nacional es el hijo, la senadora nacional es la nuera. Yo no estoy de acuerdo con esa forma de hacer política y me rebelo. Soy un militante político, no soy un funcionario. Y eso es lo que nunca entendió Cristina, desde 1983.

-Se lo criticó por sus declaraciones sobre el dueño del grupo Clarín Héctor Magnetto. ¿Se arrepiente de lo que dijo?

-Es una estupidez. La que cenaba con Magentto era Cristina Fernández de Kirchner, no Randazzo.

-¿Sigue viendo a Clarín como un grupo de poder que perjudica al país?

-Yo estoy en contra de todos los monopolios, más de los monopolios mediáticos, porque condicionan a los dirigentes políticos. Pero no solo de Clarín: de Clarín, C5N, América, de todos los monopolios que se formaron incluso después de la ley de medios. Yo no tengo que responder eso, siempre he sido coherente.

Ahora resulta ser que soy empleado de Magnetto  si no acepto ser candidato de ella, cuando hace 20 días me ofreció que la acompañe en la lista. Es poco serio. No se bancan un tipo que sea independiente, que no sea obsecuente. Yo no tengo jefa, nunca tuve, yo tengo compañeros.

-¿Y creé que Macri aprovecha que las miradas muchas veces estén puestas en Cristina?

-Macri no está tomando nota de lo que está pasando en la sociedad. Tocan timbre con la cámara y las máquinas de sacar fotos y no escuchan a la gente. La gente siente que no llega a fin de mes, que no le alcanza la guita, que no puede pagar las tarifas, que puede perder el laburo. Tienen una insensibilidad total, no creen en el Estado. Yo sí creo en el Estado, que regule la economía, resuelva las asimetrías que tiene la Argentina, que vuelva a tener una escuela pública que iguale, que tenga un sistema de salud público que no nos someta a una prepaga que la aumentaron el 71%, que terminemos de la extorsión de los hipermercados. Yo estoy en contra de los hipermercados: de Jumbo, de Coto, de Disco, de todos. Terminan  distorsionando la cadena de comercialización. Pagábamos al productor la leche $5,40 y la terminamos vendiendo a 25. ¿Quién se queda con seis veces el valor del producto? Y pasa en toda la cadena de comercialización. Tenemos que discutir ese tema.

-¿Si gana Cambiemos qué cree que pasará?

-Van a profundizar el ajuste. Sería un voto de confianza de parte de la sociedad para que continúe con estas políticas. Creo que sería un error, pero frente a la voluntad de la gente la decisión es inapelable. Esa es otra diferencia que tengo con Cristina. Si ganan es porque nosotros no hemos hecho las cosas bien o no hemos sido lo suficientemente claros. Si gana Cambiemos van a profundizar estas políticas, si gana Cristina a mi criterio vamos a volver a cometer algunos errores del pasado y no tenemos futuro. Y si gana Massa... cuesta creerle, yo no le creo. Cada uno tiene la posibilidad de expresarse cuando va a votar.

-Hay algunas encuestas que le dan entre 5 y 8 puntos. ¿Su proyecto depende de cómo le vaya en esta elección?

-Nunca voy a dejar de hacer política. Milito desde los 17 años y he sido pocas veces candidato. Creo que en los proyectos políticos nosotros somos meros instrumentos en determinadas circunstancias. Y nos pueden representar con creces otros compañeros, que es otra diferencia que tengo con Cristina. Cristina si no es ella, era el marido, la cuñada o son los hijos. Yo no estoy de acuerdo con esa forma de hacer política. Creo que los proyectos deben trascender a las personas. Y si me toca tener un mal resultado daré un paso al costado y acompañaré a otros compañeros.

 

La vuelta del tren: “Es parte de la impunidad de Vidal”

 

En una entrevista en la que primó la vehemencia del exministro de Interior y Transporte, el tema de la vuelta del tren a Mar del Plata fue uno de los puntos que más exacerbó a Florencio Randazzo.

“Es parte de la impunidad que tiene Vidal, similar a la impunidad que tuvo Scioli. Se lo vendía como a un gran gobernador y yo decía Che, pero si funciona cada vez peor la educación, la salud, las rutas están un desastre, la seguridad es cada vez más mala. Me llamó Cristina para decirme Flaco, pará con Scioli”, relata.

El precandidato a senador por Cumplir señala que vive como “un hombre común” y “cada día hay más inseguridad, cada día menos días de clase”. “Ni te digo si tenés que sacar turno en un hospital. Tengo agua corriente y no es de consumo humano porque tiene un alto nivel de sal. Dicho esto, se debería preocupar por esto y no por faltar a la verdad”, cuenta.

-¿Cuál es su visión sobre la vuelta del tren a Mar del Plata?

-Nosotros empezamos un proceso que se inicia seis meses después de la tragedia de Once y determinamos como dos servicios centrales a recuperar, Mar del Plata y Rosario.

En Mar del Plata hicimos la famosa curva de Chascomús que puso por primera vez en funcionamiento la estación ferroautomotora que había construido Alfonsín, evitando 17 pasos a nivel. Empezamos a reemplazar gran parte de los durmientes, hicimos el puente del Salado nuevo, pusimos los coches nuevos y empezamos a prestar el servicio. En el medio hubo una gran inundación en el Salado y el puente viejo se rompe. Ahí se para el tren.

Se interrumpe el servicio no por los durmientes, sino porque disuelven la empresa que operaba los trenes que era Ferrobaires. Esta es la verdad.

-¿Y los durmientes?

-Ustedes lo pueden contratar porque la empresa es de Mar del Plata. Cuando nosotros llegamos a Transporte había dos empresas únicamente que fabricaban durmientes. Nosotros con la impronta que le pusimos a la gestión se crearon cinco empresas, una es la de Camet, que yo la visité. Una partida de las que vendieron, el 5% de los durmientes tuvieron fisuras.

-¿Cuántos fueron?

-Muy pocos, 5% de una partida. Los obligamos a cambiarlo, le rescindimos el contrato y le ejecutamos la poliza de caución, cosa que muy pocos funcionarios pueden contar. Ahora nunca dejó de funcionar el tren porque había algunos durmientes fisurados. Eso es o mucha ignorancia o mala intención.

A la empresa este gobierno le reanudó el contrato, que a mi me parece bien porque son gente de trabajo, que tuvo inconvenientes como puede tener cualquiera.

-¿Por qué tarda tanto?

-Es un proceso. Yo no pude hacer en tres años lo que se destruyó en 50. De Mar del Plata a Buenos Aires hay 115 pasos a nivel, de los cuales muchos son clandestinos. Y se generó un entorno urbano que impide muchas veces que el tren circule a las condiciones que podría. Son trenes que andan a 160 kilómetros por hora y que recorren 400 kilómetros, no tendrían que tardar más de 4 horas. Eso requiere un proceso.